Enamorada del chico malo.

Capítulo 14

Al día siguiente me levante a las once de la mañana y aun así estaba muy cansada. Menos mal que habíamos ido a la pelea un viernes sino hubiese muerto de sueño. Me moví en la cama estirando mi cuerpo para levantarme. Definitivamente Álex ya se había marchado. Pensar en él me trajo recuerdos de lo que había pasado anoche, un rubor cubrió mis mejillas. No era la primera vez que un hombre me veía sin camisa, había ido muchas veces a la piscina municipal en bikini pero aun así fue...Distinto.

Unas mariposas empezaron a revolotear en mi estómago. Cogí mi almohada y me cubrí la cara con ella. No podía enamorarme de alguien como Álex. Decidí hacer una lista mental de razones por las cuales no debería enamorarme de Álex Prescott.

1. Es un mujeriego.

2. Soy asexual y dudo que quiera mantener una relación con alguien de manera solo sentimental.

3. Tenía conductas violentas y aunque nunca se había mostrado violento conmigo era algo bastante inquietante.

4. Necesito salvar a mi corazón.

Definitivamente no era buena idea. Pero no podía sacar de mi vida a Álex, eso sería algo muy cobarde de mi parte. Simplemente actuaría normal pero con una ligera muralla de hielo en mi corazón.

Salí de la cama y bajé a la cocina.

-Buenos días mamá – la saludé.

-Pensaba que a este paso no te ibas a levantar- me dijo.

Si tú supieras.

-Ya sabes que soy como la Bella Durmiente- respondí sonriente.

-Pues para haber dormido tanto tienes unas ojeras- comentó.

Decidí cambiar de tema.

-Hace un montón de tiempo que Ella y Liv no vienen a casa- le dije mientras daba un sorbo a mi tazón de leche sin lactosa.

-Podrías invitarlas a pasar la tarde- propuso mi madre.

Mi madre quería a Ella y Liv como si fuesen sus hijas. En verdad, mi madre era la persona más cariñosa del mundo a diferencia de mí, que era un poco recia a hacer muestras de cariño.

-Lo haré.

Subí a mi cuarto y escribí un mensaje a mis mejores amigas, sabía que habían llegado a casa ayer por la noche porque antes de acostarme había leído el mensaje que me habían escrito.

Me di una lucha larga y curé mis cortes. Después hice todos los deberes que tenía que hacer para el fin de semana y organicé mi horario de estudiar para los exámenes de esta semana.

Después hice la comida junto a mi madre. Y luego ella se marchó a trabajar.

Ella y Oliv llegaron a las seis y subimos a mi cuarto.

-Cuéntanos que paso a noche- me exigió Ella.

Les describí todo lo ocurrido.

-¿Te gusta Álex Prescott?- me preguntó Olivia con curiosidad.

Me mordí el labio, no valía la pena mentirlas.

-No estoy segura- respondí con sinceridad.

Ella y Liv se dieron cuenta de que no quería hablar sobre ello.

-Me traes una escalera para que pueda dibujar en el techo.

No pude evitar sonreír mientras iba a buscar la escalera. A Olivia le encanta dibujar y pintar. Olivia era arte en su estado puro.

Se puso a dibujar mientras hablamos.

-¿Tienes ya claro si quieres dedicarte a pintar o al ballet?- le preguntó Ella a Olivia.

Liv frunció el ceño mientras movía la tiza por la pizarra.

-No lo sé aún-respondió frustrada – Aun sigo pensando. ¿Y tú Lis? Tú matemáticas ¿no?

Asentí.

-¿Ella?

-No sé si estudiar química o si estudiar medicina.

Elevé las cejas sorprendida.

-Ella...

Me miró.

-Sabes que tu médica no te va a dejar-le dije.- Es demasiado peligroso. Solo podrías trabajar en la zona de bebés porque está totalmente esterilizada.

-Lo sé- respondió triste.

Estuvimos hasta la hora de cenar hablando juntas. Amaba pasar tiempo con mis mejores amigas. Eran mi todo en el mundo. Cuando me fui a mi habitación a dormir miré mi móvil.

"Hasta el lunes bonita."

No pude evitar sonreír.

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