Relatos de la manada oeste.

El hombre

Hay situaciones raras en esta vida, si, es cierto y es lo común encontrarse con cosas donde uno dice:

¡¿Que sucede aquí mundo?!

Y viniendo de mi mundo, si , puedo decir que es ya común lo extraño y lo raro.

Aunque hoy, pese a todo lo loco que había visto en mis pocos años de vida, incluyendo a la loca de la señorita Ellis, esto era increíble y locamente contradictorio.

¿Cómo llamarlo? ,¿Amigo de tu enemigo?, ¿Amigo mortal ? ,¿Infiltrado ?

¡No lo sé!

Quién presumía de sus actos heroicos era el humano , el otro al parecer solo se quedaba allí en silencio,soportando todas las idioteces del otro.

Pero, ¿Por qué?

¿Acaso no sabría de su naturaleza ?

¿Sería el pobre humano tan ignorante, qué no sabía que quién lo acompañaba era un hombre lobo? , ¿qué lo que profesaba destruir con orgullo era la naturaleza de su compañero de viaje?

Pues al parecer no.

O el cambiaforma estaba ahí por otra razón, tal vez lo vigiliba , o tal vez estaba revelado contra su propia especie.

No sabe uno que tipo de locos hay por ahí.

Bueno, sinceramente no lo sabía ,ni mucho menos entendía esta situación.

Miré a Joe que estaba frente a mi con el ceño fruncido. Pues ambos estábamos teniendo una cena espectacular, y una noche hermosa, hasta que el par de hombres cruzaron el umbral de la puerta del restaurante, y el humano comenzó a hablar de los lobos que había asesinado. Unas historias menos creíbles que otras. Estaba pensando incluso que el humano jamás se había enfrentado de verdad a un cambiaforma. Parecía uno de esos aficionados a las historias de terror, que creía en su existencia pero jamás había encontrado una prueba.

Sus palabras eran susurros y tal vez lo decían entre ellos, en su mesa, pero a nuestros oídos era como si lo estuvieran gritando a todos.

Para ajustar a eso, pese a que este es un pueblo pequeño ,y no hay manadas grandes, había uno que otro cambiaforma que vivía pacíficamente en este pueblo. En este preciso momento, habían dos chicas en el restaurante más nosotros dos. Éramos cuatro cambiaformas en total, sin incluir al hombre extraño que venía con el supuesto "cazador de hombres lobo" .

Las chicas se veían nerviosas, sentí la mirada de una de ellas, no las conocía, pero éramos de la misma especie, existía la compresión, así que solo asentí . Y ella entendió el mensaje. Pidió la cuenta rápidamente y se dispuso a salir con su amiga. Sin decir nada al respecto .

- Joe , deberíamos irnos también, pueden ser patrañas de este idiota, pero no me gusta como huele- le dije sin dejar de mirar al sujeto, sentía una total repulsión hacia aquel hombre. Ya me saboreaba el miedo que podría causarle a su mente.

Era maldad que yo deseaba devorar.

Joe me tomo de la mano con delicadeza.

- cálmate Simón- susurró con sus bellos ojos llenos de preocupación
- estás gruñendo -

No lo había notado, pero sentía la adrenalina subir a mi cuerpo. Me estaba emocionando y mi cuerpo respondía a la idea de cazar .

Respire profundamente, intentando controlar mi propia mente.

- tienes razón, necesito control- le dije a Joe intentando centrarme.Sabía hacerlo, podía hacerlo. De esta forma halle claridad en mi mente - además, sí salimos de aquí a prisa sin terminar la cena, les daremos sospechas- le dije en un volumen muy bajo pero no en un susurro. Si bajaba el tono se escucharía más a los oídos del lobo ese, de esta forma , mi voz se perdía entre la de los comensales, por lo menos mi habilidad me permitía diferenciar muy bien cada tono, cada frecuencia , y camuflar nuestra conversación. Joe lo captó de una sin necesidad de decirle algo e imitó mi acción.