LEA.
–Está reaccionando, Lea cariño ¿cómo te sientes?
–¿Qué fue lo qué pasó?
La cabeza me dolía y me sentía muy mareada, fui abriendo los ojos cada vez más para poder aclarar mi vista, lo primero que note es que ya era de día, los rayos del sol se colaban a través de la ventana, era una ventana demasiado grande, observe a mi alrededor y me puede dar cuenta de que esa no era mi habitación. Al observar mejor vi a cuatro personas a mi alrededor mi tía, Alexander y las otras dos supuse que eran personal de servicio
–Te desmayaste– Alexander hablo en un tono serio– todas las preocupaciones se te vinieron encima, a eso agrégale el hecho de que te has descuidado bastante, lo de tu padre más el caos del embargo, pues tu cuerpo lo resintió
–¿Dónde estoy?
–En mi casa, las autoridades confiscaron todas tus propiedades, así que le ofrecí a tu tía que se quedaran aquí en lo que se arreglan las cosas
–No, nosotras no podemos quedarnos aquí – trate de levantarme de la cama, pero todo comenzó a moverse – muchas gracias de verdad, pero no queremos dar molestias
Alexander suspiro – Lea no tienen a donde ir, tus cuentas están congeladas y tus propiedades las tienen las autoridades ¿a dónde piensas ir?
–No lo sé, ya veré qué hago, pero nosotras no podemos...
El celular de Alexander sonó – Disculpen –contestó y salió de la habitación
–Lea por dios, ¿acaso no te das cuenta de lo grave de la situación? Yo acepte la ayuda de Alexander pensando en todo esto, no tenemos donde ir hija, deja el orgullo a un lado y acepta la ayuda que nos está ofreciendo
Mi tía tenía razón, no me quedaba de otra más que aceptar su ayuda.
–¿Cómo fue que me desmayé?, lo único que recuerdo es que él agente me estaba comentando toda la situación y de ahí todo es confuso
–Todo pasó muy rápido, Alexander te atrapo antes de caer... me asusté mucho, él no perdió el tiempo te cargo para sacarte de ahí e inmediatamente te trajo para acá
–¿Esas son nuestras maletas? – dije observando a una esquina de la habitación
–Si el agente tuvo la amabilidad de dejarnos sacar unas cuantas cosas
–Creo que tomaré una ducha
Paso el día y no había vuelto a ver a Alexander desde la mañana, mi tía había cocinado una sopa que me cayó bien, ya era de madrugada y tenía sed así que baje a buscar la cocina, la casa era enorme y el diseño era muy elegante, el ambiente se sentía muy frío al parecer Alexander no le pone mucho empeño a su decoración, pase por la sala de estar llegue al fondo del pasillo donde estaba una puerta así que abrí pensando que era la cocina, al abrir me di cuenta de que no lo era, era un estudio y vi a Alexander sentado revisando lo que creo eran unos papeles, decidí salir sin hacer ruido
–Creí que ya estabas durmiendo
Me sobresalté, pues no levantó la mirada en ningún momento o al menos no que yo lo haya notado –No, bueno solo quería un vaso con agua, pero no sé dónde está la cocina así que llegue aquí, pero disculpa sigue haciendo lo que sea que estás haciendo– estaba a punto de cerrar la puerta cuando el hablo
ESTÁS LEYENDO
En Sus Manos ©
RandomLea Cooper una de las mujeres más influyentes en el sector empresarial. Alexander Matthews un playboy millonario que está acostumbrado a que todas las mujeres caigan rendidas a sus pies. Un día Lea se ve envuelta en un problema financiero muy grave...