Capítulo 7

21.4K 1.1K 21
                                    

ALEXANDER.

–¿Estás seguro de lo que vas a hacer?

-Por supuesto que estoy seguro

-Yo sigo creyendo que esto es una tontería, pero como siempre, te apoyare

-Te lo agradezco Mike, ¿ya hiciste la reservación?

-Si, todo está como lo pediste, sí que te interesa esa chica, tú nunca llevarías a tus conquistas a ese lugar

-Lea no es como ellas, ella es diferente, aparte quiero un lugar privado para que no haya distracciones y sea más fácil persuadirla

- ¿Por cuánto tiempo has planeado todo esto?, lo tienes todo fríamente calculado

-Desde que la conocí

- ¡Oh, por dios!, Alexander Mattews ¿enamorado?, a qué santo tengo que agradecerle

- ¿Enamorado yo? - bufé- no seas ridículo, además como me voy a enamorar de ella, no la conozco

- ¿No que sabes todo sobre ella?

-La información que tengo, es la que tengo cuando necesito saber algo sobre quienes voy a negociar, en cambio sentimentalmente no tengo idea de cómo es, pero no creo que sea tan difícil, a todas las mujeres les gusta lo mismo

- ¿Sexo?

-Claro, solo será cuestión de que pruebe todo esto -dije señalándome - y caerá redondita

-Pero no acabas de decir que ella no es como las otras

-Amigo, aún no ha nacido la mujer que se me resista, además tiene clase y elegancia, que mi familia alabaría, mi madre quedara encanta con ella

-Eso sí, es muy hermosa, pero tendrías que mantenerla alejada de tu padre, acaso no recuerdas lo que te hizo con....

-Basta, te pedí que no se volviera a tocar ese tema.

Levantó las manos en forma de rendición -Como quieras

- ¿Tienes el número ya?

-Si - depositó un pedazo de papel en el escritorio - yo dudo que vaya

- Ya lo averiguaremos

Ya era tarde, todo mundo se retiraba, la jornada laboral había terminado, en ese momento tomé mi celular y comencé a escribir un mensaje de texto, lo envié, pendiente de la respuesta, no tardó demasiado, en escasos cinco minutos obtenía una respuesta.

- ¿Cómo vas? - pregunto Mike entrando a mi oficina

-Amigo - me puse de pie, tome mi saco y me pare frente a él - me voy al restaurante

- ¿Aceptó la cena?, no me lo creo

-Bueno, aceptar lo que se dice aceptar, como tal aún no

- ¿Cómo?

-Le dije que estaría esperándola ahí, así que es hora de que me vaya, ¿seguro que todo está como lo indique?

-Seguro, acabo de llamar para rectificar que todo esté en orden

-Perfecto, me voy

-Suerte

- ¿De verdad Mike?, no olvides que la suerte....

-Si, si, la suerte es para mediocres - hizo comillas con sus dedos - éxito - dijo poniendo los pulgares hacia arriba

Salí de la empresa en mi auto en dirección al restaurante, no estaba muy lejos, ya había estado ahí un par de veces, y a mi parecer es muy elegante, era de mi agrado, solía ir ahí cuando necesitaba pensar y pasar un rato a solas pero agradable, llegue al establecimiento y entregue mi auto

-Sr. Mattews, que gusto verlo por aquí, ya tenía tiempo en no venir

-Lo se Joe, ¿mi reservación está lista?

-Si señor, todo está como usted lo pidió, sígame

Nos adentramos al establecimiento, había mucha gente, al parecer muchos tenían algo qué celebrar y espero yo también poder festejar, llegamos al salón privado que había reservado, y todo estaba en orden -Joe, la persona que estoy esperando se llama Lea Cooper, en cuanto llegue hazla pasar

-Entendió señor, gusta ordenar ahora o ¿prefiere esperar a su acompañante?

-Me gustaría hacerlo ahora- me trajeron la carta y ordene algo para ambos, algo ligero pero apetecible, mi platillo favorito del lugar y una botella de vino - es todo Joe, puedes retirarte

-Permiso

Espero que esto salga bien, esto tiene que salir a la perfección sé que no será fácil, ella no lo pondrá fácil pero, no me daré por vencido, a pocos minutos tocaron la puerta anunciando la llegada de Lea, yo estaba observando la noche por el ventanal, al darme la vuelta la vi de pie junto a la puerta, vestía un traje formal que consistía en una blusa blanca, falda entallada que le quedaba debajo de las rodillas y un saco el conjunto era de color negro era de esos modernos que se ajustaba perfectamente a su silueta, al principio se notó tímida, pero poco después recobró la cordura, la invite a tomar asiento para poder charlar mejor, ya sentados pude observar su aspecto, era verdad lo que decían, había estado trabajando demasiado que se notaba demasiado cansancio en su rostro y ahí estaba Lea Cooper frente a mí, llego la hora.

En Sus Manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora