6. Mi gata me cae mejor que tú

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Yuri odiaba tener que esperar.

En realidad, odiaba muchas cosas, pero una de las peores era tener que esperar sentado mientras su abuelo hacía lo posible para irlo a buscar a la estación de trenes.

El viaje había sido calmado, y ahora se limitaba a actualizar su inicio en las redes sociales y compartir una que otra cosa en su perfil. Sin previo aviso, en la barra de notificaciones le llegó un mensaje.

Llegué

Yuri miró a los lados casi con desespero, haciendo que su cabeza se moviera de un lado a otro. De inmediato, el semblante de niño molesto se esfumó sin él darse cuenta, dando paso a una sonrisa enorme que le daba un aspecto mucho más cálido. Decidido, buscó entre el mar de gente a esa persona en particular: su abuelo. Como siempre, Nikolai se veía tranquilo y le dedicó una sonrisa a Yuri desde lejos apenas lo vio.

—¡Abuelo! —Yuri corrió hacia él para luego lanzarse a abrazarlo, sin importarle el hecho de estar en un sitio público o que su abuelo ya no estuviese en edad para golpes tan bruscos.

—Yurochka —dijo él, poniéndole la mano en el cabello con una sonrisa—. Cada vez que vienes estás más grande.

Yuri suavizó su mirada y negó.

—Sigo igual —dijo como un suspiro mientras ladeaba su cabeza—. No me ves desde septiembre. Eh, tampoco es tanto.

Nikolai asintió y cuando intentó cargar el bolso de Yuri, este negó.

Al entrar en el auto, Yuri sonrió y se estiró de manera exagerada en el asiento de copiloto. Le complacía saber que todo seguía igual cada vez. En el trayecto a casa siempre permanecían en silencio mientras Yuri miraba por la ventana del auto. Por lo general, Nikolai no se molestaba en hacerle preguntas sino hasta que llegaran a la casa, y Yuri tuviese más de la mitad del plato de comida en el estómago.

—¿Y bien? Cuéntame.

Yuri dejó de masticar y se obligó a tragar ante la mirada de su abuelo.

—No mucho... Ya sabes, lo de siempre.

Nikolai miró a su nieto por unos segundos para luego continuar.

—Recibí una advertencia de una de las coordinadoras. Me dijeron que estaban preocupados por ti.

Yuri asintió sin prestarle atención, para luego levantar la mirada y empezar a replicar.

—Espera, ¿que hicieron qué?

Nikolai se mantuvo sin alterarse. Esa era su manera de hacerle entender a Yuri que no era su intención regañarlo, pero si tenía que hacerlo, lo haría. Era su abuelo después de todo.

—Prefiero que me digas que fue lo qué pasó, con tus propias palabras.

Yuri abrió la boca y luego la cerró, derrotado. Por su parte, el abuelo permanecía impasible al frente de él.

—Me... me suspendieron. —Yuri jugó con la comida del plato—. Eh, por eso estoy aquí una semana antes de vacaciones.

El lugar se quedó casi en silencio por unos segundos, con la gotera del fregadero siendo lo único en escucharse; más que todo porque Yuri se negaba a ver a su abuelo a la cara. Cuando lo hizo, no vio reproche, o molestia. Solo preocupación.

—Yurochka...

—Abuelo, no fue nada. Mi compañero de cuarto, él... Bueno, él me ayudó. —Yuri sacudió la cabeza—. Se estaban metiendo conmigo y... sabes como soy cuando me molestan. No... Creo que no tengo más nada que decir.

Handsome Devil [OtaYuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora