Relatos de la manada oeste.

Escondidas

¡Mierda ,mierda !

Pensé extremadamente asustado cuando me giré para darle la espalda a los dos hombres que pasaron junto a mi.

Leonardo había salido junto con su hermano, y para mí mala suerte se habían acercado a la barra mientras discutían. De reojo ví que Andrei se quedó conversando con uno de los barman mientras Leo y Vicktor seguían hablando.

Estaban a tal vez unas dos personas de distancia.

Sí me movía rápidamente sospecharían de inmediato. Sí me quedaba podía correr el riesgo.

El nerviosismo me golpeó de inmediato ¡¡¡¿QUE HAGOOOOO?!!

Sentí una corriente de adrenalina bajar por mi cuerpo cuando la voz irritada de Leonardo llegó a mis oídos. Pese a toda la música podía escucharlo claramente.

- no me parece una buen idea Viktor, no soy un maldito chef -

- por enésima vez Leonardo, no tienes nada que ver con la comida. La idea es extender a un restaurante. Seguirás de gerente, el chef es quien se encarga de la comida no tú -

-¿Gerente de un restaurante? Te has vuelto loco - remarcó Leonardo con fastidio.

- gerente de una de las extensiones del club, es un club de clase , podemos poner todas las extensiones que querramos , dará más empleo y atraerá nuevos clientes - explicó Viktor.

Solo alcé mis cejas mientras tomaba otro sorbo de mi bebida.

Sino podía salir corriendo de aquí por lo menos podía enterarme del chisme.

Di otra mirada hacia los hermanos, cuando ví como Leonardo se pasaba la mano por el cabello con cansancio.

¿Cuándo diablos sacaré el valor para ir a hablarle?

Sé que estaba siendo tan estúpido. Pero es que no era capaz. Me sentía seguro desde las sombras porque ni por la apariencia, a menos que me viera la cara de frente, ni por el olor , a no ser que me oliera detenidamente sin todas estas personas alrededor podría darse cuenta de mi identidad.

Y eso era una mierda, porque me sentía como un acosador.

Leonardo llamó a uno de los barman con la mano y pidió un trago. Antes de que se lo llevarán llevó su nariz al aire.

-me estoy volviendo loco y tú no ayudas Viktor- dijo Leonardo

- a mi no me culpes de tus males hermano, yo solo estoy pensando en negocios , ya tus cosas personales vienen por otra parte - dijo su hermano.

- locura es locura Viktor. A veces siento ese olor como a... pinos ,¿Aquí ? ¿Qué tan loco tengo que estar para que una disco me huela a pinos ?-

- Leo..- dijo Viktor está vez cambiando su tono de voz a uno más calmado.

- y es que así huele él- completó Leonardo.

Cuando dijo eso se me paró el corazón, me esta dando un infarto.

- y me estoy cansando de esto, estoy harto Viktor -

Pues sí antes me había dado un casi infarto en definitiva ese infarto me mató, porque sus palabras me llenaron de pánico. ¿Estaría harto de mi olor ? , ¿Ya no me quería ?, ¿Pensará que fui tan idiota al irme que ya no me quiere al lado ?

Pues sería lo más lógico, dejar al inmaduro a un lado y reconstruir su vida. ¿Tendrá otra pareja ahora ?

Mientras mi mente corría con mil dudas. Leonardo y Viktor tomaron sus bebidas y subieron las escaleras hasta el balcón que solían usar.