Capítulo 57

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LEA.

–Precisamente es que iré a ver...

–No lo harás

–Arthur tengo que hacer algo

–No va a gustarle

–No tiene que gustarle, tiene que hacerlo

–Iré contigo

–No, iré yo sola, además escuche que tendrías una cita con mi cuñada

–¿Cita?, para nada, solo saldremos, eso es todo

–Como sea, nos vemos más tarde, adiós

Desde que arrestaron a Alexander no me habían dejado verlo, ni a mi, ni a su familia, ya pasó un mes y aún nio resuelven nada y yo no podía pasar más tiempo sin ver a Alexander, lo vería si o si

–Te ves muy bien – Nick hablo en cuanto entre a su despacho

–No es una visita social

–No me retracto

–Necesito que consigas que yo pueda ver a Alexander

–Eso no esta en mis manos – siguió revisando unos documentos

–¿No puedes o no quieres? – seguia ignorandome – no me castigues de esa manera, déjame hablar con Alexander por favor, sabes perfectamente que es injusto todo lo que le están haciendo

–Lea, debes mantenerte al margen de todo esto, podrían tomar represalias en contra tuya

–¡No me importa!

–¡Carajo Lea!, el simple hecho de pensar que puedas ir a prisión hace que me doble de rodillas – no supe que responder ante esas palabras –Lea, lamento decirte que estás perdiendo tu tiempo

–Llevo semanas esperando Nick, te lo suplico, has que yo pueda verlo, no te desquites con él por mi culpa

Me miro –Yo no tengo nada que ver con su aislamiento, ¿quién crees que soy?

–Eres tú quien esta haciendo todo esto para lastimarme, ahora te vales de todo esto para arrebatarme al hombre que amo

–Se le está acusando de algo muy grave

–Tú mejor que nadie sabes que Alexander no es culpable, ¡entiendelo!

–Basta Lea, yo podría ser todo lo que quieras, pero jamás haría algo como de lo que me estás acusando

–Entonces has algo para que salga de ahí – suspire y me senté – lo amo más allá de mi misma – Nick comenzó a caminar por la oficina – tienes que ayudarlo, por favor

Se acercó a mi – Si fuera un monstruo como dices, no movería ni un solo dedo para sacarlo de ahí, por el simple hecho de haberme robado a la mujer que más amo, mírame, por mucho que me moleste el hecho de que estés con él, no sería capaz de dejarlo ahí, no quiero volver a ser él causante de tu sufrimiento y también porque se que todo esto es una injusticia, él no merece estar ahí, estamos trabajando todo el maldito día para poder conseguir más pruebas ya que las que presentamos hicieron caso omiso de ellas

–¿Entonces qué pasará con él?, ¿se quedará ahí?

–Por el momento es mejor no hacer conjeturas, pero ten la seguridad de que no descansaré hasta verlo en libertad, ahora déjame ver que puedo hacer para que puedas verlo – hizo unas llamadas – bien, de acuerdo, si solo sería su esposa, efectivamente, claro por supuesto que estoy consciente de que puedes meterte en problemas, vamos es un favor demasiado especial, de acuerdo te lo agradezco mucho

En Sus Manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora