CAPÍTULO 53

1.1K 60 4
                                    

-Narra Alexa
Me gire y pude ver a Mateo que ya iba un poco borracho, cosa rara en el

Alexa: ¿que haces? -dije mirándole a los ojos-
Mateo: no, ¿que haces tu perreando con todos esos chicos?
Alexa: primero de todo, no estoy perreando con nadie, y segundo, puedo hacer lo que quiera.
Mateo: -se quedó mirándome confuso-
Alexa: enserio Mateo, ¿que te pasa? tu no eras así.
Mateo: la gente cambia, ¿verdad?
Alexa: pero yo quiero que vuelva el Mateo de antes, del que me enam... -no acabe la frase-
Mateo: ¿del que...? -dijo con intención de que la acabara-
Alexa: nada, da igual
Mateo: eres preciosa enana -se acercó a mi para besarme-

Puse mis brazos al rededor de su cuello y le seguí aquel beso. El puso sus brazos en mi cintura y con sus manos iba bajando poco a poco hasta mi culo.

Mateo: ¿vamos al baño?
Alexa: vamos -le mordí el labio para después separarme, agarrarle de la mano e ir hacia el baño de las chicas.-

Entramos al baño y cerré la puerta empujándole a el contra ella.
Comencé a besarle el cuello dejándole pequeñas marcas.

Alexa: Mateo
Mateo: dime -suspiro-
Alexa: te quiero

Entonces, el me cogio la cara con sus dos manos dejándome a centímetros de la suya pudiendo notar como su respiración agitada chocaba contra la mía.

Mateo: -me mira los labios para después subir su mirada hasta mis ojos- yo también

Al escuchar esas palabras un alivio recorrió todo mi cuerpo.
Tenía miedo de decírselo y que sus sentimientos no correspondieran a los míos, pero parece ser que si.
Lo agarro del cuello y nuestros labios se vuelven a juntar.
Empieza con un beso lento, nuestros labios rozándose lentamente para después convertirse en un beso apasionado. Los besos de Mateo eran los mejores que alguien me había podido dar.
Sentir nuestras respiraciones agitadas, nuestros labios rozarse, sus manos en cualquier parte de mi cuerpo... era un sensación única e inexplicable.
El sabe lo que tiene que hacer y donde lo tiene que hacer para volverme completamente loca en cuestión de segundos.
Puede que Mateo no tuviera mucha experiencia, pero cuando estoy con el me lleva a otro lugar.
Comenzó a levantarme la camiseta cuando alguien llama a la puerta.

X: ¿Alexa? ¿Eres tú?
Alexa: es Jaz, ¿no? -susurre-
Mateo: si, creo que si
Alexa: si, soy yo, ¿que pasa?
Jaz: necesito que salgáis del baño, Abel está teniendo problemas
Alexa: ¿problemas? ¿que pasa? -abrí la puerta-
Jaz: se ha metido en una pelea
Mateo: ¿que? se van a enterar esos hijos de puta -salió corriendo-
Alexa: vamos, no quiero que Mateo también se pegue con alguien.

Pero cuando llegamos ya era demasiado tarde, Mateo estaba pegándole puñetazos a un chico. Si, ese Mateo que nunca fumaría, bebería ni pegaría a alguien, el mismo.
Fui corriendo hacia el y le saqué de todo el montón de gente.

Alexa: ¿se puede saber que haces? -grité-
Mateo: no voy a dejar que peguen a mi amigo
Alexa: estoy harta de que te comportes así
Mateo: vaya, lo dice la que se pegaba con cualquiera y bebía y fumaba sin parar
Alexa: si, y sufrí mucho siendo así, nunca conseguía la felicidad plena. Pero cambié y lo hice por ti, pero por lo que se ve tú no estas dispuesto a hacerlo, así que si sigues así olvídate de mi...

FORELSKET | TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora