Relatos de la manada oeste.

La entrega

Es increíble como una situación sencilla puede volverse en todo un caos de película.

Esa misma mañana habíamos salido del hotel temprano, y habíamos llegado al punto de reunión. Ya teníamos planeado que Andrei se quedaría en un edificio frente al que se tendría el encuentro con los contrabandistas, vigilando por sí algo se salía de control y la ayuda de sus habilidades sería lo último a la hora de escapar.

Ese era el plan B, el A era atacar a todos y luego salir huyendo.
Eso, sí y solo sí todo se descontrolaba.

El mejor prospecto que llevaba en mi mente , era de entrar, que nos entreguen la sangre de arquirio, nosotros el dinero y salir para nunca jamás volver a verlos.

Media hora después de tener todo acordado entre nosotros, y el dinero en un fajo en mi chaqueta, nos dirigimos al lugar , Dave iba  en el medio seguido de Leonardo y mi persona; todos entramos en el edificio propuesto por el jefe de esa organización. Aún me preguntaba cómo había hecho Dave para tener el contacto de un hombre así. Tragué en seco cuando cruzamos el lobby del lugar. No era lujoso , tampoco una pocilga, un edificio muy sencillo, pero organizado , oficinas viejas no muy llamativas pero sin perder su toque.

Nadie pensaría en este lugar como la guarida de unos tipos así.

La recepcionista saludo amablemente y sin preguntarnos nada , miró a Dave y le dijo el número de piso.

16

Diablos , eso era demasiado alto para mí gusto. No es fácil escapar si necesitas bajar 16 pisos primero.

Leonardo a mi lado iba tenso , serio y muy muy tenso. Casi sentía que sus músculos iban pegados.

Dave no espetaba ni una sola palabra. Aunque puedo decir que por sus hombros tan rígidos el hombre iba nervioso.

Y aunque yo también iba en silencio, el pánico me tenía preso. Esto era lo más arriesgado que había hecho en mi vida. Y no porque tuviera un posible enfrentamiento, era más el miedo a lo desconocido, a lo que no sabíamos que podía pasar.

Cuando las puertas del elevador se abrieron solo se visualizo una puerta al final del corredor.

Dios mío .

Fue lo único que pude pensar. Intenté olfatear pero a mí nariz llegaban la mezcla de muchos olores de cambiaformas y mortis , eran tantas especies que no sabía identificar cuántos o donde , mi olfato era pésimo para eso.

Aunque al solo dar unos cuántos pasos el sonido de 12 corazones sí llegaron a mis oídos. Nos estaban esperando una gran cantidad de personas.

Dave nos miró a ambos cuando llegamos a la puerta, esta de inmediato se abrió.

-¡Ah bienvenidos!- dijo un hombre alegre sentado detrás de un escritorio. Una gota de sudor bajo por mi sien cuando note que las otras once personas eran sus guardaespaldas.

La mirada del hombre paso por mi y por Leonardo.

- ¡Oh veo que has mejorado Dave ! Cuéntame ahora para quién trabajas , ¿dos lobos jóvenes de guardia eh? -

Dave dió un paso seguro.

- no creo que sea el tema que ahora nos compete - dijo el médico tranquilo.

- pensé que habías cambiado algo , al menos por los viejos tiempos- aunque sus palabras no fueran malas su tono y sonrisa decían todo lo contrario.

Leonardo y yo seguíamos con la mirada fija y la pose lista.

- no mucho en realidad, estamos aquí por negocios ¿No?- preguntó Dave.

- así es - respondió el hombre sonriendo mientras se recostaba en la silla. Su mirada se quedó en Leonardo unos segundos antes de pasar a mi .