-Narra Alexa
A los pocos minutos me llega un mensaje de Mateo "vale, enseguida voy"Así que me levante de la cama y fui a peinarme un poco porque los pelos de loca que tenía después de haberme dormido esa pedazo de siesta eran tremendos.
Al rededor de 10 o 15 minutos suena el timbre.Alexa: hola -digo abriendo la puerta y ver a Mateo ahí-
Mateo: hola -sonríe- gracias por darme la oportunidad de vernos
Alexa: pasa -digo abriendo paso y haciendo un gesto para que entre-Me senté en el sofá y posteriormente el hizo lo mismo. Se produjo un silencio bastante incómodo que yo la verdad que no tenía el valor suficiente para interrumpirlo.
Mateo: bueno, supongo que hablaré yo
Alexa: eras tu el que querías hablar conmigo.
Mateo: allá voy -tosió para aclarar la voz y se reincorporó en el sofá para ponerme más cómodo- Cuando te vi la primera vez quedé atónito porque quería conocerte más, saber más de ti, pero mi forma de ser de aquellos tiempos y mis propósitos de vida no me permitían hacerlo. Pero poco a poco fuimos coincidiendo en más sitios y cada vez tenía más intriga por conocerte. Sabía que no eras una chica cualquiera, sabía que cada pedazo de ti te hacía aún más única y perfecta.
Y ahí llegó cuando nos besamos por primera vez. En ese momento sentí cosas que con ninguna otra chica llegué a sentir. Miles de mariposas recorrían cada centímetro de mi estomago, sentía electricidad por todo mi cuerpo, ganas de no dejar de besarte nunca...
Poco a poco me fuiste gustando más pero yo lo intentaba ocultar saliendo con Lucia, aunque era obvio que no podía, cada vez que te tenia cerca sentía la necesidad de darte por lo menos un beso.
Alexa tu me has hecho cambiar, y no quiero que pienses que ahora soy así por ti, porque no.
Tú me has hecho mejor persona cada día que pasábamos juntos. Me has hecho que pase los meses más felices de mi vida.
No sabes bien lo que es estar contigo: ver como arrugas la nariz cada vez que te enfadas, ver todos tus moños mañaneros que tanto me encantan, ver como cuidas de todo lo que está a tu al rededor, ver lo mucho que odias las cosquillas y como te enfadas cada vez que te las hacía, ver la luz que desprendías con tu sonrisa. Te prometo que cada segundo a tu lado vale oro.
No se bien que decidirás después de todo esto, pero quiero que sepas que me arrepiento de mis comportamientos de niño pequeño que tuve durante el tiempo que estuvimos en España, me arrepiento de todo el daño que te haya podido causar inconscientemente. No sería capaz de hacerte lo mismo, de hacerte daño, de hacerte pasar por una situación igual, de hacerte que derrames lágrimas por mi.
Quiero pasar el resto de mis días a tu lado, que seas lo último que vea antes de dormirme y lo primero que vea al despertarme, miles de viajes mas a tu lado, de aventuras, de locuras, de felicidad... Quiero volver a lo de antes, a ese amorodio que tanto me encantaba, a esas discusiones donde siempre acabábamos entre besos...
Te quiero Alexa, te quiero mas de lo que te piensas y eso nunca va a cambiar por mucho tiempo que pase.
Alexa: -no sabía bien como reaccionar, alguna lágrima estaba recorriendo mi mejilla, había quedado hipnotizada por todas esas palabras que me acababa de decir-
Mateo: ¿y bien...?