[Episodio 9]

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Kang Mia.

Las iras que tenía hacían que mis venas estallaran. Ahora si adiós vida, adiós dignidad, adiós todo. La persona que menos quería que se enterará, en este preciso momento, Hanna esta aquí, con Jungkook.

Espera, espera, ¿porque demonios están juntos? ¿Son novios? Bueno eso no me importa, la cuestión es que ella esta aquí, riéndose de mi, como solía hacerlo.
Que hable de mi papá hizo que mi enojo aumentará más y más, y estremeció todo mi cuerpo, creando una gran furia. Estaba a punto de golpearla, pero al ver a Jungkook ponerse en frente de ella, salvandola quizás, todas mis ganas desaparecieron.

Y entendí, que a Jungkook le gustaba mucho Hanna, y yo estaba aquí, aún con el agarre de Jungkook, viéndolo fijamente, y temblando un poco. -¿Para que me llamaste? -lo dije en voz baja, y un poco reseca.

-¡Trae dos jugos! -gritó Hanna sosteniendo el hombro de Jungkook con su mano, y el, viendo eso, posicionó su mano con la de ella, definitivamente esta enamorado.

Asentí, y salí del cuarto, mientras bajaba las escaleras, me lamente cada segundo desde que entré a trabajar aquí. Hice lo que pidieron, les entregue los dos vasos de jugo, reviviendo las burlas de ella.

Ahora me encontraba en la cocina, trapeando el suelo, cada vez más fuerte. Estaba enojada, muy enojada.

Al anterior año, Hanna y yo fuimos compañeras de clase, pero siempre nos detestabamos de la una a la otra, yo siempre fui débil, siempre se reía de mi, de todo. Pero cuando Taehyung le grito, y le había amenazado de que me dejara, es que Hanna moría por Tae, es que ese idiota es hermoso, suerte de tener un mejor amigo guapo. Y después Hanna me había dejado de molestar, hasta ahora que Jungkook le invitó a su casa.

Tenía que llevar la ropa de Jungkook hacia su cuarto, y así fue, subí lentamente los escalones, y abrí levemente la puerta.

Mis ojos se abrieron como platos, ellos estaban en una escena muy comprometedora. Jungkook tenía sus manos en la cara de Hanna, en sus mejillas para estar exactos, estaban apunto de besarse, lo hubieran hecho si no fuera por mi. -P-perdón. -

Los ojos de Jungkook estaban en llamas, respiraba muy rápido, y fue donde mi, empujandome para estar fuera del cuarto. -¡No molestes! -gritó.

Suspiraba, y baje las escaleras, un poco ¿triste? Tal vez si. Seguí trapeando el suelo con demasiada fuerza.

¡Agh! La palma de mi mano se encontraba en mi frente, recibiendo un fuerte golpe de esta.

Después de varias pasadas del trapeador, me senté en un sillón, y vi mi celular unos segundos, y luego lo dejé ahí, mis manos estaban tapando mi cara, y mis codos posaban en mis rodillas. Pero una fuerza sobrenatural hizo que me levante lo más rápido, esa fuerza era la voz de Jungkook con Hanna, corrí al baño, y me quedé ahí esperando que se fueran.

Salí después de unos segundos, y Jungkook estaba ahí, sentado en un sillón, no podría describir su animo, estaba feliz, pero también triste.

-¿Qué me ves? -su voz estaba firme.

-No te estaba viendo.

Su enojo creció, estaba demasiado, se levantó, y camino directamente hacia mi.

-¡No pases por ahí, esta mo.. -sus piernas dieron una leve pirueta, y su espalda se encontró con el suelo mojado. -mojado quería decir.

-¡Aaah! -gritó, su cabeza dio un fuerte golpe. Mi cara estaba asombrada, pero no pude evitar no reír. -¡Dejate de reir, y ayudame! -daba una que otra queja.

-Luego soy yo la distraída. -camine hacia el, viéndole acostado, riendo. Y su vista se paso en mis piernas, con este tonto atuendo, se me ve todo. -Pervertido. -le di una suave pateada en su hombro.

-¡Auch, no es mi culpa que uses una falda tan corta.

Extendió su mano para que le ayude a levantarse, rodee los ojos, y le accedí. Intenté levantarlo, pero no se si soy demasiado débil, o el hizo fuerza para caer yo encima de el.

-¡Ah! -soltó el una queja, ya que mis manos golpearon su pecho.

Trague duro, y lentamente me fui levantando, pero Jungkook se elevó, estando totalmente cerca de mi cara, su respiración daba a mis labios, y mi corazón se aceleraba, más de lo normal, mis mejillas ardían, y claramente pude sentir como estas estaban rojas, extremadamente rojas.

Jungkook se levantó, empujandome un poco, imite su acto. -Traeme un jugo, porfavor. -corrió.

Me desconcerte un poco, e hice lo que me había pedido, subí lentamente las escaleras, y ¿adivinen que? Al estar ya en el último escalón, mi zapato no ayudo, y los vidrios encajaron en mi mano, sangrando poco a poco.

-¿Estás bien? -Jungkook se agacho, viéndome, y rápido mis nervios crecieron. -Uhm, eres demasiado distraída.

Se fue, sabía que el no me ayudara, trate de levantarme, pero mis heridas ardían. -No te muevas. -llego el, con una vendas en manos.

-¡Es que duele!-chille.

Jungkook sonrío, la visita de Hanna le alegró el día, sutilmente curó mis manos, las vendo suavemente, y sentí pequeñas caricias en mi mano, y sentí como mis estómago daba vueltas, con un pequeño cosquilleo.

No dejaba de ver de cómo sus manos y las mías estaban juntas. Mi pecho salía de su zona de confort.

-Listo. -se levantó. -Ten cuidado. -y se fue a su dormitorio.

Ya mi turno de trabajo se había acabado, recogí mi maleta, me puse mi uniforme y dejé este horrible atuendo en el lugar de siempre. Camine hacia la salida, un poco desconcertada por la situación que había pasado con jungkook fue demasiado raro.

Y como siempre Taehyung, ya estaba esperándome afuera de esta, como esa sonrisa colgate y esos dientes tan blancos que en serio me alegra ver todos los días.

-¡Miaa! - se quería acercar a mí para darme un fuerte abrazo, pero se detuvo al ver mis manos vendadas y un poco de sangre en estas. -¿ Mia qué te pasó?

-Un accidente. -sonreí.

-¿Pero estas bien?

Asentí, después de esto caminamos de rumbo a mi casa, como siempre, Taehyung tenía su mano en mi hombro y mi cabeza estaba apoyada en el de él.

Estábamos ya a punto de llegar, pero no, nos detuvimos por ver una ambulancia y varios policías rodeando mi casa.

-¿Qué demonios pasó?

Je t'ai enfin trouvé.  (Jungkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora