Había pasado la mayor parte del día con la espalda pegada el fondo de la piscina.
Mi madre me esperó hasta medio día cuando llegó Julio del trabajo. Me invitaron a almorzar, yo no respondí.
La garganta no me dejaba hablar y mi estómago estaba en su peor estado... bajo el agua no podía sentir nada.
Veía los rayos filtrarse a través del agua y gritaba para que el monstruo se consumiera como el oxígeno y sus burbujas, pero éste se afianzaba aún más, doblándome del dolor cuando paraba de gritar. Maldita sea, ¿cómo podía ser tan estúpida? Por supuesto que no estaba sanando, esto era demasiado grande como para tratar de curarlo, esto me iba a matar.
Cerré los ojos y rememoro otro momento: El bosque que queda detrás de la casa de mis abuelos lleno de pinos, yo jugaba, él me perseguía... éramos niños felices. Luego se volvió hombre y yo seguía corriendo como una niña descalza sobre el pasto, él me atrapaba.
Abrí los ojos y vi el reflejo fraccionado de su cuerpo. Ambas manos en los bolsillos, cabellos despeinados.
Me dejé flotar y llegué a la superficie.
Léo:
"¿Ya terminaste con tu sesión de relajamiento?" Su voz sonaba forzada, incluso ofensiva, yo escupí el agua. "No sabía que estabas expulsada."
Yo:
"Karen dijo algo que simplemente no pude tragar."
Léo:
"¿No te dio risa que dijera que estábamos juntos de nuevo? Apenas salgo de mi casa, y aparte está tirando con mi hermano. No sé que está mal con ella, realmente..."
Yo:
"¿Quién te dejó entrar? Mi mamá no está aquí."
Léo:
"Me encontré a tu papá en el garaje... me ha dejado pasar. Me dijo que sería bueno que hablara contigo."
Yo:
"Él no es mi papá."
Se sentó en las sillas de extensión y yo me apoyé con los codos en la orilla rasposa.
Léo:
"No debes dejarla ganar."
Yo:
"Ella ya ganó, Léo, soy yo la que está expulsada."
Léo:
"Claro que no. Todos saben cómo fue el asunto... Nunca pensé que podías golpear tan fuerte."
Yo:
"No estoy orgullosa de ello."
Léo:
"Yo sí."
El me sonrió pero yo apenas pude hacer un gesto... el estómago me seguía doliendo muchísimo. Su cabello estaba más largo y tenía una sombra de barba algo descuidada... no quería mirarle demasiado, pero no podía evitar quedarme en él tanto tiempo.
¿Era una maldición, tal vez? Nunca lo podría tener y sin embargo, era lo único que me mantenía a flote. ¿Qué sentía el por mí? ¿Simple y llana curiosidad?
Yo:
"Viajaré para navidad... ¿tú te quedas aquí?"
Léo:
"Sí... mi familia vendrá." Vio a los lados y sacó un cigarrillo. "¿Quieres armar un rompecabezas?"
Tal vez no era necesario que sintiera algo por mí mientras estuviera conmigo.
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No.
RomanceUn evento terrible. Sangre, dolor, lágrimas. Tenzyn camina sobre vidrios rotos. Quiere olvidar y olvidarse. Hundida en las consecuencias de aquel incidente, la salida parece más distante e imposible cada día. ¿Volverá a ser normal? Convencida de que...