Enamorada del chico malo.

Capítulo 38

El recital de Liv estuvo basado en el famoso cascanueces. Me pareció increíble y además de que todas las bailarinas y bailarines bailaron de una manera que te remueve todo el corazón, Oliv tuvo un solo que me dejo sin habla. Sabía perfectamente que Olivia era una artista y que lo demostraba con el movimiento de su cuerpo al son de la música.

El día de San Valentín me levanté de muy buen humor. Y vosotros pensaréis que es porque es el día de los enamorados pero no. Pero estáis muy equivocados, si fuese estaría un poco triste por no poder hacer chistes ni reírme de memes sobre la soltería. Estoy tan feliz porque ha estado toda la noche lloviendo y eso significa una cosa.

CHARCOS.

Amo saltar en charcos, de echo me levanté más pronto para poder pasar mi tiempo saltando en los charcos. Bajé a la cocina con mis botas de agua.

-Lis- se quejó mi madre al ver mis botas azules.

-Tranquila, me las quitaré antes de entrar y me encargaré de limpiar las botas- le prometí.

Mi madre suspiró cansada por lo que di la batalla por ganada.

Cogí un paraguas pequeño y mi mochila y fui feliz. Salté en todos los charcos que encontré. Cuando llegué vi a Olivia, Ella, Martín y a Álex esperándome en la puerta. Todos menos Martín reía y vi como este último mencionado le daba diez dólares a Ella.

-¿De qué os reís?- pregunté saltando en la espalda de Álex abrazándolo.

- Has venido saltando en todos los charcos ¿vale?- preguntó Liv riendo.

-Obviamente- dije mientras ponía mis ojos en blanco.

-Aposté que ibas a venir saltando en todos los charcos y Martín dijo que no- dijo Ella orgullosa.

-Martín me decepcionas- dije preocupada- Y yo que pensaba que me conocías.

Todos rieron.

Salí de la ducha envuelta en una toalla. Me había empezado a preparar para acompañar a Álex a la fiesta de los casinos de su madre. Estaba muy nerviosa. Iba a conocer a la madre de Álex. Él me había hablado de ella pero todo lo que me había descrito me hacía querer estampar una silla en la cabeza de esa mujer pero estaba totalmente en contra de la violencia así que no lo haría. Pero es que, ¿qué clase de madre desanima a su hijo en vez de animarlo a lograr sus metas?.

Me sequé el pelo con el secador mientras cantaba (no era buena cantando pero me gustaba cantar) Rocketman de mi amado Elthon John. Después planché mi melena castaña, me puse el mismo vestido que me había puesto para el cumpleaños de Álex junto a un abrigo muy elegante de color gris y me maquillé. Use unas sombras de color azul y me miré al espejo.

Con el maquillaje lucía hermosa pero sin él no era muy guapa, era una más del montón pero bueno, no todo el mundo puedo lucir como si lo hubiese pintado un ángel. A los diez minutos llegó Álex en su Jeep.

-¿Qué tal estoy?- le pregunté buscando su aprobación, no sabía si me había vestido correctamente para la ocasión.

-Tan hermosa como siempre- no pude evitar sonreír.

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