XXXII

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Holaaaa.

Antes de empezar...

Si tienen preguntas para las entrevistas las pueden dejar...

Aquí👈

Ahora si.

Disfruten💜







Hace cuatro años.

No puedo sacármela de la cabeza.

Hay algo que me atrapa pero no sé que es.

Desde que la vi no he sido capaz de pensar en otra cosa que no sea ella. Mi padre se ha dado cuenta que no he mantenido mi rendimiento en la empresa, pero es que ella aparece una y otra vez y no puedo sacarla por más que quiera.

Aprieto mis puños. Últimamente he sentido una ansiedad que me aclama que este con ella, que la busque y que encuentre el porque de su mirada triste.

Pero es una niña.

No puedo hacerlo.

Pero quiero.

-Hijo.- me sorprendió la voz de mi padre haciendo que levantar mi cabeza y lo observara.

-¿Qué ocurre?- pregunté haciéndome el que no entendía su visita. Ya sabía el por qué de ella.

-No sé lo que tengas en tu cabeza pero te exijo que dejes de pensar en estupideces y te concentres en el trabajo.- habló te manera dura, como siempre lo hacía. Mi padre no había sido lo mejor de mi vida. Siempre diciéndome cómo tenía que vivir la vida de cierta manera y sinceramente estaba harto.

No estaba tan harto del hecho de que el manejará mi vida sino el hecho que nunca me demostró cariño, solo lo fingía cuando había una reunión de la empresa y solo lo demostraba por la apariencia.

-Si sigues así no me quedará otra que darte de baja.-dijo severo. ¿Acaso escuché bien?

-¿Qué estas diciendo?

-Como lo oíste. Ya tienes cuatro meses de esta manera y no toleraré un minuto más. O te bajas de las nubes o te doy de baja...-su expresión cambió cuando terminar de hablar. Por un momento pensé que me iba a decir algo que un padre le diría a su hijo, no ha si empleado.-¿Sabes, Michael? Ya sé quién te pudiera reemplazar...Max es un buen muchacho, preocupado por su trabajo, no como...

-Ya entendí padre.- dije apretando mi mandíbula.-Ya no estaré en las nubes.

-Eso es lo que quería escuchar.













Le gusta leer.

Casi todas las tardes va a una biblioteca y se queda por horas hasta la hora de cierre. Su hermano la recoge siempre. Quisiera estar con ella y leerle.

Cuando este conmigo no hará falta que salga a una biblioteca, yo le construiré la de sus sueños.

Conmigo lo tendrá todo.

Reviso mi reloj, su hermano ya debería estar aquí pero no ha llegado. La observo salir de la biblioteca y mi corazón salta del susto al saber que algo puede sucederle. Su hermano es un irresponsable, ¿cómo puede dejarla sola? Un loco podía estar acechándola.

Pero ahora que lo pienso...ahora sería una buena oportunidad de acercarme a ella y verla de cerca.

Mis pies avanzan sin que pueda evitarlo. La emoción me desborda, podré hablar con ella sin que nadie me detenga.

Freno abruptamente al ver que su hermano se digna a aparecer. Mi sangre hierve, justamente es que viene, justo cuando estaba por hablarle.

Pero no te preocupes, princesa. Pronto estarás conmigo.







-¿Michael?

Su llamado me hace entrar a la realidad. Tenía mucho tiempo que no me perdía en el pasado. Cuando levantó la mirada veo lo mejor que me ha sucedido.

-Dime, princesa.-sonrío. Ella sonrió pero flaqueo. Apreté mi mandíbula.

¿Por qué le cuesta tanto amarme?

Cuando le he dado todo, cuando la he salvado...

-Ale...Alexis dijo que la cena está lista.

Me levanté de la silla y camino rodeando el escritorio ya que me encontraba en la oficina.

Cuando estuve cerca de Aisa, la abracé a mí. A veces tenía miedo que desaparecía como un sueño.

Todavía no creo que esté conmigo.

Caminamos juntos por el pasillo. Ella miraba al suelo mientras yo la miraba a ella. Quisiera que dejara de tenerme miedo. Sé que estuvo mal haberla amenazado con su hermano pero era la única opción que me quedaba para que se rindiera. Sin embargo a pesar que ahora me acepta, cosa que me hace muy feliz, también me hace sentir un poco triste y culpable. Ya Aisa no sonríe, bueno ella no sonreía de todas formas, pero ahora su rostro siempre está cabizbajo. No me gusta verla así.

Apreté mis dientes sin saber que hacer con la idea que cruzó por mi cabeza. La mire de nuevo. No soportaba verla así.

-Princesa.- la llame ella rápidamente me miró.- le diré a Alexis para que...Max cene con nosotros, ¿te gustaría?

Apareció una sonrisa en su rostro.

Que hermosa.

-¿En serio?- su ojos brillaron. No pude resistirlo y acaricie su mejilla. Su sonrisa se fue y apartó su mirada.

Odio que haga eso.

Sin darme cuenta apreté su mejilla, su mueca fue lo que me hizo despertar. Me aparte inmediatamente siento miedo de mi mismo.

Ella tiene razón.

Soy un monstruo.

-Lo siento princesa.-dije angustiado. Ella me miro por un momento. Creo que mi cara lo dijo todo. Me odiaba a mi mismo por asustarla siempre, me odiaba por nunca saber como actuar. Nunca puedo controlarme.

-Alexis nos debe estar esperando...

Fue lo único que dijo.

Por alguna razón me sentí tranquilo que no halla huido de mi.

Deje que siguiera delante, yo caminaba más lento detrás de ella. No sabía que hacer, a veces pensaba en ciertas ideas que para mí era fantásticas pero cuando veo su rostro me enojo.

Ella no hace de su parte por amarme.

Al llegar al comedor me acercó a Aisa para acomodar su silla. Ella me da una pequeña sonrisa y solo esa acción hace que toda confusión y enojo se vaya.

Por favor ámame.

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Disculpen si el capítulo fue corto💜

Mas tarde o mañana habrá otro capítulo💜

Muchas gracias por leer y disfrutar esta historia. Estoy muy agradecida con todos ustedes.

Muchas gracias💜

Espero que les haya gustado💜

Instagram: isa_morgenstern145

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