9.

242 18 6
                                    

Kang Mia.

—¡Mia ya estas cansada! ¿Tan rápido? —preguntó Taehyung, que tenía la frente no muy sudada, mientras que Yoongi y Rebecca reían por unos memes.

—¿Tu..no?—dije reposando mis manos sobre mis piernas.

—De echo si, ¿comemos un helado?

—Si, porfavor.

Los cuarto caminamos a una heladería que no estaba muy lejos del parque en donde nos encontrabamos, yo con la lengua fuera, parecía un perrito con mucha pero mucha sed. Cuando entramos, habitaba un agradable olor a frutas, y estoy segura que a todos se nos hizo agua la boca.

Nos dirigimos a una mesa que estaba a lado de la ventana. —¿Qué helado quieren?

—¡Chocolate! —gritamos Rebecca y yo, a lo que Yoongi y Tae simplemente sonrieron.

—¿Mia?

—Si. —mis ojos se infiltraron en Rebecca

—¿Estás bien? —tocó mi mano—Desde que llegamos a Seúl, estas.. rara.

Si, la llegada a Seúl me cayó como un balde de agua fría, y un golpe en el hígado extremadamente fuerte.

—N-no. —tartamudee—Y-yo estoy bi-bien.

—Dime la verdad, ¿Todo bien con Jungkook? —precisamente es el nombre que prefiero no escuchar. —Vi la cara que pusiste cuando dijo la maestra que te tocaría con el.

—Rebecca, yo... yo preferiría no hablar de eso, ahora no, perdón. —dije cabizbaja.

—Tranquila, pero si ese hijo de.. su mamá te hizo algo, me dices y le parto su madre.

—¡Tranquila fiera! —dije, mostrando mis palmas de mis manos en forma de paz.

—¡Sus helados! —gritaron los dos chicos, con una enorme sonrisa de oreja a oreja.

Min Yoongi llegó a ser importante para mí, como es el hijo del esposo de mi madre, se porto como un hermano mayor, así como lo es Taehyung. Y Rebecca, mi mejor amiga, mi compañera.

—¡Ah! Creo que se me congeló el cerebro. —chille.

—No se te puede congelar algo que no tienes, duh. —y así es como mi mejor amigo, me demuestra todo su afecto hacia mi.

—¡Estúpido! —grite dando una palmada en su hombro. —¿A que hora vendrán los chicos? —a chicos me refería a Young y Hoseok.

—En unos...

—¡Pequeña Mia! —fue fácil reconocer aquella voz, y esa dulzura.

—¡Hoseooook! —grite, abriendo mis brazos para entrelazar su cuerpo. —Estas más alto. —dije sin aire por el fuerte abrazo de el.

—Ho-hola Mia, tan..

—¡Young! —grite—¡Ven para acá también te extrañe! —hice exactamente lo mismo, ganandome las risas de mis amigos, y hermano.

Je t'ai enfin trouvé.  (Jungkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora