En Sus Manos ©

Capitulo 10

LEA.

Paso el día y aun no tenía noticias del estado de mi papá, mi tía ya se había ido, al final no aguanto tanto cansancio

--Deberías ir a descansar, que tú tampoco estas bien, te hará daño seguir con tantas preocupaciones, ¿te parece si vamos a comer?

--No lo sé, no quiero dejar solo a mi papá

--No te preocupes, le diré a mi chofer que se quede aquí en lo que vamos a comer, anda vamos

Él se acercó a un hombre de aproximadamente 45- 50 años, él fue el mismo que nos trajo los cafés

--Vamos-- me guío a la salida, en la cual había demasiados reporteros

--¿Qué es lo que está pasando?

--No tengo la menor idea

Comenzamos a avanzar al auto de Alexander, al vernos todos los reporteros se abalanzaron sobre nosotros, Alexander para protegerme me paso el brazo por la cintura, por suerte un equipo de seguridad que supuse era de él nos rodeó y guio hasta el auto, lo único que pude entender entre tanto alboroto fue "¿Están juntos?" ahora entendía todo, a Alexander Mattews jamás lo han visto con alguna mujer en público, tal parece soy la primera

Llegamos al restaurante el cual era demasiado concurrido por empresarios, al entrar al establecimiento sentí todas las miradas sobre nosotros, caminamos a nuestra mesa y ordenamos

–Deja de prestarles atención – dijo mientras yo seguía observando a todos

–Es un poco incómodo

–Ya se les pasara no te preocupes

–Oye... mmm ¿te puedo hacer una pregunta?

–Claro, dime– llegó nuestra orden y espere a que se fueran para tener más privacidad

–¿Por qué yo? – me dio una mirada extraña – me refiero a que teniendo a miles de mujeres que supongo no lo durarían ni un segundo en estar contigo, ¿me escoges precisamente a mí? – lo mire fijamente

–No lo sé

–¿No lo sé? en serio, esa es tu respuesta

Suspiro– Tienes razón al decir que tengo a miles de mujeres a mi alrededor, pero todas quieren obtener lo mismo de mi

–¿Qué cosa?

–Mi dinero

–¿No es lo que me estás ofreciendo a mí?

–No es lo mismo

–O sea, no quieres a ninguna de todas las mujeres por qué solo quieren tu dinero, pero a mí me ofreces millones para que me case contigo, ¿la verdad no lo entiendo?

–Es... complicado de explicar, ¿por qué tanta curiosidad? – No le respondí y me límite a encoger los hombros – ¿estás pensando en aceptar?

–No te conozco, no confío en ti, te estoy dando la oportunidad de que me expliques muchas cosas

–¿Acaso no te he demostrado que puedes contar conmigo?

–La confianza es algo que se va ganando, no se da de un momento a otro

–Está bien, dame una oportunidad para demostrarte que puedes confiar en mí

–Ahora bien, explícame el porqué de la boda

–Es una larga historia, así que lo resumiré, mi abuelo al morir dejo una herencia para mí, a lo cual mi padre no le agradó mucho, la única condición que puso fue que al cumplir los treinta años yo ya debería estar casado, y como estuve tanto tiempo ocupado en forjar mi imperio me olvide de dicha cláusula la cual está a dos meses de cumplirse