[Episodio 23]

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Jeon Jungkook

-¡Te vi como la ayudaste!-Hanna ardía en celos, al parecer se había dado cuenta que ayude a Mia para que no la hicieran daño, y sigo sin pensar por que lo hice.

-Solamente le estaba ayudando.

-Claaaaro, y yo soy estúpida.

-Conste que tu lo dijiste. -rodee los ojos y seguí entrenando.

-¡Jungkook no me dejes hablando sola!

-Lo siento, no te escucho. -seguí corriendo.

Mientras corría, no dejaba de pensar en lo asustada que Mia estaba, y como cerró sus ojos temblando de miedo. Gracias que llegue antes de una tragedia. Pase una toalla por mi cara, secando el sudor de mi frente, y tomé un poco de agua.

-Jungkookie. -Jimin se acerco a mi, igual sudando como cerdo.

-Hey. -sonreí.

-¿Pasa algo? -frunció el ceño-estas raro, más de lo normal.

-Peleé con Hanna.

-¡Solo eso! Ahg, dale unos besos y se va a poner contenta, te lo aseguro. -guiño su ojo.

-Te digo algo.

-¡Sueltalo galleta!

-Esta vez, no me importa si me perdona, o no, ya no me importa nada. -los ojos de Jimin se esparcieron, y una sonrisa muy pícara apareció en su cara.

-¿QUIÉN TE HIZO CAMBIAR? a esa persona debemos darle un premio, un graaaaaan premio, intentar que Hanna deje de importarte, es muuuucho trabajo, ni con mil viejas en los antros dejabas de pensar en ella. ¿Quién fue?

-Adivina. -sonreí mostrando mis dientes.

-Es idea MIA, o quieres que intente descifrar la idea MIA. -Jimin puede ser un idiota a veces, pero siempre atina cuando quiere adivinar.

-Lamentablemente si.

-¡Brooo! Mia es bellísima, si no aprovechas, lo haré yo por ti, siempre te ayudare.

-Callate princesita. -le di un golpe en su cabeza. -A las princesas no se les pega, enfermo mental.

××

Estaba caminando para llegar a casa, nunca me había dado un escalofrío llegar a esta, pero desde que Mia esta aquí, es diferente, muy diferente. Estaba ya en la sala de mi casa, Lina estaba en la cocina. -Hola. -sonreí.

-¿Hola?-frunció el ceño.

Subí las escaleras lentamente para encontrarme con una desafortunada escena, Mia estaba en el quinto sueño, pase por su alrededor, y se veía tan linda, y frágil. Deje que descansará y fui a mi habitación, a sacarme la ropa deportiva, y tomar un baño.

Estaba vestido muy cómodo, con un buso casi rojo, no podría describir bien exactamente el color, y unos pantalones de tela de color café claro. Quería ir a dormir, pero la gran tormenta de las tareas de matemática y geográfia llegó, suspire profundo, agarre mi maleta, y saqué los cuadernos de aquellas materias, ¿Mia ya habrá hecho?

No, estoy seguro que desde que llego se durmió, y será un placer despertarla, y ver su cara de recién levantada. Cerré los cuadernos, y me levante para dirigirme a su habitación.

Abrí la puerta, suavemente para que no crear un ruido intenso, di leves pasos hacia su cama. Y sus manos pasaban en sus mejillas, y sus pecas se notaban más, sus labios, como siempre su brillo no faltaba, y su cabello por todas partes. Trague duro, y ligeramente me senté alado de ella, y me quedé unos segundos admirandola.

Y recordé, como acaricio mi cara en el médico del colegio, y sus labios rozar mi frente, que hizo recorrer un nerviosismo en mi cuerpo, obvio no estaba dormido, simplemente quería saber que haría ella. Y por lo visto, hizo cosas que pensé que no hiciera, y susurro que soy perfecto. Obviamente la felicidad que tenía, no la demostré, "estaba dormido"

Sentía como mi corazón se aceleró por el simple hecho que estuviera aquí, en mi casa, vida, nose pero, desde que llegó a mi vida, mi oscuridad tuvo una pizca de luz, y esa pequeña luz, es ella.

-Despierta. -susurre en su oído, ella sólo se movió, y pasó su mano en su oído. -Miaaa. -dije un poco alto.

-No, quiero dormir. -seguía sin abrir sus ojos.

-¡LEVÁNTATE YA PEREZOSA!

-¡Aaaay! -se levantó de golpe, sentándose en la cama, mientras sobaba sus ojos. -¡Jungkooooook!

-A tus ordenes. -hable, riendo un poco.

-De ja me de mo les tar. -escondió otra vez su cuerpo, para dormir un rato más.

-Hey ya no dormiras tanto.

-No me lo vas a impedir. -escondió su cara, y cerró sus ojos. -Claro que sí.

Tomé un poco de impulso, y me tire encima de ella. -Auh. -se quejo. Mi cuerpo se encontraba encima de ella, pero posicione mis brazos en la cama para no aplastarla. -¡Bájate! -chilló.

-Eres una insoportable.

-¿Ah sí? -giró su cuerpo, encontrándose con mi cara, ahora estábamos en una escena algo rara, ella estaba junto a mi cara, y mi vista se pasó a sus labios brillosos, y mis manos estaban ya en su cabello, acariciandolo. -Si soy muy insoportable.. -paso su mano en mis mejillas, juntandolas y separar mis labios. -Porque me ibas a besar el día que me encerraste.-oh oh, mi nerviosismo creció, y sentí claramente como mi cara empezó a arder, y un nudo en la garganta me descontrolaba.

-Yo no.. yo no te iba a besar estas loca, no te soporto.

-¿Entonces que haces encima de mi?

Mire sus ojos, me puse muy nervioso, y lentamente me fui levantandome, para ponerme de pie, no sabía que decir, porque no tenía un buen argumento para ella.-Debes hacer deberes.

-¡Ah tu no me mandas!

-Claro que sí. -camine hacia la puerta para irme a mi habitación. -Por cierto, no sabía que era perfecto, gracias por decirme.

Gire lentamente para ver su cara, Mia estaba muy sonrojada, y pérdida, sus labios estaban totalmente abiertos, y veía a un punto exacto en la pared.

-¿Q-que?

-No estaba dormido precisamente. -le guiñe el ojo, sonriendo. -Tu beso en la frente, y tus caricias, me despertó. Pero tranquila Kang Mia, no le diré a nadie tu secreto.

-¡De qué estas hablando! Y, y, y cuál secreto. -tembló de vergüenza.

-Es obvio que te gusto.

-¡Que! -sus mejillas estaban más rojas, igual que su nariz, y no dejaba de tener ese rostro sorprendido. -E-eres un i-idiota. -tartamudeo.

-Te gusta este idiota.

-Claro que no. -tomo la almohada de la cama, y la lanzó directamente hacia mi. -¡Largo de aquí!

Salí corriendo de ahí, y antes de cerrar la puerta, le regrese a ver. -No pienses tanto en mi, Mia.

-¡Laaaaaargooo!

Je t'ai enfin trouvé.  (Jungkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora