Capítulo 33

16.3K 877 201
                                    

ALEXANDER.


Salí a correr, había despertado temprano así que decidí salir a ejercitarme un poco, logré ver el amanecer, fue un momento lleno de paz

Volvi a casa para ducharme para después hablar con Lea

–Anders buen día, ¿sabes si mi esposa despertó ya?

–Buen día señor, si, la señora está en la cocina, de hecho pregunto por usted

–Bien, gracias

Me dirigí a la cocina y vi a Lea cocinando y charlando con Jaila

–Buenos días señor

Le devolvi el saludo

–¿Qué haces? – pregunte a Lea

–Ayudando con el desayuno, se ve delicioso, deberías ir a ducharte, esto estará listo en unos minutos

–De acuerdo

Fui a mi habitación para una ducha rápida, me arreglé y baje al comedor, pero no había nadie, ¿dónde están?

–La señora decidió salir a desayunar en el jardín – me informó la señora que se hace cargo de la limpieza, nombre el cual no recuerdo en estos momentos

–Gracias

Salí al jardín y efectivamente ahí estaba Lea, acomodando todo

–Todo luce increíble – dije sentandome

–Bueno, deberías agradecerle a Jaila

–¿A que se debe el desayuno en el jardín?

–No lo se, el clima está perfecto, además normalmente desayunamos adentro, quería cambiarlo

–Por mi no hay problema, ¿qué planes tienes para hoy?

–¿Para hoy?, nada de gran importancia, iré a la oficina y en la tarde quería ir a visitar a mi familia

–Bien, pues cambia tus planes, te quiero llevar a un lugar

–¿A dónde? – pregunto con curiosidad

–Es una sorpresa

–No lo se, quiero ir a mi casa, ver a mi papá por que mi tía me aviso que tiene cita médica mañana

–No te preocupes después de lo que te quiero mostrar vamos a visitar a tu papá, también quiero saber cómo esta de salud

Me miro dudosa –De acuerdo, tengo que avisar que no iré, pero después de terminar

–Bien

–Oye, se que no es de mi incumbencia, pero ¿qué es lo que pasa con Frank ?

Me tense, había olvidado la conexión entre Frank y ella –¿Por qué?, ¿te preocupa él? – pregunte soltando los cubiertos

–¿Qué?, no, no es eso, solo que tenía tiempo sin verlo y de repente me busca para pedir ayuda en algo en dónde estas involucrado

–¿Qué paso entre ustedes? – no pude contener más mi curiosidad

–¿De qué hablas? – se hizo la desentendida

–En tu oficina insinuó algo y al salir de ahí me lo tope en el estacionamiento y volvió a insinuarme que algo había pasado entre ustedes

–¿Cuál es la importancia?, lo que sea que haya pasado, quedo atrás, además no tienes derecho a pedirme explicaciones, recuerdo que ayer te pregunté sobre el donde habías estado y me respondiste que no era de mi incumbencia, así que te dijo lo mismo, no es de tu incumbencia, de verdad que ¡es imposible tratar de estar bien contigo! – se levanto de la mesa de forma brusca

En Sus Manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora