Capítulo 16

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Puntos de vista

[Cameron Black y Laia Álvarez]

[Cameron Black]

—¡Hey!

—¿Laia? —pregunto sin creérmelo cuando oigo su hermosa voz—. ¿A estas horas no deberías estar en la facultad?

—Debería. Por cierto ¿Dónde vas? —me pregunta con voz decaída. Cierro con llave la puerta de la cabina con cuidado de no delatarme mientras respondo. — Hacia casa ¿Por qué?

—¿Dónde vives?

—Cerca del ambulatorio ¿Por...?

—¿Puedo acompañarte un trozo? No quiero ir sola...

Quiero decir que sí ¡Tengo tantas ganas de decir que si! Pero aun así mi primer instinto es decir que no, protegerme como he hecho durante estos dos largos años. Trago saliva cogiendo fuerzas, rompiendo la coraza a la que tanto esfuerzo he dedicado, y respondo.

—Cla... Claro —digo con un leve tartamudeo que rezo para que no haya notado.

Empieza a andar con lentitud, y aunque sé que está mal doy gracias por el hecho que está desolada y no se dará cuanta, está desolada y anda con lentitud, sin mirar atrás.

—¿Y cómo es que no estás en la facultad? Si se puede preguntar claro —entonces me explica lo sucedido.

—¿Y cómo es que no estás en la facultad? Si se puede preguntar claro —entonces me explica lo sucedido

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[Laia Álvarez]

Dos horas y media antes.

Laia,

Sé que seguramente abras este correo en comisaría. Sé que estarás aterrada, imaginando cosas como las de los libros, pero estoy bien. De verdad.

Necesitaba respuestas y para eso tenía que irme. Mis padres no me hubiesen dejado. Iván lo hubiese descubierto, y esto no podía pasar. Es peligroso Laia. Muy peligroso.

Te he enviado el correo porqué sabía que no lo verías hasta horas después y aunque no podía decir nada antes de marcharme, tenía que avisaros que estoy bien. Estaré bien. Llevo mucho tiempo esperando esto, os prometo que no me pasará nada.

Dile a la policía que deje de buscarme, que me he marchado voluntariamente y que, si quieren ayudarme, que lo busquen. Ellos ya sabrán a quién me refiero.

Dile a mis padres que lo siento mucho.

Tu amiga,

Aina

—¿Qué es lo que no me están contando? —pregunto con voz firme, pero la respuesta no llega.

El hombre se acerca a mí para cogerme el teléfono. No forcejeo, no serviría de nada. Los observo mientras leen el mensaje, comparten una mirada extraña.

Tiako ianao ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora