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Kang Mia.

Es difícil liderar con una nueva vida, todo cambio desde que me fui de Seul, mi vida ha cambiado.
Al principio todo era normal, Jungkook hablaba conmigo todos los días, literalmente todos los días, y pasábamos horas y horas riendo por todo, e incluso me indicó una canción que el la había escrito Euphoria se llama.

Y tan solo escucharla, mis ojos se humedecen, y mi corazón se parte en millones de pedazos por no tener a mi novio cerca. Jungkook sigue sin decirme nada.

..

Mi vida con mi madre no es tan desagradable, cuando recién me fui a vivir con ella, en otra ciudad, fue muy difícil de afrontar, más bien, a pesar de que sea mi madre, era una extraña para mi. El esposo de ella tiene un hijo llamado Yoongi, cuando recién me mudé con ella, él era indiferente conmigo, me trataba mal, demasiado mal. Pero con el pasar de los años, nos queremos demasiado, tanto como verdaderos hermanos, y los hijos de mi madre con su esposo, son muy lindos conmigo Tommy, y Jeong, ahora tienen siete años, y son muy agradables.

En este ciudad, culmine el último año de secundaria, y conocí, y Rebecca, que es mi mejor amiga, es la persona más buena que pude conocer, y loca de paso.

El padre de Yoongi me trata como su hija pero es muy raro, me siento extraña aún.

Cambié mi aspecto, mi cabello era largo y lacio, pero ahora llega a mis hombros, y es un poco ondulado, el brillo lo deje en el pasado, y ahora uso un labial rosado. Y con lentes me veo diferente, pero sigo siendo yo. Kang Mia de Jeon.

Ay que absurdo.

—¡Pequeña! —llegó Yoongi a mi cuarto, con una sonrisa de oreja a oreja, y obviamente con su sonrisa visual.

—¿Uhm? —no tenía ánimos para hablar, Jungkook me tiene en depresión.

—Tu felicidad volverá. —dijo, caminando hacia mi cama, para después de unos segundos, sentarse a lado mío. ¿Será posible?

—¿A que te refieres? —frunci el ceño.

—Mira. —un, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete; siete boletos para Seúl. ¿CÓMO MIERDA ME TRANQUILIZÓ?

—Iremos a..

—¡Iremos a Seúl! —los gritos de Rebecca atontaron mente. ¿IREMOS? Ella irá conmigo.

Dios, no puedo, me emociona el hecho de que Jungkook me vea, y verle, morirme de ganas de besarle, besarle hasta desgastar sus labios, que son míos. Porque lo estoy segura.

Han pasado años con estas ansias, mi sonrisa no se quita con ninguna cosa, literal, estoy demasiado feliz que nadie podrá hacerme cambiar mi ánimo.

Yoongi, Rebecca y yo bajamos las escaleras de la casa de mi madre, a una velocidad indescriptible, y los tres con una sonrisa muy alumbrante.

—Me gusta verte así. —dijo mi madre, muy rara. —Aunque te lo he dicho muchas veces. Jungkook no te merece.

—¡Mamá! —seguí sonriendo—Jungkook es el amor de mi vida, y se bien que cuando me vea todo será como antes.

—Esta bien, todos iremos a Seúl, más razón por que estudien la universidad allá, los padres de Rebecca aceptaron con mucho gusto.

—¡Menos mal! —gritó ella.

—Nos iremos esta noche. Hagan maletas.

¿Qué estará haciendo mi novio? Las mariposas en mi estómago me hacían un cosquilleo muy ansioso. No me importaba como empacaba, literal, metí en mi maleta todo lo que me alcanzaba y desordenado. La única felicidad es ver a Jungkook, y por supuesto a Taehyung, que de hecho, le llamé para decirle, y lloro, lloro por verme otra vez, y obviamente yo también lo hice.

Las fotos de Jungkook es mi maleta, me llenaban. Veinte; veinte fotos de el en mi maleta, y ni hablar de las que hay en mi celular.

Cada segundo, cada instante Jungkook invade mi mente, con esa sonrisa, con sus besos que es lo que más necesito en este momento. Y lo seguiré necesitando, así me de millones de besos.

{•••}




El viento en mi cara enfríaba cada parte de esta, faltaban unos minutos para llegar a Seúl, estaba con los audífonos puestos, escuchando Euphoria, y una que otra lagrima salía sin mi permiso. Estaba muy emocionada.

—¡Bss! —susurro Yoongi. —¿Estás bien? —frunció el ceño.

—Demasiado.

—¡Yo quiero conocer al papasito que dices que es Jungkook! —dijo Rebecca.

—Te desmayaras, pero es ya tiene dueña. Soy yop. —hice una posición de diva, y reímos.

Después de unas músicas, llegamos a una casa muy grande, no tan alejada de la casa de los Jeon, su casa está muy cerca, demasiado diría yo. Esta casi doblando la esquina.

Cuando nos bajamos, me di cuanta que aquí habrá demasiada felicidad, Yoongi es como mi hermano, lo es más bien, y mi mejor amiga, Rebecca vivirá conmigo, todos los días estará conmigo, haciendome reír como suele hacerlo siempre.

—Esta muy grande la casa. —dijo el señor Min, sorprendido por la casa en la que viviremos.

—¡Está muy linda! —gritó Tommy. —Hay una cancha de fútbol! —gritó Jeong.

—Me sentiré una verdadera princesa. —Rebecca ya lo es.

—Ok, me debo ir. —lanze mis maletas, afuera de la casa, y quise irme de allí. —Volveré rápido.

—¿Hija a donde irás?

—Iré a. —mi voz se rompió poco a poco—a ver a el amor de mi vida.

Te acompañamos. —dijeron los dos, Yoongi y Rebecca.

—Vale chicos, pero no tarden. —dijo el Señor Min.

—Pero amor.. —se quejó mi madre.

—La niña esta enamorada. Dejala.

Sonríe, y salí corriendo, con la compañía de ella dos atrás mio, la casa como no estaba lejos, en un cerrar de ojos ya estaba en ella.

—¡Miaaa! —gritó Lina. —Tanto tiempo sin verte, estas bellísima. —dijo estusiasta.

—Tu igual. —plasme un beso en su mejilla. —Iré donde Jungkook. —guiñe mi ojo.

—Ju-Jungkook.

—¡Si!—grité. —Esperenme.

Corrí hacia la puerta grande, la casa seguía igual que antes, nada a cambiado aquí. Había mucho ruido, una música alta, con aplausos y copas. La puerta estaba abierta, y decidí en entrar, mi piel esta erizada, con los pelos de punta.

—¡Jungkook! —grité, y la puerta se abrió totalmente, habían hombres con traje, y mujeres con vestidos de diferentes colores. Mis ojos, se anularon completamente.

Jungkook con una traje negro, con su cabello largo y  con sus aretes negros, y alado de el, con las manos entrelazadas junto a una chica, de vestido blanco, con un peinado elegante. Y todos felices, e incluso el.

Y tras de ellos, un gran cartel de Felices esposos.

Regresar fue lo peor del mundo.


Je t'ai enfin trouvé.  (Jungkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora