Capítulo 26

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ALEXANDER.


Hace siete días que habíamos llegado a la ciudad donde seria el evento al que Lea fue invitada, estos días ha estado muy rara, hemos salido a comprar todo lo que vamos a usar, literalmente parecíamos un matrimonio feliz, había ciertos momentos donde se me perdía por completo, era en esos momentos en lo que pensaba que me había abandonado, pero no, horas después ella estaba de vuelta en el hotel, la situación era un va y ven.

Hoy era el dichoso evento, Lea se había ido a arreglar, yo solo tomaría una ducha y me alistaria.

Paso aproximadamente tres horas y ya teníamos que irnos a la recepción

–Lea, tenemos que irnos ya

–Si, si, ya voy –salió del baño poniéndose los aretes – bien, estoy lista, ¿qué te parece?– se dio vuelta para que pudiera observar mejor el vestido de color rojo que por cierto le sentaba muy bien, era un vestido elegante, nada exuberante, realmente lucia hermosa

–Luces hermosa

–Gracias, pero es hora de irnos– tomó su bolso y salió de la habitación

La seguí hasta que subimos al auto para comenzar con nuestro camino, estos días Lea a estado de mejor humor conmigo, ya no está tan a la defensiva, hasta cierto punto cariñosa, pero solo es por momentos, he llegado a pensar que es bipolar, pero a pesar de todo, he disfrutado este viaje.

Llegamos a un hotel donde se llevaría acabo el evento , había demasiadas personas, todas unidas por una sola razón, la beneficiencia.

Bajamos del auto, los reporteros se acercaron a nosotros para obtener una fotos del recién matrimonio, al entrar pude reconocer a uno que otro conocido.

Cenamos y convivimos con todos los que estaban ahí, paso el tiempo, el ambiente era bueno, todos conversando y uno que otro negociando

–Ahora vuelvo– Lea se separo de mi, traté de ver a donde iba, pero entre tanta gente fue imposible seguirla

–Alexander – una mujer me tocó el brazo, volteé a verla, era una mujer relativamente simpática y de buen cuerpo

–¿Disculpa?,¿te conozco?

–¿No te acuerdas de mi?

–No, la verdad no, una mujer como tú seria difícil de olvidar

Soltó una risita– Nos conocimos en la convención de construcciones del año pasado, ¿acaso no recuerdas nuestra aventura?

–Si, ya te recuerdo Mandy ¿cierto? – la verdad no tenía idea de quién era

–Stela – me corrigió

–Claro, Stela, ¿qué ha sido de ti?

–Nada interesante, este año no ha sido el mejor, no hemos tenido el crecimiento esperado

–Lamento mucho oír eso – Lea apareció en mi campo de visión, parecía estar hablando con alguien pero por las personas no pude observar bien con quien estaba, justo en ese momento una pareja que estaba frente a ellos se movió, así que pude observar mejor, Lea estaba con un hombre que para mi gusto estaban demasiado cariñosos

–¿Y qué hay de ti?

Perdí la paciencia cuando él tipo de acerco demasiado a ella, pero lo que más me molesto fue que ella no lo alejara –Discúlpame– pase a un lado de ella, comencé a caminar, varias señoritas trataron de llamar mi atención en el camino, pero para mi desgracia, la única que me importaba estaba a escasos metros de mi, llegue a ella y la tome de la cintura –¿Interrumpo algo? – Lea se tenso en cuanto sintió mi mano, y al tipo se le borró la sonrisa que tenía en su estupido rostro

En Sus Manos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora