Je t'ai enfin trouvé. (Jungkook)

[Episodio 8]

Jeon Jungkook.

¡SI!

Corrí desesperado por toda la casa, como un niño demasiado infantil, la felicidad se notaba en mi cara. —¿Paso algo? —mi padre estaba sentado en el sillón, era ya de noche, por ende el estaba ya en casa.

—Si. —me puse un poco nervioso. —es un chica, la chica que amo mucho. —me senté casi al lado de el.

—¿Estás seguro de que la amas? —mi padre frunció el ceño.

—Si. —afirme.

—¿Y como sabes que la amas?

—Porque lo siento, siempre pienso en ella.—es lo más lógico, amo mucho a Hanna. Kim Hanna.

—Uhm, suerte. —se levantó y despeinado mi cabello—Piensa bien, no creo que sea amar.

Subió las escaleras, y se encerró en su cuarto, como de costumbre. ¿Y el que sabe? Desde que mi mamá le dejo nunca ha estado con una mujer, y el, precisamente el me va a decir como es el amor. ¡Jaj! Que ironía.

Pero aún así, mi sonrisa no se había borrado subí las escaleras de dos en dos, para llegar más rápido a mi habitación. Agarre mi celular, y no dejaba de ver su glorioso mensaje. Kim Hanna vendrá a mi casa mañana por la tarde. Al fin lo había logrado, logré que mi chica me dijera que sí, que si saldría conmigo.

Rápido me acosté, e intenté dormir, para que el día de mañana llegue más rápido. Pero no podia. Las palabras de mi padre me hicieron pensar.

Ahg, porque, yo se lo siento, y solo yo podré saber si la amo o no.

Me puse mis auriculares, y di play a mi playlist de música, para así poder quedarme dormido.

..

El sol ya atacaba mi sueño, y de inmediato revisé mi celular, y había un mensaje de Hanna.

"K. Hanna.
Jungkook, no podré ir hoy, tengo
entrenamiento, pero mañana
estoy ahí, besos.

De todos modos dijo que vendría mañana, entonces no tengo porque enojarme, y si había escuchado que había entrenamiento, pero mañana vendrá. La hora daba las once de la mañana.

Me vesti con algo cómodo, y baje a tomar un poco de jugo de naranja, con unas galletas, y un poco de Nutella, baje las escaleras, no muy rápido ni muy lento.

Estando ya en el último escalón, vi a Mia, barriendo con sus audífonos puestos, y como de costumbre su gorro blanco. —Lava mi ropa. —grité. El volúmen de su celular era tan alto que no escuchaba.

Le rebate uno de estos, y le indique que debe lavar mi ropa, y otra vez sonrió y asintió. Dirigiendose a mi habitación, y vi hay una maleta, es de ella puesto que el uniforme era de su colegio, ¿estudiará con Hanna, y Jimin? Pero tengo vergüenza preguntarle.

Había hecho lo que quería, tome mi jugo, y las galletas con Nutella, y fui a mi habitación. Subiendo las escaleras pude notar como Mia tenia problemas en bajar con la canasta de ropa, y tomé un poco de velocidad para ayudarla, es un ser humano, debo hacerlo.

La canasta rodo por todas las demás escaleras, y tomé de su muñeca, jalandole hacia mi, evitandondo que cayera, obviamente. Su cuerpo estaba junto al mío, y poco poco su respiración se entrelazaba con la mia. Y mi vista, de la nada, se posó en sus labios, con ese brillo, que pude inhalar un olor a fresa.