Relatos de la manada oeste.

"Te amo. III"

Esos ojos divinos que tiene Simón lo atrapan a uno en un revoltijo de emociones. Dos perlas fijas , peligrosas, traviesas y a la vez llenas de dulzura hacen que algo raro me baje por todo el cuerpo, una sensación difícil de explicar. Algo que llena el alma de calor, tranquilidad , como sí respiraras y te sintieras en paz.

Esas ganas inmensas de no dejarlo de ver , de grabar cada detalle de su apuesta anatomía , de ese rostro varonil y sexy , con una pequeña sonrisa  que ahora me dedicaba .

Pasé mi mano por su rostro,detallando cada surco con delicadeza.

- Joe - suspiró Simón .

- no te preocupes mi ángel, todo está bien. Todo estará bien -

- yo ...- ví su intento por explicarse.

- tranquilo , lo sé, cada detalle y pensamiento, lo sé, no me alejaré de ti , nunca más -

Ví como cerró sus ojos

- gracias- susurró

Negué con la cabeza, él no tenía nada que agradecer de mí.

- perdóname, lo menos que tenía que hacer en ese momento era gritarte, pero espero que también entiendas mi punto en ese... momento- me disculpé.

Simón posó su mano en mi rostro también.

- lo entiendo, te perdono- me dijo, justo antes de acercarse , sus labios estaban a tan solo a unos milímetros.

- solo quiero que comprendas porque lo hice -

Suspiré.

- lo comprendo aunque no estoy de acuerdo, pero lo hago y siempre , siempre estaré de tu lado , no importa que Simón -

Decidí acortar el espacio entre nuestros labios , saboreando su pequeña y dulce boca. Atraje a Simón hacia mi , subiendolo a mi regazo.

- Joe - su mirada estaba llena de un poco de anticipación, otro de nerviosismo y de una mayor parte de deseo .
Pasé mis manos por su cuello, mirándolo luego a los ojos.

- hazlo - me dijo

-¿Estás seguro ?-

- ¿Y tú ?- fue su pregunta, solo me basto con mirarlo un segundo para exponer mi cuello en el mayor gesto de confianza y sumisión.

Simón saco lentamente sus colmillos sin despegar sus ojos de mi , se acercó , hasta que sentí la mordida de reclamación sobre mí. El instinto me llevo a marcar de la misma forma a Simón , mis dientes se clavaron en su tierna carne mientras mi boca se llenaba del delicioso manjar que era su sangre.

Haber creado el lazo de unión ,fue como abrir una puerta, una liderada por el más vil y puro instinto.

Retire las prendas que cubrían tal maravilla de cuerpo. Tampoco tenía que ser un loco con la persona que más me encantaba en todo este mundo. Lentamente una a una , fue cayendo de su cuerpo. Mientras pasaba mis manos por sus brazos , abdomen y piernas. Degustando sus labios con pasión en el proceso.

Me senté en la cama con Simón sobre mi sintiéndolo lo más cerca posible, tocando cada rincón de su piel.

Sus ojos estaban húmedos , vidriosos y muy ansiosos.

- serás mío - fue todo lo que dije besándolo de nuevo.

- hace mucho lo soy - fue toda su respuesta.

Me giré en la cama para poner su espalda contra el colchón, para terminar de quitar la última prenda que no me dejaba observar la perfección en su esplendor.