15. Una despedida triunfal

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Me alegraba saber que, a pesar de este inestable periodo de tiempo, mis notas no eran tan malas... por supuesto que no eran buenas, pero no eran tan malas. Hubo un tiempo en el que sacaba las mejores notas del colegio. Ese tiempo no es ahora.

Mi mamá me arregla el cuello de la camisa por tercera vez en la mañana mientras esperamos por la nota de matemáticas... estoy nerviosa, no creo que el profesor me haya puesto ni un solo punto por llenar el examen final de pequeños pandas. La dejo ahí y voy a comprar una botella de agua, por alguna razón se me viene a la mente aquel plan que he ideado.

Llamé a mis primas para que arreglaran sus vacaciones y nos encontráramos en Caripe, siempre estaría con ellas... Además, contacté viejos amigos para tener una excusa y salir, la cosa era estar fuera de casa el mayor tiempo posible y alejarme de él. Todas mis esperanzas estaban en el plan, así que no debía ir nada mal.

Caminé hasta el espacio común cerca de la cantina y me encontré con Mina. Apenas me saludó y siguió caminando, yo no hice nada al respecto... hace mucho tiempo que dejé de insistir. Luego pasaron las otras dos y se detuvieron a mi lado, luego se detuvo Karen a mi frente, yo cerré la botella de agua.

Karen:

"¿Acompañando a tu mami?"

Yo:

María:

"Karen, ya déjala, vamos a la cancha." Trató de llevársela por un brazo pero Karen se acercó a mí y yo di un paso atrás.

Karen:

"¿No te dije que te mantuvieras alejada de Léo? Hemos vuelto, por si no lo sabes."

Yo tragué saliva, por alguna razón aquello no sonaba totalmente fuera de lugar.

Yo:

"¿Y? ¿Qué quieres que yo haga?"

Karen bufó y seguido a esto me empujó. Todos reaccionaron y comenzaron a acercarse.

No sé como coño había llegado a esto, pero no se sentía bien tener a todo el liceo escuchando aquello. Quedé como una cabrona ante todos, la segunda, la otra pendeja con la que ese imbécil jugaba. Por cierto, ¿en dónde estaba?

Yo estaba demasiado inestable como para llevar aquello con madurez.

Si fuera la misma niña de hace un año saldría con un comentario inteligente y le ignoraría para evitar confrontaciones. Pero ahora, con toda esta frustración que cargaba encima, no podía detener lo que estaba sintiendo. ¿Por un momento se molestó en averiguar lo que en realidad estaba pasando? Y si habían vuelto, ¿por qué se acostaba con Daniel? Por favor, si era mentira o no, igual no le dejaría ganar, solo quería golpearla.

Yo:

"Déjalo así, Karen. Él es todo tuyo."

Fue como si le hubiese dicho cualquier otra cosa menos lo que salió de mi boca. Sus ojos estaban frenéticos... pero nadie la detuvo.

Karen:

"¿Sabe tu mamá que andas tirando con tus vecinitos?"

Y se volteó para irse. Esto no se iba a quedar así. Reuní toda mi voz y formé un tono firme, alto, preciso.

Yo:

"¿Sabe tu mamá que eres una puta?"

Vi venir un desastre después de otro. Trató de agarrarme por el cuello. Lo próximo que recuerdo es mi puño cerrado contra su mejilla, sentí un leve "crack".

Me la quitaron de en medio y varios se apartaron diciéndome cosas, otro me veían con asombro, la mayoría, reía. Yo quise llorar. Nunca había lastimado a nadie y ahora había sangre en su rostro... Dios mío, no, ¿Cuándo llegué a esto? Los pájaros muertos, las niñas ahogadas, los globos muertos... Esto no era yo. Su sangre en el piso... yo era como él.

Traté de ayudarla pero me gritó para que me alejase mientras la levantaban del piso.

Me había convertido en él.

No.Where stories live. Discover now