[Episodio 14]

553 33 0
                                    

Jeon Jungkook.

Literalmente me reí demasiado con esa niña crea problemas.

Después de la agradable escena con ella, fui a mi habitación, a tratar de dormir, pero era inevitable hacerlo con Mia alado, a cada rato se escuchaba unas risas, unas quejas, y pequeños gritos. Llegaba ya la hora de la cena. Como de costumbre Lina llegaba a mi cuarto para avisarme que la comida estaba lista. Tenía demasiada hambre, y baje corriendo, estando aún sin camisa. Mientras las escaleras disminuían, pude notar la presencia de Mia en el comedor, riendo con Lina, parecía que hubieran contado un gran chiste, porque por lo visto la risa de Mia, era imparable. Suspire, y seguí bajando las escaleras para entrarme con ella.

—¿Comerás aquí? —Lina había preguntado frunciendo el ceño. —Claro, es mi casa. —lo dije un poco sarcástico, para ya sentarme.

Mia estaba callada, mientras que una tras otra cucharada pasaban por su boca. Estábamos solos, y era un silencio muy incomodo para mi. —Gracias. —susurro Mia, retirándose del ya mencionado, para dirigirse a su cuarto. En segundos ya estaba tras ella, y quize molestarla un poco.

—¡Sube rápido! —grité, y ella se detuvo en un escalón más arriba que yo, viéndose más alta por supuesto, regreso a verme, y pude notar otra vez sus labios con brillo, y esa exquisita fragancia de fresa. —Ahg, no molestes. —dio vuelta haciendo que su cabello golpee mis ojos.

—¡Ay! —chille.

Se había asustado un poco, y rápidamente se giró para verme que me había pasado.

—¿Estás bien?

—No; mi ojo.

—Dejame ver. —mis manos estaban cubriendo el afectado, Mia se acercó muuuucho a mi, sus manos, suaves retiraron mis manos para despejar su vista hacia mis ojos. Mi vista le seguía, y pude sentir como su respiración chocaba con la mía, y poco a poco mi estómago daba vueltas.

—Uhm, no hay nada, yo creo..

Ya no hablo más cuando se dio cuanta que estaba muy cerca mio, y note que su vista fue a mis labios, y eso me puso más nervioso de lo que ya estaba, e imite su acto. —Todo bien. —golpeó mi hombro, y corrió hacia su cuarto.

Me quede ahí unos segundos para luego irme también a mi cuarto. Me acosté en mi cama, y pude descansar un poco. Caí en un profundo sueño, descansando.

..

Por lo general siempre me suelo levantar muy tarde, pero este día era la excepción. Un ruido bastante molesto atravesó mi cuarto, eran constantes, entonces decidí levantarme de mi cómoda cama, mi el reloj colgado en mi pared y daban las seis de la mañana, tenía un poco de frío, puesto que siempre se dormir solo en bóxer.

Abrí lentamente la puerta, y como siempre Mia causando problemas, sus cuadernos de su colegio estaban por doquier.

—¡Siempre causas problemas Mia! ¡Porque soy tan torpe! ¡Qué desastre! —se quejaba mientras recogía sus cuadernos. —Solo falta que Jungkook apare..

—¿Siempre piensas en mi? —sonreí, y Mia se asustó un poco, viendome fijamente, todo el cuerpo, y otra vez se puso demasiado roja, como un tomate. —Te ayudaré, pero si me vuelves a despertar temprano, me vengare.

—Que amable. —dijo muy sarcástica.

Los cuadernos ya estaban en su maleta rosa, y se fue parando para irse sin antes decir “gracias” estaba muy arreglada, su cabello liso, y con ese perfume de fresa, y ni hablar del brillo de sus labios. Totalmente apetecibles, ¿Qué acabó de decir?

De vuelta fui a mi cama, a dormir un poco.

..

La hora de mi entrenamiento se acercaba, me puse la ropa deportiva, me arregle un poco, y baje las escaleras, no muy rápido, ni muy lento. Cuando estaba ya cerca de la puerta, la abrí lentamente, y me encontré con ella, con Mia, tenía sus audífonos puestos, su cabello recogido, y una botella en sus manos.

—¿Me esperabas? —sonrió.

—Para nada. —alcé una de mis cejas, y salí.

Me encontraba ya en el entrenamiento, y Jimin apareció. —¡Holaaa! —gritó.

—Hola Jiminshi. —sonreí.

—No me digas así, Jungkookie. —me guiño el ojo.—¿Qué tal con tu noviecita Jeon?

—Bien, muy bien.

—¡No te entiendo! —golpeó mi brazo—tenías mucho afán en ser su novio, y ahora no estás muy contento.

—Lo estoy, solo que tengo muchos problemas. —gruñi.

—¿Cuáles?

—Kang Mia se quedará en casa. —la cara de Jimin fue muy buena, sus ojos estaban expandidos, y una sonrisa muy pícara apareció en su rostro.

—¡Mia! Esa chica es un caos. —solo unas carcajadas—Pero es muy bonita ¿no?

—¿Bonita? —reí —para nada.

—¡Ay vamos! Hanna no es la única chica en el mundo.

—Mejor habelmos de tu novia, Park.

—¡Sabes que soy sensible! —chillo.

Hanna se había acercado a mi, y plasmó un corto beso en mis labios, en unos segundos ya no era un corto beso. Mientras la besaba, Kang Mia apreció en mi mente,aquella vez de su abrazo, y como el agua caía en su cara. Y me sentí un poco mal por eso, se supone que tengo novia, y luche mucho para estar con ella, literalmente. Ahora que lo pienso, jamás pensé que lo haría, que aceptaría ser mi novia, y ahora que lo es, ya el sentimiento había cambiado.

¿Mi padre tenía razón? En realidad yo no amaba a Hanna, y como lo decía Jimin, solamente es una obseción. Era la única chica que estaba en el entrenamiento.

¡Joder!

Je t'ai enfin trouvé.  (Jungkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora