Enamorada del chico malo.

Capítulo 64

El sábado por la noche de la semana siguiente al juicio me encontraba en una discoteca. Para celebrar tantas cosas: la custodia de Wendy, mi acceso como becada a Columbia, la entrada de Olivia a la academia de sus sueños y Ella que había conseguido la suficiente nota para entrar en la universidad pública de Washington para estudiar enfermería.

Álex estaba junto a sus amigos mientras yo bailaba al ritmo de la música en la pista con mis amigas. Descubrí que Álex no bebía pero desde antes de conocerme y todo, cosa que me sorprendió gratamente. ¿Quién diría que él tenía fama de chico malo? Solo era su apariencia pero ante mis ojos era un trocito de bizcocho relleno de chocolate.

Hacía un calor brutal dentro de la discoteca, después de bailar varias canciones me disculpé para ir al baño a tomar un poco de aire y recargar mi batería social. Dios mío, ya eran las doce, Wendy ya llevaría tres horas durmiendo. Mi madre quería pasar una noche con ella así que lo ir de fiesta había sido muy conveniente para ella. Era una muy buena abuela y comprendía que quisiese pasar todo su tiempo con su nieta antes de que nos marcháramos a Nueva York pero no podía sentirme un poco celosa y recia a dejar a mi hija. Me quedé un rato observando a la multitud que bailaba.

-Hola preciosa- me dijo una voz desconocida.

Un chico que tendría cinco años más que yo se acercaba hacía mí.

-No quiero nada contigo- le dije directa.

-Venga muñeca- insistió.

Me estaba poniendo muy nerviosa ante su cercanía pero tome aire. Ya era hora de superar lo que me había pasado y ser valiente.

-Te he dicho que no- repetí- Si alguien te dice que no debes de dejar de insistir un no significa un no y como me vuelvas a preguntar o intentes manosearme voy a ir al guardia de seguridad y te van a echar de aquí.

Le lancé una mirada asesina y me di la vuelta. Dios mío, tendría que hablar de mi progreso con mi psiquiatra y con mi grupo de terapia para animarlos y darles esperanza, se salía del maldito agujero oscuro. Me acerqué a la mesa donde estaba Álex, él me agarró por las caderas.

-Tengo una sorpresa que revelarte pero necesito que vayamos a otro sitio.- me susurró.

Lo miré buscando respuesta pero solo me lanzo una sonrisa pícara. Corrí de vuelta a donde se encontraban de mis amigas explicándoles el reciente cambio de planes.

-No la permitas beber nada de alcohol- le dije a Olivia quien observaba a Ella para evitar que se acercase a la barra a por un trago.

Volví a donde me esperaba Álex mientras salíamos de la discoteca.

-Aire fresco- dije aliviada al sentir el leve frío de la noche. Nos montamos en el coche.

-No me vas a contar a donde vamos ¿verdad?- probé suerte.

-Hay que mantener la intriga- me respondió.

-Eres toda una caja de sorpresas- dije divertida.-¿Me vas a poner una venda?

-Eres adivina- me felicitó.

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