Enamorada del chico malo.

Capítulo 65/ Final

La venda era de un color muy oscuro, Álex la entrelazo con delicado detrás de mi cabeza.

-¿Ves algo?- me preguntó.

-No veo nada- confirmé.

Escuché como salía del coche y cerraba la puerta, abrió la puerta del copiloto, quitó mi cinturón de seguridad me tomó de las manos y me giró cuarenta y cinco grados. Empujó mis manos hacia delante y me agarró de las caderas para evitar que me cayese y con delicadeza me dejo en el suelo. Me guió durante unos minutos todo cuesta arriba hasta que se quedó quieto.

-¿Preparada?- susurró detrás de mí.

Asentí, y la venda se cayó de mis ojos revelándome las vistas. Ahogué una exclamación. Estábamos en el sitio más alto de la ciudad donde podía contemplar perfectamente toda la ciudad de Washington, todos los edificios con sus luces que contrastaban con el cielo oscuro de la noche. Era hermoso, deseaba que mis ojos fueran una cámara de fotos para poder hacer este instante eterno. Me giré para observar a mi novio que me miraba sonriente.

-Es maravilloso-le dije.

-No tanto como tú- me sonrojé ante su cumplido- Te he traído porque quería hacer una cosa que requiere un sitio especial pero antes tengo que contarte algo.

-Hace un año más o menos, mi hermano mellizo Justin conoció a una dulce chica de su mismo instituto en Nueva York. Ambos son amantes de los libros, de ahí todo mi conocimiento sobre libros. Justin cayó ante sus pies totalmente enamorado así que empezaron a salir. Yo en esos tiempos era un capullo, me gustaba ser el más chulo, en esos tiempos era todo un chico malo. Una noche en la que ellos estaban juntos pillé una borrachera impresionante, había una fiesta y todos íbamos igual.- me relató, hizo una pausa para tomar una respiración- Llamé a mi hermano y este junto a su novia decidió venirme a buscar para llevarme a casa. Durante el camino no paraba de hacer gilipolleces en una de estas mi hermano apartó la vista un segundo de la carretera para decirme algo y entonces el coche se estrelló. Justin y yo salimos ilesos pero ella se ha quedado parapléjica por mi culpa. ¿Recuerdas a Li? Es su prima, quería vengarse de mí y con razón.

-No es tu culpa- le interrumpí.

-Sí que lo es, es por eso que no vivo en Nueva York porque no podía mirar a los ojos a mi hermano ni a mi cuñada, cuando fuimos a Nueva York fui a hablar con ellos- empezó a llorar- Me perdonan, no sé como pero me han perdonado. Este es tu momento perfecto para huir soy una persona horrible.

Me acerqué a él y lo abracé con fuerza.

-No es tu culpa- le dije- Yo te amo.

-¿De verdad me amas incluso con eso?-me preguntó, casi se me rompe el corazón.

-Por supuesto que te amo- respondí.

Álex se puso de rodillas.

-¿Tanto como para casarte conmigo?- me preguntó sacando un anillo.

Cubrí mi boca con mis manos. Amaba a Álex, me iba ir a vivir con él, iba a ser el padre de mi hijo ya había pedido hasta los papeles para la adopción. Cada latido de mi corazón era para él. No había un número lo suficientemente alto como para poder medir mi amor por él. Empecé a llorar, lo abracé.

-¿Ángel? ¿Necesito saber si eso es un sí o un no?- me preguntó.

-Sí, claro que sí, si prometes amarme como me harás ahora para siempre-le pedí.

-Te amo ahora y te amaré igual cuando tengas treinta y cuando tengas cien, mi amor superará a la muerte- lo besé.

Con delicadeza colocó la sortija en mi dedo.

-Mi ángel- susurró.

-Mi idiota- le respondí.

Fin.

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¡Hola lectores!

Doy por finalizada la historia de Enamorada del chico malo, quería agradecer a todos los que han mostrado su apoyo votando a esta historia. Tengo intención de sacar spin-off de algunos personajes así que estaros atentos a mi perfil.

Os quiero muchísimo 😘😘😘