Je t'ai enfin trouvé. (Jungkook)

[Episodio 16]

—Y untunces, ahoya vivo em la mamsión de los Yon.

—¡Mia! si hablas con la boca llena de pan, no te voy a entender nunca. —Taehyung dio un pequeño golpe en mi cabeza.

Rodee los ojos, y tomé un poco de jugo de guanábana que Margot había preparado. Taehyung ya había regresado, y fue como si un gran peso saliera de mi. Estábamos hablando de como me había ido, y si estaba bien, o si necesitaba algo de el. Estábamos en los sillones que habían cerca de la dirección, y estaba sentada a lado de mi mejor amigo.

—¡Ah! Que ahora vivo en la mansión de los Jeon. —hice unos movimientos raros con mis manos.

—¡Wow! Oye pero esa casa es genial. —sonrió.

—Demasiado.

—Pero, ¿si puedo ir a verte?

—Claro que si, no creo que hay problema, total ese señor nunca pasa en casa.

—¿Y el hijo? ¿Jungkook verdad?

Escuchar el nombre de el, mi corazón se paralizó, tan solo escuchar Jungkook, y sentí mis mejillas arder, como siempre. —¿Q-qué con el?

—Te pusiste nerviosa. —sonrió muy pícaro.

—¡No! obvio no.

—¡Claro que sí! Te conozco mejor que nadie, y se que ese chico te hace algo. —seguía sonriendo—Pero mira como te pones, hasta tu cabello se aloco.

—E-estas loco. —quite mi mirada de él, para evitarme reírme, y decir algo comprometedor.

—Señorita Kang; entre porfavor. —la secretaria del director, abrió la puerta para abrir paso allí.

Por eso estábamos en esos sillones que mencioné, porque el director me había llamado, y se suponía que era urgente, y como siempre, Taehyung venía conmigo.—Solamente tú, Mia. —Taehyung se quedó ahí, esperándome, y de lejos le saqué la lengua, y el imitó el acto.

Entre dando leves pasos para estar frente, a frente del director, y me senté en esas sillas que se mueven. El se encontraba en el baño, y di pequeñas vueltas en ella, mareandome un poco, hasta esperar que el agradable director llegara a decirme eso tan urgente.

...

—Y por eso, tus calificaciones no deberían bajar del segundo lugar; igual que tu comportamiento.

Después de que mi padre murió, yo me quedé sola y no puedo tener a un tutor, un representante o algo para que pueda pagar la colegiatura de mi colegio, por eso el director tan amable decidió que pueda tener una beca, en donde mis calificaciones deberán ser buenas al igual que como mi comportamiento.

Sin duda tuve que aceptarlo, ya que me gustaba mucho estar en ese colegio, ahí estaba mi mejor amigo, Alicia, Hoseok, entonces, no tenía más remedio que aceptar y poder arriesgarme en saber más sobre las matemáticas, Aunque Taehyung, es muy bueno en eso y me puede ayudar, no hay mucho problema, creo.

Salí de la dirección y camine hacia Taehyung, que estaba sentado en aquella silla donde estábamos riendo y comiendo, y con una fuerte sonrisa me recibió, dándome un cálido abrazo, esos abrazos, que mi mejor amigo puede darme y me hace sentir bien, literalmente. Caminamos para ir al salón, encontrándonos con Alicia, riendo amablemente con Jin.

Alicia siempre estuvo enamorada de él, desde pequeña, pero el le veía como una amiga por eso ella sufría mucho. —¡Aprovecha! —grité, ella y Jin rieron muy nerviosos por lo que dije.

—¡Hey Tae! ¡Mia! —Hoseok gritó riendo, como un loco.—Vieron que despidieron a la profesora de filosofía. —

—¿Qué?

—¡Al fin nos libramos de la loca! —grité.

—Hola, Mia. —una voz detrás de mi susurro mi nombre, haciendo que automáticamente volteara a ver, y Young se encontraba ahí, mirandome con una sonrisa. —H-hola. —tartamudee.

—Otro que cae en las torpezas de Kang Mia. —Hoseok golpeó fuerte el hombro de él.

—¡Callate! —grité.

Taehyung y Hoseok se alejaban. —¡Si le haces daño, te mato! —gritó Taehyung, un poco enojado. Mientras Young, me miraba un poco raro, intimidandome por su mirada infiltrante.

—Te ves muy bien. —acaricio mi cabello. Y me sonroje un poco, pero después vi como Jimin nos miraba fijamente, observando que hacía con Young.

..

—¿Te acompaño a esa casa?

Asentí, salimos del colegio, Taehyung, estaba a lado mío haciéndome reír con sus chistes tontos, que sólo a él le causaba gracia, mientras caminábamos veíamos a los niños en el parque que saben caerse, y como siempre soltabamos carcajadas, siempre nos da risa eso, después de mucho caminar, llegamos a la mansión de los Jeon, y fue ahí donde Taehyung me dio un leve beso en la mejilla y un abrazo susurrándome que me quería mucho y se alejó.

Entre a la casa, y di leves golpes para que Lina abra la puerta. —¡Mia! —gritó Lina dándome un abrazo.

—Hoooola. —sonreí, y pase. —Voy a sacarme el uniforme de la cárcel, ya vuelvo. —Lina sonrió, y soltó una pequeña risita.

Subí a la habitación de huéspedes, con mi maleta color rosa. Ya estaba en la última escalera, y vi como la puerta del cuarto de Jungkook se abría, y mi estómago sentía un poco de cosquilleo.

Y Jungkook salió de su cuarto, con una toalla en su cintura, y dejando ver otra vez sus músculos, sus bíceps, y mi corazón, había estallado.

—¿Pasa algo? —mis ojos estaban ligeramente abiertos. —N-nada.

—Me iré a bañar, yo si se como se utiliza una bañera. —guiño el ojo.

—¡Claro! Porque eres un mugroso.

—¿Pretendes decir que huelo mal?

—Lo afirmó.

—Quieres saber que huelo demasiado bien.

—Quiero saber. —sonreí.

—Acércate, y hueleme, porque yo no pienso hacerlo. —frunci el ceño, pero muy en el fondo, quería hacerlo.

Lo hice, después de eso subi el último escalón que tenía pendiente, para acercarme más a el, di unos leves pasos para estar cerca de él, su presencia y sus músculos hacían, que lo observara aún más, me apegue un poco más, y su presencia hizo un escalofrío en mi estómago llenandolo de mariposas, cuando ya estaba cerca de él, pase mi cabeza a su cuello para determinar si tenía un gran olor,  mi nariz y boca tocaron su cuello olfateando un exquisito aroma, toqué suavemente el hombro de Jungkook para acercarme aún más y drogarme con esa fragancia, después de eso me alejé poco a poco de él mirándole a los ojos y poder derretirme aún más, después lo vi fijamente a sus ojos, y sus ojos negros que reflejaban todo lo que había sentido en ese momento y mi vista se pasó a sus labios secos y un poco rosas.

—Bañate, hueles feo. —susurre, y solo vi como Jungkook sonrió mostrando sus dientes.

Entre al cuarto, e intenté hacer que mi corazón se tranquilizara, y puse mi mano en mi corazón, sintiendo como se aceleró.

Jungkook me hace un poco mal.