Capitulo 12

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LEA.


–Lea, despierta – me tocaron el hombro– anda cariño, ya es muy tarde

–¿Qué pasa? – pregunte toda adormilada

–Iré a ver a tu padre, ¿quieres venir?

–Si, solo dame un momento – me levante e hice mi rutina mañanera y baje a la sala buscando a mi tía, pero no la vi así que le pregunte a una mujer de mediana edad que estaba ahí limpiando – ¿Disculpe, sabe dónde está mi tía?

–Buenos días, señorita... su tía está en el comedor

–Bien, gracias– comencé a caminar y me aclare la garganta para volver llamar su atención – ¿me podría decir dónde está el comedor?

Se rió discretamente y me indicó por donde ir, llegué al comedor el cual era gigante, mi tía estaba sentada comiendo, me senté frente a ella. El servicio llego, me puso fruta y jugo

–El señor dio órdenes de que todo lo que quisieran se les diera, así ¿que necesitan algo más?

–No gracias estamos bien

Mi tía espero que se fueran para hablar–Alexander se está luciendo, que atento de su parte

Bufé –Tía, ¿por qué crees que está haciendo todo esto?

–¿Qué tal si él si está enamorado de ti?

Reí– Tía ¿no has dormido bien?

–Piénsalo Lea ¿por qué teniendo a miles de niñas te escoge a ti?, mira todo lo que ha hecho por tu padre y el problema del embargo, ¿no crees que es mucha la coincidencia?

–Si supieras – dije más para mi

–¿Dijiste algo?

–Nada, que nos apuremos para irnos

Terminamos, nos dirigimos a la sala en la cual se encontraba un mayordomo

–Buenos días, señorita y señora Cooper, él señor Mattews me dejo órdenes específicas de que si quieren salir disponen del chofer y de una escolta para mayor seguridad, así que ¿van a salir?

–Si, iremos al hospital a ver a mi hermano

–Perfecto le diré al chofer y escoltas que se preparen, ¿en qué tiempo piensan irse?

–En diez minutos

–Enseguida, permiso

–Adelante

–Tía, entre las cosas que pudieron sacar de la casa, ¿no viene mi laptop?

–¡Oh!, cierto yo la tengo y también tu teléfono

–Gracias, creí que lo había perdido

–Lo recogí entre tanto alborotó, pero se me ha olvidado dártelo, ya sabes por todas estas cosas, pero bueno ahorita te lo traigo – subió a su habitación por su bolso, me dio un poco de sed así que me dirigí a la cocina y ahí está la misma señora que me había dado las indicaciones antes, al entrar ella me atendió amablemente

–¿Se le ofrece algo?

–Solo venía por un vaso de agua, pero yo puedo tomarlo no se preocupe –me encaminé a donde estaban los vasos, pero la señora me detuvo

En Sus Manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora