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Kang Mia.

—Despierta. —un fuerte sonido llegó a mis tímpanos.
Sin embargo, no abrí mis ojos y acabar con mi horrible vida que es ahora.

—¡Despierta!

En ese mismo instante sabía que no era mi mamá, ni Rebecca. Abrí bruscamente mis ojos, y mire aquel tipo enternado, cerca de mi.

—Hola, hola.

—Alistate, tienes esa entrevista de trabajo, ¿lo recuerdas?

—Ah, —sabía muy bien de que se trataba, pero juro que quería quedarme a dormir. —, estoy en cinco minutos.

Dicho eso, el Señor Min, salió de mi habitación.

¿A quien quiero engañar? Es difícil explicar como me siento, solo quiero que la tierra se abra, me trague, y se vuelva a cerrar para nunca abrirse. Si, eso quiero.

Me levante de los peores ánimos, me puse algo "formal" y salí de mi habitación, sin arreglarme, sin hacerme nada.

—¡Cariño! —dijo mi madre, con un poco de preocupación. —¿Tienes hambre?

—No.

—¿Quieres un jugo de naranja?

—No.

—¿Nutella?

—No.

—¡Ya se! —gritó—Llamaré a tu novio, de seguro el..

—¡Qué! ¡No! ¡Estas loca! Yo no tengo.. novio. —jamás pensé que me dolería tanto decir eso, pero ¿que puedo hacer? Es la verdad.

—Y-yo no sabia.

—Si, obvio que no sabias, y no quiero hablar del tema, tengo.. cosas que hacer. —mi voz ronca preocupaba a todos, tanto como Yoongi y Rebecca no dejaban de verme.

—¿Vamos? —pregunte al Señor, este solo asintió y caminamos recto hacia la puerta, para irnos en su automóvil al trabajo.

Mirando a la ventana, con el alma partida, y unas pequeñas gotas de lluvia en la mencionada, era la típica escena para tirarme al vacío, gritando "¡Porque Jungkook!" y morirme, pero después el me rescataria con su superpoder, y me daría un beso, diciéndome que me ama.

¿Pero saben que?

Me da miedo las alturas, no tengo la garganta sana para gritar, Jungkook no tiene superpoderes, y el no me ama.

Tras ver el paisaje pasar demasiado rápido, unos recuerdos venían a mi mente. Cuan lindo se portaba cuando Young se acercaba a mi, esos celos que me daban tanta seguridad de que el me amaba, me amaba en realidad. ¿Fue mi verdadero amor? Puede que en ese tiempo lo fue, pero entonces ¿El verdadero amor engaña? Demonios, claro que sí. Cuanto debemos sufrir para entender que aquel amor no es para nosotros. Masoquistas, exacto, eso es, porque a pesar del horrible daño que una persona nos pueda hacer, seguimos ahí, por el temor de que esa persona se vaya, o se enamoré de alguien más. Pero, ¿Y si esa persona ya lo está? ¿Si ya se enamoró de alguien mientras estaba contigo? No queda más que hundirnos en nuestro dolor, con la idea de que aquel gran amor, es producto de nuestro imaginación.

—Llegamos.

Abrí la puerta del automóvil, y lentamente me baje, mire todo a mi alrededor, y sentía que esto ya lo había conocido, no recuerdo muy bien, pero hay una sensación de que ya había estado aquí antes. Ignore por completo mi imaginación, y solo me concentre en sobrevivir. Camine unos pasos, y había una gran puerta de vidrio, que decía "empuje"

Entramos, y el Señor Min, habló con dos señores, que me llevaron a una oficina, donde decía. "Abogado de la empresa" —Siga porfavor. —susurro el hombre de traje azul, sumisa hice caso, y entre.

Había un escritorio, con un chico de espaldas, en una silla que da vueltas. Este tenía sus piernas cruzadas, con su mano en la barbilla. Ni siquiera se que hago aquí, ¿Me aceptaron? Ni idea.

—Buenos días. —salude, a lo que la silla automáticamente se giro.

—Buenos.. —el chico se quedo a medias de palabras, porque inmediatamente se puso de pie. —Eres tu. —hablo, en eso solo medite en fruncir el ceño.

—¿Hola? —alcé mis hombros.

—¿No me recuerdas verdad? —alzó una de sus cejas. —Soy yo, Daniel. —parpadee varias veces, e intenté procesar su cara.

A lo que dio posibilidad, de que si lo había visto, en eso choque mi mano con mi frente, susurrando. —Idiota.

—¿Qué?

—No, no, tu no eres el idiota, soy yo. ¡Agh! Lo siento, es que, yo.. yo lo siento.

—Esta bien, tranquila. —sonrió—Siéntate. —dijo, e inmediatamente lo hice, observando cada detalle del chico, vaya que es lindo.—Me enteré de Jeon Jungkook se caso. —idiota—Muchas felicidades para los dos. —dijo entre una sonrisa.

Ahora todos lo que pronuncien el nombre de ese imbécil, le daré un golpe en la cara.

—Yo.. yo no me case con el. —dolía, dolia demasiado.

—Yo perdón, no sabía. —dijo.—¡Lo que te salvaste eh! —gracias Daniel por que al fin pude reír un poco. —Es demasiado mandon, orgulloso, y poco amable.

—¿Lo conoces bien? —pregunte.

—Claro, el es mi jefe, y obviamente será el tuyo.

Mente en blanco al proceso, ¡Porque no me matan de una vez! ¡Qué mierda!

—¡Daniel! Necesito los documentos... —Gracias destino, a la persona que no deseo ver, viene, en serio te aplaudire después de todo esto.

Jungkook quedo corto, yo no me levante de mi asiento, solo me quede escuchando que quería decirle a Daniel.—¿Mia? —preguntó, con una voz diferente a la de hace rato.

No, Dios, no contestaré.

—¿Mia que haces aquí?

—Será mi asistente, ¿no es maravilloso?

—¡No! —gritó, a lo que me obligó a verle, con ese traje negro, una corbata, y.. ¡Ah Dios, tenias que hacerlo tan hermoso!

—Buenos días, Señor Jeon. —di una reverencia, con la mirada al suelo.

—Sal de aquí. —ordenó, Daniel no tuvo más remedio que irse, a lo que mi cuerpo pedía a gritos que lo abrazara, a lo que solo me quize ir de ahí, no tengo valentía para verle a los ojos. —Espera, espera. —tuvo mi mano, ¡Dios! —Quiero explicarte todo.

—No.

—¿Porqué no?

—Lo siento, pero no hablo con extraños.

Je t'ai enfin trouvé.  (Jungkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora