Capítulo 61

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LEA.

Al despertar creía que todo había sido una pesadilla, que todo estaba bien entre nosotros

Pero desgraciadamente la evidencia era difícil de ignorar, había demasiados cristales por el piso

Me sentía fatal, me sentía mal y furiosa conmigo misma, todo esto lo pude haber evitado si hubiera hablado con la verdad desde un principio, pero no, no lo hice y me arrepiento tanto

El recordar el odio con el que Alexander me miraba y hablaba, hacia que mi corazón se estrujara

Busque mi teléfono para intentar llamar a Alexander con la esperanza de que contestara y pudiéramos hablar, intente una y otra y otra vez sin obtener respuesta alguna

Marque otro número –Arthur, ¿puedes venir?, te necesito – trate de controlar mis emociones

–¿Qué sucede?, ¿estás bien?

– Aquí te explico,

Termine la llamada, con todo mi pesar subi a la habitación para comenzar a hacer  mis maletas

Minutos después tocaron a la puerta

–Adelante

–¿Pero qué fue todo lo que...? – Anders entró y guardo silencio al ver lo que estaba haciendo – ¿por qué estás haciendo maletas?, ¿qué pasó? – llego a arrebatarme la ropa que tenía en las manos 

–Alexander me corrió, eso pasó

–¿Pero qué le pasa?, yo hablaré con él – comenzó a caminar por toda la habitación

–No – dije firmemente – no te vas a meter en esto, Alexander tiene argumentos válidos para hacerlo

–¿De qué hablas?

–Todo se trata de un mal entendido, si yo le hubiera dicho las cosas desde un principio nada de esto estaría pasando

–No entiendo

–Hace cuatro años en un viaje de negocios conocí a un hombre del cual me enamoré profundamente, salimos durante un tiempo, creí que tendríamos una relación duradera, pero no fue así, una noche fue a mi hotel a decirme que no podía continuar con la relación, en pocas palabras me dejo, sin darme explicaciones ni nada, eso me afectó de una manera increíble y ya después decidí seguir, regresar aquí y volver a mi rutina, pero de alguna manera siempre tuve la esperanza de que volvería

–¿Qué tiene que ver todo eso con esto?

–Que esa persona es Nick

–¿Él abogado?

Asenti – Ahora Alexander está malinterpretando las cosas, cree que le estuvimos viendo la cara todo este tiempo, cosa que no es así y ayer me pidió que me fuera de aquí a primera hora, por eso estoy haciendo mis maletas

–¿Estás bien? – Arthur llego

– Yo los dejo solos un momento, iré a preparar té

–¿Dónde está él?

–No lo se, se fue

–¿Se atrevió a hacerte daño?

Negué y ya no pude seguir conteniendome, rompí en llanto – Me corrió, no me dio la oportunidad de explicarle las cosas, piensa lo peor de mi, ay me quiero morir, me quiero morir

Arthur me abrazo para consolarme al fin y a cabo él ya tenia experiencia en eso

–Vamos, es mejor que salgamos de aquí cuánto antes

En Sus Manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora