Capítulo 1

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Estaba nerviosa. Estaba demasiado nerviosa, al punto de que estaba despierta antes de que la canción de Where I Stand de Mia Wray fuera reproducida por mi móvil para despertarme. Aun así esperé a que sonara la música para apagarla y levantarme. Eché mis brazos hacia atrás estirando mi cuerpo y me puse mis zapatillas de ir por casa. Eran las ocho en punto de la mañana y mi primera clase de mi último curso de instituto empezaría a la las ocho cincuenta.

Antes de bajar a la cocina para desayunar abrí la ventana para que mi habitación se ventilase. Mi madre me esperaba en la cocina tomando su café con leche con magdalenas. Físicamente mi madre y yo solo nos parecíamos en dos cosas: la altura y los ojos. Mi mamá medía aproximadamente un metro sesenta y yo solo un par de centímetros más. Y nuestros eran azules, pero no del típico azul claro que casi no se nota o que dudas si es verde o gris, eran azul color mar. Pero ahí acababa nuestras similitudes, el cabello de mi madre era corto y rubio mientras que yo tenía el pelo largo y castaño y nuestros rasgos faciales no se parecían en nada. Mis rasgos faciales eran como los de mi papá.

Mi amado papá.

-Buenos días- le saludé entrando a la cocina.

Cogí la taza que mi padre solía utilizar cuando estaba vivo y la llené de leche sin lactosa.

Liam Snow era mi papá y había muerto hace cuatro años en un tiroteo mientras estaba de servicio. Aun se me encogía el corazón cada vez que pensaba en él.

-¿Nerviosa por tu primer día?- me preguntó mi madre mientras me sonreía.

Me acabé la galleta que me estaba comiendo y contesté:

-Demasiado nerviosa.

-Estarás bien- me froto el brazo intentando calmarme.

Acabé de desayunar y subí a mi cuarto para cambiarme de ropa. No me iba a duchar antes porque siempre me duchaba por las noches. Me puse un pantalón vaquero largo y una camiseta blanca básica. Me peine el pelo y dudé si maquillarme. Al final decidí no maquillarme porque me daba pereza y porque solo solía llevar maquillaje si era una ocasión especial. Tomé mi mochila y bajé las escaleras.

-Me voy- grité.

-Suerte en tu primer día y yo tengo turno de tarde así que vendré para cenar.

Caminé durante quince minutos hasta que llegué a la puerta de entrada del instituto George Washington High School. A la derecha pude distinguir a mis dos mejores amigas en el mundo.

Ella mide un metro setenta y cinco y tiene un cuerpo con unas curvas que para cualquier persona atraída por el sexo femenino estaría encantado. Su melena es larga y de un color azabache. Ella es la más abierta de nuestro grupillo, le encanta ir de fiesta, ir de compras y le encanta la química. De hecho es lo que quiere estudiar.

Por otro lado tenemos a Olivia, aunque la solemos llamar Liv o Oliv. Olivia es como Cenicienta. Tiene el pelo corto de color dorado y unos ojos verdes, pero hasta simplemente con mirarla todo te trasmite calma. Es amable, dulce y educada con todo el mundo, al punto de que es vegetariana porque no quiere lastimar a los animales. La pasión de Liv es la danza y el arte en general. Es una maravillosa bailarina, pintora, dibujante.

Les di un abrazo a la dos.

-¿Preparada Lis?- me preguntó Ella tomándome de la mano.

Entrelacé mis dedos de la otra mano con la de Oliv. Asentí.

Toda la gente sobrevivía a su primer día en un instituto nuevo. No debería de ser tan malo¿no?.

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Hola lectores!!!

Empiezo una nueva historia, ahora presentó a la protagonista y a sus amigas.

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Les quiero 😘😘😘

Enamorada del chico malo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora