[Episodio 19]

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Kang Mia.

Dos horas, exactamente dos horas que estoy esperando que Jungkook me abra la puerta, ¡LITERALMENTE DOS HORAS! mi uniforme estaba añicos, totalmente empapado, mi cabello un desastre, con nudos en todas partes, y mi cara, fría con gotas de agua, además mi nariz no dejaba de estornudar.

¡Jungkoooooooooook! perfecto idiota, me sentí demasiado mal, y mi nariz me picaba, la lluvia hará que me enferme. Camine para ir al jardín, la lluvia no paraba, en el jardín, habitaba la ventana de Jungkook.

Tres piedras estaban en mi poder, la primera, fue un desastre porque no le atine a la ventana, la segunda tocó la ventana, pero no muy fuerte. La tercera es la vencida, pero no. La lluvia no me dejaba ver, y ya me desespere aún más. ¡Jeon Jungkook! grité lo más fuerte que pude, y al fin el princeso, decidió bajar para abrir la puerta.

—Mia perdón, en serio, en serio. —abrió la puerta, y después de todo, sentí el frío recorrer por mi cuerpo.

—Idio.. —estornude—.. ta.

—Ven te ayudo. —sus ojos estaban en mi cara, con su mano agarro mi maleta, y la subió, junto con mi mano, otra vez Jungkook me agarro para llevarme con el. —C-cambiate, estás empapada.

Cerró la puerta, y lo hice, me puse algo muy abrigado, y tomé unas toallitas húmedas para calmar a mi nariz, con la alergia es muy difícil curarme rápido de un resfriado. Quería estar bien, y para eso, tenía que comer un poco, mi voz se volvió gangosa, y ronca. Me voy a enfermar.

Baje lentamente las escaleras, con mi cabello recogido en una toalla, y con las pantuflas de patito. A cada rato mi cabeza estallaba del dolor, tomé un poco de jugo. Sentí como mis ojos ardían.

—¿Te encuentras bien? —Jungkook estaba atrás mío.

—Ssi, un pogo. —"poco" intente decir.

—Ve a dormir, descansa.

Asentí, y fui a dormir, como el dijo, me acosté un poco incomoda por no poder respirar, y al fin de todo, me quedé dormida. En un profundo y largo suelo.

Zzzz.

Sentí una mano muy fría en mi frente, y eso causó que me despertará. —¿Qué haces? —mi voz estaba quebrada.

—Uhm, tienes fiebre.

Toqué mi frente, y en efecto, estaba hirviendo en fiebre. —Voy estar bien. —sonríe. —¡Ahora vete que es tu culpa!

Volví a dormir, y gire mi cuerpo hacia el otro lado, evitando mi vista hacia el, en pocos segundos escuché como la puerta se cerraba, se había ido.

No pude dormir más, juro que creí que se quedaría conmigo, ayudándome tal vez, pero no lo hizo.
¡Estúpido Jungkook! grité, me levanté de un golpe, arrojando las sábanas que estaban encima mio.

—Wow, siempre estoy en tus pensamientos. —Jungkook no se había ido, estaba sentado a lado mío, con sus manos en su cuello, y mostrando esta encantadora sonrisa. —¿Q-que haces aquí?

—Es obvio, te cuido.

—¿Gracias?

—No lo hago por ti. —esto no me sorprende—Lo hago porque fue mi culpa que te enfermaras.

Rodee los ojos, y lentamente me fui levantando, y en un unos segundos, mi cabeza dio muchas vueltas, y mis pies tambalearon.

—¡Hey! ¡Hey! ¿estas bien?

Jungkook tomo mis mejillas con sus manos, acariciando mi cabello, colocando que mi cabeza estuviera firme. —¿Estás bien? —sus ojos estaban en mi, y en ese momento, no me sentí bien.

°Breve resumen°

Cuando ente a trabajar aquí, la primera vez que Jungkook apareció en mi vida, fue algo desagradable, literalmente, cuando Hanna estuvo aquí, y ahora es su novia, cuando lo veo sin su camisa, o cuando Jungkook me sonríe, causando muchas emociones aquí dentro. Cuando le abracé, y me abrazo, cuando sus manos acariciaron las mías, curando de mis heridas, y la sensación de estar cerca de mi, arrugando mi corazón, y mi estómago tenía un zoológico, molestandome.

    Fin.

—Mia, ¿estas bien? —volví a la tierra.

—S-si.—su mano otra vez paso por mi frente, causando un escalofrío por milésima vez. —Estoy bien.

—No, estas roja; aunque siempre lo estás.—sonrió—Pero siempre estás roja, cuando estoy cerca tuyo, cómo ahorita.

—¡Ya dejame!

Evite su mirada, porque si estaba muy sonrojada. ¿Qué me estas haciendo? Porque me gusta mucho que estés cerca, y que tu sonrisa me pierda en un millón de sentimientos.

—Qué berrin..

—Berrinchuda, si; pero prefiero ser berrinchuda a ser un patán. —otra vez mi cuerpo se encontraba en las suaves cobijas de la cama.

—¿Porqué no eres normal?

—¿Qué es ser normal?

—Ni idea, pero debes ser más femenina, más arreglada, más sutil, más eficaz, más linda, más deportiva.

—Todo eso suena a tu chica. —frunci el ceño, y rodee mis ojos. —Perdón, pero no soy Hanna.

—¿Q-qué?

—Sip, todo esas características que me dices, describen perfectamente a HA NNA.

—Mentira.

—Verdad.

—Ya quisieras ser ella. —mi sonrisa se había desvanecido, y poco a poco mi corazón se estremeció más, y mi ser se entristeció, demasiado a punto de estallar de dolor.

Salí lentamente del cuarto, para irme a otro lado, mientras caminaba, mi ánimo no subía, y peor aún, a cada pasó, me hundía más, y más. –Pero estas enferma. —hablo Jeon.

—¡No te importa!

Y salí al jardín, mirando las rosas con pequeñas gotas de agua en estas. ¿Porqué me sentí así? Suspire profundo, y me re coste en la hierba, mirando el cielo, que estaba un poco apagado por la lluvia, y solo sentí como mi corazón se apago, al igual que el cielo ahora.

Si eso piensa, pues debo dejar de pensar en el, y hacerme la idea que Jungkook tiene novia, y por lo visto, se enamoro de ella, para que hable así, es lógico.

La noche se acercó, y de vuelta estaba iendo a las escaleras, para llegar a mi cuarto, en ese momento Jungkook salió de este. —Estás bi..

No deje que terminara, y cerré la puerta muy fuerte, y sin mi permiso, una que otra lagrima rosaba mis mejillas. Logré dormir, los estornudos habían parado, y ya no me sentía tan mal.

Je t'ai enfin trouvé.  (Jungkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora