Capítulo 28

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En la clase de historia concretamos la hora en la que quedaríamos porque esa tarde me tocaba trabajar para mi alegría (noten el sarcasmo). Las clases pasaron literalmente volando y cuando me di cuenta ya estaba en casa, comí con mi madre le conté el reciente cambio en mi relación con Álex. Después lavé la vajilla que habíamos utilizado, una blanca de porcelana sin ningún tipo de dibujo o diseño. Cuando acabé me fui a mi habitación a hacer los deberes y estudiar.

A las cinco y media ya había acabado mis deberes, me había dado tiempo incluso para quedar con mis amigas para el club de feminismo y quedar para comprar ropa para el cumpleaños de Álex. Cosa por cierto que debía estar pensando en el regalo que tendré que comprarle. Salí de mi cuarto y me dirigí a la habitación de mi madre quien se encontraba viendo un documental sobre la ciudad de Florencia.

-¿Necesitas que compre algo?- le pregunté a mi madre.

Lo sé, soy buena hija.

-No, gracias cariño.

Cogí mi bolso y salí a la calle a buscar una caja de tizas. Me paré en una papelería/ librería cerca de mi casa. Compré la caja de tizas y mientras las buscaba encontré el regalo perfecto para Álex. No pude evitar salir con una sonrisa en mi cara.

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Sonó el timbre de la puerta y allí me esperaba Álex con su look natural, llevaba su gorro azul que tanto me gustaba.

-Me marcho a trabajar mamá- grité.

Cerré la puerta y entrelacé mis dedos con los de Álex.

-Eres todo un caballero pero realmente no hacía falta-le dije.

-Es mi deber como novio-dijo- También te acompañaré del trabajo a casa.

-No- dije negando con la cabeza- Termino a las dos de la noche es muy tarde.

-Lo siento ángel, pero te voy a acompañar es peligroso en general que una persona salga a esas horas pero es que además eres una chica- comento.

-No, es peligroso que violadores, secuestradores y gente que está mal de la cabeza salga a esas horas y a cualquier otra- le informé.

Dejamos la conversación porque sabía que me iba a acompañar a casa, y por muy mal que suene había una gran parte de mí que hubiese deseado que esa noche alguien me hubiese acompañado a casa.

-Cuéntame algo sobre ti- le dije.

-¿El qué?- me preguntó con una sonrisa.

-¿Qué quieres estudiar?- le pregunté, me daba mucha curiosidad.

-DADE o también conocido como derecho y administración y dirección de empresas- me respondió.

-¿Para seguir con la empresa de tu madre?- me sonaba que su madre tenía una gran empresa aunque no estaba muy segura. Creo que era de casinos.

-No- dijo rotundamente, casi ofendido- Pienso venderla y después montar la mía propia.

-¿Cómo te llevas con tu madre?

-Es una víbora- me respondió, a lo que alcé las cejas sorprendida,- Lleva toda la vida diciendo que soy una mierda, que nunca voy a llegar a nada y me culpa de algo que no es cierto.

Una ola de ira me inundó.

-Me cae mal- empecé- No la conozco pero me da igual, tú eres increíble y vas a llegar a donde tú quieras y nunca deberías siquiera dudar de ello.

Él me beso con ternura y entré a trabajar.

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Enamorada del chico malo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora