Yuri giró el delineador entre sus manos mientras decidía qué era lo que iba a hacer. Por un par de segundos se planteó la posibilidad de que quizá no era una buena idea, aun cuando sabía que esa vez al ser una fiesta fuera del colegio, no había estúpidas normas que le impidieran cómo vestirse, o si debía usar maquillaje en el rostro o no. Se vio en el espejo del baño y se delineó la parte inferior de uno de sus ojos. Se quedó viéndose desde varios ángulos, medio sorprendido de que si funcionara y le hiciera ver mejor, de alguna manera.
—¿Qué haces? —Otabek se asomó por la puerta y Yuri lo miró a través del espejo, algo fastidiado.
—Pensé que te habías ido.
Otabek parecía estar divirtiéndose. A esas alturas Yuri trataba de no prestarle atención, porque le daba la impresión de que Otabek se alimentaba de su vergüenza y de hacerlo enojar a propósito. Era casi como si los papeles se hubieran revertido desde la primera vez que se habían visto.
Yuri lo vio salir del baño.
—Esa era la idea, pero mi tía no está en casa —dijo Otabek desde la habitación.
—¿Y bien? ¿No planeas irte nunca?
—Me iré en la mañana.
Yuri salió del baño y vio que Otabek yacía en su cama mientras hojeaba un libro.
—Trataba de usar esto —dijo, y le mostró el delineador.
Otabek le miró el rostro, buscando rastro de lo que había dicho en su cara, y luego se fijó de nuevo en el lápiz.
—¿Tratabas?
—Sí, es que...
—A ver. —Otabek puso el libro a un lado y le hizo una seña para que se sentara junto a él.
Yuri se sorprendió un poco, pero menos de lo que se hubiese sorprendido hace unos meses. Había aprendido que Otabek nunca juzgaba a nadie, ni siquiera parecía ser de esas personas que lo expresaban mediante gestos y criticaban de manera silenciosa. La verdad, es que a Otabek no parecía importarle la vida de casi nadie más en ese sentido, así que para Yuri era imposible chismorrear con él como lo hacía con Mila o con Georgi, por ejemplo. Además, Yuri también sentía que a esas alturas tenía muy pocas cosas que ocultarle al otro, así que se dejó hacer.
—¿Se supone que sabes lo que estás haciendo? —preguntó Yuri.
Otabek no dijo nada, y le contestó pidiéndole el delineador con la mano extendida y agarrándole del mentón.
—Si lloras me molestaré contigo.
Yuri apretó los párpados. De nuevo, la voz de Otabek siempre parecía estar en disonancia con las cosas que decía.
—No, no —dijo Yuri—. Espera. Ya. —Y abrió los ojos lo más que pudo.
—¿De dónde sacaste esto? —preguntó Otabek mientras le delineaba el otro ojo—. Mira hacia arriba.
—Es mío.
—Eso no lo dudo. —Otabek se apartó un poco para verlo mejor y luego difuminó la zona con sus pulgares—. Creo que ya.
Yuri permaneció sentado en la cama, y se dio cuenta de que Otabek continuaba mirándole a los ojos aunque no tuviese necesidad de hacerlo.
—¿Cómo se ve?
Otabek entrecerró los ojos.
—Tus ojos se ven muy verdes.
—Vaya, qué específico, gracias.
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Handsome Devil [OtaYuri]
FanfictionComo cualquier adolescente, Yuri Plisetsky odia compartir su habitación. Medias sucias tiradas por doquier, bolsas de frituras que él no se comió regadas en el piso y madrugadas sin poder dormir por los ronquidos de alguien más. Es por eso que desde...