Capítulo 17: Comida.

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     Makoto se despertó en un futón al lado de Kakashi, que todavía estaba durmiendo. Sus tres alumnos los miraban con curiosidad.

     —Qué mal rollo... —murmuró la mujer—. ¿Por qué nos miráis así, pervertidos? —bromeó.

     —¡Por fin te despiertas, Makoto! —exclamó Naruto, la nombrada sonrió.

     —Desearía no haberlo hecho, pero bueno. —Rio burlescamente, agarró la mano de Kakashi, que comenzó a despertarse casi al instante.

     —¿Eso ha sido magia? —preguntó Naruto.

     —¿Uhm? ¿Chicos? —susurró el Hatake.

     —Kakashi, tu Sharingan es increíble, pero si después te deja tan mal, no creo que merezca la pena usarlo... —habló Sakura, poniéndose al lado del hombre—. Y tengo otra pregunta, ¿quién era ese ninja que se ha llevado a Zabuza?

     —Ese ninja es un cazador de la Niebla. Y si llevaba esa máscara es porque es uno de élite, su trabajo consiste en eliminar cualquier rastro de los ninjas desertores de su villa, ya que contienen muchos secretos, técnicas, medicinas... Si el enemigo las averigua, estarán en un grave peligro —explicó la Senju seriamente, mirando a Kakashi.

     —Eh, ¿estás bien? —preguntó Naruto al ver a su maestro demasiado pensativo.

     —Sí, para profundizar en lo que ha dicho Makoto, los cazadores acaban con el cuerpo del ninja en el sitio donde muere para que no haya posibilidad de error —dijo el Hatake.

     —¿Es eso tan importante? —cuestionó la de cabellos rosados.

     —Piensa en ello, ¿sabes lo que hizo ese cazador con el cuerpo de Zabuza? —preguntó la Senju.

     —Creo que se lo llevó a alguna parte... —contestó la Haruno.

     —Exacto, pero ¿por qué? Debería haberlo destruido delante de nosotros —dijo Makoto.

     —Además, las armas utilizadas eran agujas, la verdad es que Zabuza sigue vivo —comentó Kakashi, restándole importancia.

     —¡Pero si vimos su cuerpo, de veras! —exclamó el Uzumaki.

     —Creo que las agujas dieron justamente en puntos de presión de su cuello, de esa manera, podía sumirlo en un estado en el que su corazón dejara de latir por unos instantes —explicó la mujer—. Eso da miedo, esa técnica y precisión deben ser sobrehumanas.

     —De todo esto podemos sacar que el cazador no quería matar a Zabuza, quería salvarlo —concluyó el Hatake.

     —Deberíamos prepararnos rápidamente, pero ustedes dos apenas pueden moverse —comentó Sakura. Makoto sonrió de lado.

     —Jamás subestimes a una Senju, Sakura —dijo Kakashi, sonriendo.

     —Os entrenaremos de una manera en la que no tengamos que movernos —comentó Makoto. Kakashi asintió.

     —¡Esperad un momento! Una lección de última hora no nos servirá de nada —habló la Haruno.

     —Pudimos derrotar a Zabuza porque vosotros nos ayudasteis, habéis madurado —comentó el hombre. Makoto asintió.

     —¡Naruto! ¡Tú has sido el que más a madurado! —exclamó la Senju—. Estoy muy orgullosa de ti.

     —¡Lo has notado, Makoto! ¡Ahora las cosas irán mejor! —gritó el Uzumaki contento.

     —Yo no lo creo y nada va a ir bien —respondió un niño en el marco de la puerta.

     —¿Pero este quién es? —preguntó Naruto.

Raíz | Kakashi HatakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora