Je t'ai enfin trouvé. (Jungkook)

[Episodio 34]

Jeon Jungkook.

Es increíble las sensaciones de los abrazos de Mia a mi cuerpo, sus brazos derriten mi ser. Y por una parte agradezco que Taehyung comprara las entradas del cine para una película de terror.

Simplemente sus manos rozar mi torso, crea un brillo natural, y un brutal escalofrío llegó a mi corazón, estando a punto de estallar, por el simple hecho de tenerla aquí, a mi lado. No se de que diablos trató la película que Taehyung escogió, no puse atención, ya que toda esta estaba a la chica que estaba alado mio, muriendo de miedo.

Una estúpida, no una si no varias sonrisas aparecen en mi rostro. Y en ese instante varios pensamientos acapan mi mente, ¿será posible que me esté enamorando tan fuerte? Porque cada instante pienso en ella, en Mia, en mi novia y por un lado yo creo que ya no es muy normal que siempre la tenga tan pendiente en mi. Será posible que me esté atando tanto a ella.

Al parecer si.

-¡Jungkook! -rápido sacudi mi cabeza, y observé que la película había acabado, y los chicos estaban levantándose para irse, cosa que yo no lo hacía. Sonreí, y me fui levantando e ir caminando con mi chica. -¡Tenía mucho miedo! -gritó ella, tapando su cara con sus manos, para después tomar mi brazo y abrazarlo.

-Eres muy miedosa.

-¿Acaso tu no tuviste miedo? -frunció el ceño.

-Por supuesto que no. -claro que no, porque no vi, ni entendí nada de la película.

Ella solo redeo sus ojos, y sonrió dandose notar como siempre, el brillo de sus labios.

Estaba viendo unos zapatos en la tienda cercana al cine, y escuché las risas de Taehyung con las de Mia, vi de reojo, y el le estaba pintando la cara con unos lapiceros. Había un lugar donde habían muchos niños, dibujando, y pintando sobre unas tablas de colores con sillas bastante pequeñas. Y por otro lado habían muchas pelotas de algodón donde habían muchos niños y niñas jugando y divirtiéndose.

Era un lugar para niños, pero no me sorprende que los dos estén ahí jugando, son como niños, a diferencia de ella que es mi niña. Solo sonreí al verlos toda la cara pintados. Mia tenía en su nariz toda morada y sus mejillas de color azul.

Parpadee varias veces, y mi corazón se aceleró más de lo normal. Sonreí como un verdadero idiota solo por ver como mi chica se divertía. Estaba con las manos en mis bolsillos, y una tonta sonrisa en mi cara. De lejos vi como ella se acercaba a mi, con unas pinturas en sus manos, y una sonrisa malévola. Frunci el ceño y me di cuenta de la intención que ella tenía.

-¡Alto ahí! -estire mi brazo, intentando pararla, aunque en el fondo sabía que era imposible. Porque Mia es Mia, y cuando quiere hacer algo, lo consigue.

Así fue la otra vez, cuando me negué rotundamente a que ella salga con Alicia, - su amiga del colegio- ellas se iban a una "fiesta" y por lo que me dijo, solo quería acompañar a su amiga a que no esté sola. Insistió tanto, tanto que logró irse. Pero ¿adivinen quién le acompaño durante toda la fiesta? Díganme posesivo, y loco, pero si mi novia va a una fiesta, demasiado hermosa, no dejaría que se vaya sola. No por celos, por "miedo"..

-Sabes muy bien que lo haré. -levanto sus cejas, y se acercó aún más a mi, mientras que yo retrocedía al paso que ella daba. -No te resistas, cariño.