LEA.
La necesidad de ir al baño me despertó, quise levantarme pero algo me lo impidió, tenía el brazo de Alexander rodeando mi cintura.
–Alexander – susurre – Alexander despierta – intente mover su brazo pero era algo complicado – ¡Alexander! –esta vez hable más fuerte y me moví
–¿Qué pasa?– pregunto adormilado
–Pasa que si en este preciso momento no me sueltas, tendrás la cama mojada
Soltó una risita – Mojada ¿eh?
–Quitate –lo empujé y salí directamente al baño y aproveché para darme una ducha rápida, al salir quería tomar la toalla pero ¡oh sorpresa! no había nada, busqué por todo el baño y lo único que encontré fueron toallas de mano ¡maldición!, no tenía de otra más que pedirle ayuda a Alexander, abrí la puerta del baño y por fortuna ya estaba levantado
–¿Alexander?– asomé mi cabeza por la puerta
–¿Si? – estaba dándome la espalda
–¿Me podrías dar una toalla?
Volteo a mi y en su rostro apareció una risa burlona y se sentó en la cama – Mira la verdad justo en este preciso momento no puedo ayudarte, pero adelante puedes salir y buscarla tu misma
Le di una mirada desaprobatoria – ¿Así es como tratas a tu futura esposa?
–Precisamente por que eres mi futura esposa desde ahora tiene que haber confianza ¿o me equivoco?
–No pienso salir mientras tu estes ahí, así que evitemos todo esto y solo dame una maldita toalla
–Bien –se levanto y salió de la habitación, ¡maldito! tanto le pesaba darme una toalla.
En cuanto el salió no perdi más tiempo y salí a buscar la toalla, me dirigí al armario y ahí estaban las toallas y batas de baño, me seque, no terminó de sujetar la bata cuando él entra de nuevo
–¿Acaso no te enseñaron a tocar?– dije terminado de sujetar la bata
–¿Por qué tocaria?, es mi habitación ¿lo recuerdas?
Paso a mi lado para poder entrar la baño, estaba secando mi cabello, cuando tocaron a la puerta y entro la madre a Alexander
–Buen día Lea
–Buen día Serena
–¿Durmieron bien?
A mi mente llego todo lo ocurrido durante la madrugada –Si, estábamos tan casados que en cuanto caímos en cama quedamos dormidos
–Me alegra, mira te traigo esta ropa para que puedas cambiarte y estés más cómoda, espero y te quede – dejo un pants y una playera sobre la cama
–Gracias –le di una sonrisa sincera, era muy poco el tiempo que conocía a la familia Matthews pero hasta ahora los únicos que me han dado confianza es ella y el hermano de Alexander, ella se sentó al borde de la cama
–Ven siéntate conmigo – me acerqué para tomar asiento a su lado, ella tomo mi mano y observo el anillo que estaba en mi mano –Es exquisito, estoy feliz por su compromiso, me alegra que Alexander haya encontrado a alguien para sentar cabeza y más con una mujer como tu, eres muy hermosa y con clase ahora entiendo él por que Alexander siempre me hablaba de ti
Eso me desconcertó, ¿Alexander hablaba de mi con su madre?, y que es lo que le ha contado si él no me conoce aún, después caí en cuenta que todo era parte del plan –¿De verdad?
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En Sus Manos ©
RandomLea Cooper una de las mujeres más influyentes en el sector empresarial. Alexander Matthews un playboy millonario que está acostumbrado a que todas las mujeres caigan rendidas a sus pies. Un día Lea se ve envuelta en un problema financiero muy grave...