Si bien estaba ganando campo en mi propia casa, en el colegio era otra cosa.
Nadie me hablaba. ¿No es gracioso? Antes solían invitarme a ver partidos de fútbol y ahora tan siquiera me veían.
Unos días me dolía su indiferencia, otros no.
Había dejado de vomitar compulsivamente aunque no dejaba de temblar cuando recordaba aquello. Comía mejor y me obligaba a dormir siestas para recuperarme de pasar toda la noche en vela.
Había ideado un sistema para mejorar mi salud y ahora lo seguía al pie de la letra.
Mientras me comía un pedazo de fruta, observé a Léo que caminaba con Ricardo y Jóse. Los tres tenían caras consternadas. Quisiera saber por qué, pero no hablaba con Léo desde hace días y al parecer el tampoco quería hablar conmigo. ¿Me importaba, realmente? Yo creo que sí.
Seguí en lo mío y sentí cuando se sentó a mi lado. Yo apenas volteé a verle.
Léo:
"Ya tienes color en la cara, al menos."
Yo:
Léo:
"Tenzyn, no sé por qué me has dejado de hablar... ¿De verdad vas a hacerle caso a Karen? Está un poquito loca, por si no sabes."
Yo:
Léo:
"Ya veo que no vas a hablarme nunca."
Yo:
"Te devolveré el CD más tarde, en el parque." Él sonrió. "Deja de reírte. No quiero meterme en esa locura... ya nadie me habla por tu culpa, creen que me estoy acostando con tu hermano o algo así."
Léo:
"¿Qué? Volvamos al punto de que te estás acostando con mi hermano, por favor. ¡Ni siquiera has pisado mi casa!"
No vi que aquello fuese un impedimento, pero medio reí porque sonaba estúpido en voz alta.
Yo:
"Me llevó a mi casa de vez en cuando... cuando me quedé hasta tarde... ellas creen que no sé, por alguna extraña razón, nosotros tenemos algo. Y por supuesto, él no hace nada para desmentirlo. Me ha insinuado que tu sabes y que también quieres acostarte conmigo." Se le escapó la risa en un sonido vago que a mí también me hizo gracia. Pero se sonrojó y yo me sentí incómoda.
Léo:
"Me alegra que estés mejor..."
Yo:
"A mí también."
Estaba mejor y no lo estaba. Terminé redoblando el odio que se había creado dentro de mí y posiblemente acabaría con el matrimonio de mis padres, pero estaba mejor... hasta que se me olvidara por completo.
Entré al salón y el calor de medio día del viernes se filtraba por las ventanas. Quería salir de clases y trabajar en mis composiciones que cada vez se hacían más complicadas, me sentía orgullosa.
Detrás de mi, entraron los gamers, después las odiosas e irritantes Susana y María, luego, Karen. Ésta me vio deseándome la muerte y se sentó a mi lado. Sabía que estaba hablando con Léo, pero eso no iba al caso... es decir, ni siquiera eran novios para que yo me apartase, y ese juego de tragarme todos sus malos tratos me estaba cansando.
¿Quién demonios se creía ella? ¿Era su dueña? Lo que más me hacía gracia era el hecho de que a él no le importaba en lo más mínimo lo que ella pensara.
Yo:
"No quiero nada con Léo, tu sabes eso." Le susurré y ella sonrió. "Y sabes que no me estoy acostando con Daniel... No veo el punto de que te sientas así."
Karen:
"Debo cuidar lo que tengo."
Yo, después de tragar saliva:
"¿Lo amas?"
Karen:
"O sea, claro que lo amo, obvio que lo amo." No lo amaba.
Comencé a pensar en que él pudo haberle quitado lo más preciado que tenía y ahora ella pretendía tenerlo a él siempre ahí. Así se hubiese entregado a él por primera vez, cosa que me costaba creer, fue ella quien terminó con Léo.
Me detuve: El objetivo era no tener este tipo de problemas en mi vida, muchos nombres en mi cabeza... No, no, no.
Yo:
"¿Por qué terminaste con él si lo amas tanto?"
Karen:
"Eso no es problema tuyo."
Yo, respirando hondo:
"Lamentablemente si lo es. Por su culpa andas diciendo que me estoy acostando con alguien a quien apenas conozco. Por su culpa nadie me habla. Por ti."
Karen, enrojecida:
"¡Tenzyn! Te crees una mosca muerta pero no eres más que una puta de la Santa Catalina... Aléjate de Léo y de mí, y de todos."
Yo me levanté arreglando mi falda y rebusqué en mí esa pequeña gota de fuerza para seguir caminando. Salí del salón y cerré la puerta mientras todos me veían en silencio.
Dentro de mí supe que aquella acción sería cobrada con intereses pero realmente no tenía tiempo para eso.
YOU ARE READING
No.
RomanceUn evento terrible. Sangre, dolor, lágrimas. Tenzyn camina sobre vidrios rotos. Quiere olvidar y olvidarse. Hundida en las consecuencias de aquel incidente, la salida parece más distante e imposible cada día. ¿Volverá a ser normal? Convencida de que...