Capítulo 2: Sasuke Uchiha.

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     Makoto no estaba en una misión de rango S, sino en una misión de rango +++S como mínimo. Vigilaba a Naruto, el pequeño rubio que dejaron Kushina y Minato a su paso. Biwako confiaba en ella para vigilar al pequeño niño desde las sombras. Makoto suspiró pesadamente y se apoyó en el árbol, a los pocos segundos, alguien se puso a su lado.

     —Naruto ha crecido mucho, ¿no crees? —preguntó Itachi a su lado. Makoto asintió y sonrió. —Sasuke también lo ha hecho, podrías ir a verle un día, no nos importaría, te debemos mucho. —Makoto negó.

     —Soy Senju y Hyuga, tú un Uchiha, creo que no hay clanes que se lleven peor. Solo molestaría. Además, según lo que he escuchado, a Sasuke no le gustan las visitas —explicó la Senju. Itachi dejó escapar una carcajada y negó con la cabeza.

     —Bueno, nuestras puertas están siempre abiertas para ti, ya lo sabes. —Itachi se retiró y Makoto meditó la idea, quizá visitar al pequeño Sasuke no sería una mala idea.

     Una vez Biwako llegó al apartamento del Uzumaki, le dio a Makoto la señal para que se retirara. Así que la chica corrió hasta su casa para poder comer algo. Se preparó una ensalada y se tumbó en el sofá para comérsela. Le dio algunas vueltas a la propuesta de Itachi entre verdura y verdura y decidió visitarles.

     La Senju salió de su casa tras recoger la cocina y se dirigió al clan Uchiha. Se quedó de pie frente la puerta de la casa del líder del clan. Pensó en irse a su casa para ahorrarse la incomodidad, pero justo cuando esos pensamientos surcaban su cabeza, la puerta se abrió. Mikoto se la quedó mirando y después sonrió.

     —¡Oh, Makoto! Hace mucho que no te vemos por aquí, pero mira que mayor estás —dijo Mikoto sonriendo. La Senju pudo evitar devolverle la sonrisa—. Si estás aquí, supongo que querías entrar.

     —Sí, bueno, quería visitar a Sasuke —dijo Makoto.

     —¡Pasa, pasa! Está con Itachi, en la planta de arriba —exclamó Mikoto—. Yo me tengo que ir a hacer unos recados, puedes quedarte con Itachi. —Makoto asintió. —Bueno, sube arriba, no hagas que Sasuke te espere. —La Senju entró en la casa y subió las escaleras hasta entrar en una habitación, donde Sasuke se encontraba gateando bajo la mirada expectante de su hermano.

     —Eh, hola, siento molestaros —dijo Makoto, mirando a Itachi.

     —Oh, Makoto, no esperaba verte por aquí —habló Itachi. Entonces, Sasuke comenzó a llorar.

     —¿Qué pasa? —preguntó la Senju, mirando al niño de cabello y ojos negros.

     —Nada, lo raro sería que no llorase. No le gusta cuando le hablo a otra persona en su presencia —explicó Itachi. Makoto sonrió débilmente.

     —Eso se llama tener celos. —Makoto se acercó a Sasuke y le dio un zape en la frente. —Y no está bien tenerlos. —El Uchiha frunció el ceño y paró de llorar, ya no le entristecía el hecho de que la Senju estuviese con ellos, ahora le enfurecía.

     —¿Cómo está Naruto? —preguntó Itachi.

     —Como siempre, Biwako suele estar con él —respondió con simpleza sentándose en el suelo.

     —¿Por qué no lo cuidas tú de cerca? —cuestionó Itachi.

     —Algún día entenderás que debes proteger a las personas que quieres de lejos, para no hacerles tú daño —dijo la Senju—. Yo no estoy en un momento en el que pueda cuidar de alguien, siquiera puedo mirar por mí misma. —Sonrió.

     —Pero apenas conoces a Naruto, ¿cómo puedes quererlo tanto? —Makoto sonrió de lado y miró a Sasuke.

     —Es lo último que me queda de Kushina y Minato. Me aferraré a él, porque no tengo nada más. Lo veo como tú ves a Itachi, ¿lo entiendes? —Itachi asintió y agarró a Sasuke, sentándolo encima de sus piernas.

     —Todo lo que has dicho ha sido bonito, no me lo esperaba de ti, has cambiado mucho... —habló Itachi mientras jugaba con el pelo de su hermano.

     —No he cambiado tanto, solo estoy un poco diferente. —Makoto miró a Itachi, él sí que no había cambiado. —Itachi, prométeme una cosa, pase lo que pase, sigue el camino que desees seguir, no el que te impongan. Para mí ya no hay remedio, pero tú quizás puedas salvarte... —Itachi se extrañó, ¿estaba Makoto despidiéndose de él? —Protege a la gente que quieres y no te martirices por las decisiones que tomes. Esa es la única manera en la que un ninja puede vivir. —Itachi cada vez estaba más confundido. —Pase lo que pase, sin importar tus errores, quiero que pienses en mí como una hermana mayor que siempre te estará apoyando. —La chica acercó la mano al pelo de Sasuke. —El mundo ninja es difícil, pero siempre es más llevadero si piensas en que alguien está de tu lado.

     —¿Por qué parece que te estás despidiendo de mí? —preguntó Itachi.

     —No le des muchas vueltas. Toma mis consejos ahora por si no puedo dártelos más tarde. Hasta pronto. —Makoto abrió la ventana, dejando que el viento ondeara su, giró un poco la cabeza para poder ver a los dos Uchihas por el rabillo del ojo y salió de la casa.

     Itachi estaba muy, pero que muy, confundido. No entendía qué acababa de pasar. Makoto odiaba las despedidas, pero había propiciado una. Itachi pensó que era por su enfermedad, quizás le quedaban pocos días o quizá se marchaba de la aldea... Sasuke estiró del pelo a Itachi y empezaron a jugar un rato, pero la mente del Uchiha mayor estaba revolucionada, y la culpa había sido de Makoto.

     ¿Cuál era la verdadera razón de que Makoto se presentara después de años en ese distrito?

     ¿Cuál era la verdadera razón de que Makoto se presentara después de años en ese distrito?

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Makoto odia las despedidas desde que Obito murió.

Raíz | Kakashi HatakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora