-Narra Mateo
5 de Octubre.
Estaba caminando junto a mi hermano para ir hacia la floristería del barrio a complarle a Alexa unas flores y después me pasaría por alguna juguetería y le compraré un peluche de un oso gigante. Cuando nos conocimos me di cuenta de que su habitación la tenía llena de peluches, como una niña pequeña. Además me contó que siempre había queriso uno gigante pero que nunca lo llegó a tener, por lo cual pienso que es un regalo perfecto para agradecerlo todo lo que ha hecho por mí en tan poco tiempo.
Emi: estamos yendo a por el reglo de Alexa, ¿no?
Mate: si -respondí ccon una sonrisa de oreja a oreja-
Emi: ¿es su cumpleaños y no me lo has contado?
Mateo: -reí- Emi, no es su cumpleaños
Emi: ¿entonces porque le haces regalos? A mi solo me compras cosas cuando es mi cumpleaños
Mateo: -volví a reir al escuchar su respuesta- esto es muy distinto, cuando crezcas lo entenderás
Emi: pues que sepas que me parece muy injusto -dijo indignado-
Decidí ignorarle y seguir con nuestro camino hasta llegar a la floristería [...]
Después de 20 minutos ya habíamos cogidolas flores, opté por un ramo de rosas rojas, y estábamos ya llegando a la juguetería.
Dependienta: ¿entonces te llevas este?
Mateo: si, yo creo que me decanto por este
Dependienta: perfecto -sonríe- pues serían 1700 pesos
Mateo: -le doy el dinero y recojo el peluche que estaba tumbado en el mostrador-
Dependienta: perfecto, gracias
Mateo: -sonreí y salí de la tienda-
Ahora iríamos hasta mi casa para preparar todo y dárselo esta tarde.
Mateo: ¿tu crees que le gustará?
Emi: yo creo que si -sonríe- eres todo un caballero
Mateo: mira que eres bobo eh -le doy un suave golpe en el brazo-
Emi: se nota que estas enamorado de ella -me mira-
Mateo: ¿tanto se n...?
No pude acabar la frase, cuando me quise dar cuenta estábamos cruzando por un semáforo y un coche a alta velocidad y sin frenar me atropelló.
Mi reacción fue tirar el peluche y las flores hacia delante; después empujar a Emi para que no le pasase nada. Pero cuando quise moverme yo, ya era demasiado tarde.
-Narra Alexa
Estaba sentada en un sillón al lado de la cama donde se encontraba inconsciente Mateo.
Llevaba ya una hora allí, no me habia movido ni para ir al baño, necesitaba estra con él el mayor tiempo posible.
Alexa: te quiero muchísimo Mateo -dije siendo consciente de que no me iba a escuchar-
Empecé a imaginarme lo peor, y ahí fue cuando me di cuenta de que mi vida sin Mateo no tendría sentido.
No sabría que hacer si él no estuviera a mi lado , se ha convertido en alguien imprescindible en mi día a día.
De repente escucho que alguien abre la puerta. Me giro con esperanzas de que sea algún médico para que me diese una buena noticia, pero me encontré con Emi, quien tenía los ojos rojos e hinchados de tanto llorar
Alexa: dime peque -me acerco a él-
Emi: ¿que tal estás?
Alexa: bueno, más o menos -sonrío- ¿y tú?
Emi: ahora mejor, la compañía de Valentina me ha ayudado mucho
Alexa: me alegro un montón -le doy un abrazo-
Emi: venía a darte una cosa
Alexa: ¿a mí? ¿el que? -me quedé sorprendida-
Emi: es un regalo que te tenía Mateo que compramos esta mañana
De repente veo que sale de la habitación y cuando vuelve a entrar viene con un enorme oso de peluche.
Inconscientemente una sonrisa aparece en mi cara al recordar que Mateo se acordó de lo mucho que me gustan los peluchces y lo mucho que quería ese oso.