-Narra Alexa
Mica: si, alguna vez le he visto por el barrio
Alexa: ¿y como se llama?
Mica: creo que se llama Mateo. Es el típico niño de mamá y papá que le dan todo lo que quiere porque es un gran estudiante
Al decirme eso Mica, se me quitó todo el intereses en el. Yo prefiero chicos que pertenezcan a mi mundo, no a gente con dinero y que consigue todo lo que quiere.
Además, esos chicos suelen ser de relaciones duraderas, que a mi, sinceramente me dan asco. Soy más de que después de lo que llegue a hacer con cualquier chico para mi al día siguiente es inexistente.
Salgo de mis pensamientos y me acerco a mis amigos para pasar la mañana en condiciones.
Cuando pasan 4 horas, me despido de ellos y voy hacia la escuela de mi hermana a recogerla.
Valentina: hola tata -dijo feliz al verme-
Alexa: hola Valentina -sonrei- ¿que tal lo has pasado?
Valentina: bien -sonrió- oye...
Alexa: dime
Valentina: ¿entonces esta noche tampoco vamos a poder estar juntas?
Alexa: ya te dije que no -respondí enfadada-
Al segundo me sentí mal de responderla así de borde, pero me salió solo.
Las noches son muy importantes para mi: es el único momento en el que soy capaz de desconectar de todo.
Al llegar a casa le di de comer a mi hermana ya que mi padre no se donde estaba, aunque tampoco es que me importe. Si, mi relación con el no es que sea muy buena.
Voy a mi habitación y me acuesto un rato para poder descansar.
Unas horas después suena la alarma, cojo el móvil y veo la hora: 21:15, perfecto.
Doy de cenar a Valentina y me despido de ella.
Llegó el momento de deshacerme de mis problemas.
