Enamorada del chico malo.

Capítulo 61

Durante las siguientes semanas Álex y yo estuvimos más unidos que nunca, la verdad que después de contarle que tenía una hija temía que nuestra relación cambiase de una manera negativa y todo se volviese muy tenso e incómodo pero la vida me ha sonreído y todo va sobre ruedas. Álex habló con Li y ella vino personalmente llorando pidiéndome disculpas, que todo era simplemente porque estaba muy dolida y enfadada con Álex,...

Esta semana fue lo del famosos concurso e increíblemente quedé la segunda y hablar del tema me jode, todo fue porque el otro maldito chico termino el puto problema cinco segundos antes, nadie valoró que el mío estaba trescientas veces mejor explicado, pero por lo menos va a quedar maravilloso para mi currículo para entrar en la universidad de Columbia. El desgraciado de mi novio tuvo que escucharme quejarme durante un par de horas. Vamos, que no sé cómo no me mando a la mierda.

Álex tiene un partido de fútbol americano muy importante porque han venido los representantes de las universidades para echar un ojo a los jugadores y seleccionar cuales son los mejores y a quienes van a ofrecerle una beca. Aunque uno pensaría que mi maravilloso novio estaría nervioso está muy tranquilo, pero luego recuerdo el ego tan grande y entonces ya entiendo su calma, además de que él es el capitán del equipo y según lo que dicen sus amigos el mejor del equipo, remarco lo de según sus amigos porque yo realmente de fútbol no entiendo nada. Estamos Ella, Olivia, Maddison y yo sentadas en la primera fila de las gradas.

Y ahora os preguntaréis quien es Maddison, bueno en New York Martín le confesó sus sentimientos a Ella desgraciadamente los de mi mejor amiga no eran recíprocos así que más o menos ahora Martín está conociendo a Maddison a ver a donde les depara el sino.

Maddison es muy alta, tenía un cuerpo musculoso porque practica fútbol americano, su pelo era rubio y corto, y sus ojos eran de un gris tormenta. Además tiene un pequeño dragón tatuado en el cuello.

En cuanto los chicos saltaron al campo empezó mi plan, cogí mi mochila y saqué una pancarta blanca en la que ponía: CUANDO QUIERES ANIMAR A TU NOVIO PERO NO ERES LO SUFICIENTE BUENA PARA ENTRAR EN EL EQUIPO DE ANIMADORAS, la colgué y a su lado puse la otra pancarta: FIJAROS EN EL NÚMERO 8, ES EL MEJOR DEL EQUIPO.

Cuando Ella y Oliv vieron la maravilla que había hecho empezaron a reír. Maddison empezó a comentar la jugada con un chico que se encontraba a su lado.

-Lo siento- se disculpó Maddison aunque no sé muy bien por qué- Es que se me olvida que las chicas no sabéis de fútbol y esos temas, vosotras preferís hablar sobre maquillaje y tal ¿no? Aunque yo odio esas cosa.

Ella, Olivia y yo nos dimos una bofetada mental ante aquel comentario. El partido fue muy bien, varios representantes se fueron hablar con él entre ellos el de la universidad de Columbia. Después fuimos a cenar con los chicos del equipo. Todos pidieron pizza, yo pedí una hamburguesa de pollo y Liv pidió una ensalada.

-¿Por qué todas las chicas prefieren no comer pizza para mantenerse delgadas?- preguntó Maddison despectivamente a Olivia.

-Porque Olivia es una increíble bailarina y entonces necesita cuidar su alimentación- respondí en defensa de mi amiga.

El viernes por la tarde estaba montada en el coche con Álex, él conduce mientras yo hablo con él antes de que me ponga a estudiar ya que los exámenes son la semana que viene.

-No te caía bien Maddison ¿verdad?- me preguntó mi novio.

-Es misógina- respondí poniendo los ojos en blanco.

Álex frunció el ceño confundido.

-Tiene una misoginidad interiorizada, y no es que me parezca mal que una chica se salga de los roles de género- le expliqué- Mi problema es que se cree mejor porque ella hace cosas que están asociadas a la masculinidad como que le gusta el fútbol y lo coches, y desprecia y trata como inferiores al resto de mujeres las cuales les gustan cosas relacionadas a la feminidad ¿sabes? Como si la feminidad fuera algo malo.

Álex estuvo unos segundos pensándolo pero finalmente asintió.

-Tienes razón- concordó- Nunca lo había pensado.

-Pues para eso estoy yo- le dije sonriendo –Para recordarte esas cosas. Bueno, cambiando de tema, ¿a dónde me llevas?

Supuestamente vamos a un hostal en Virginia para relajarnos antes de los exámenes pero no me creo ninguna de las palabras que me ha contado.

-Está bien, vamos a ver a mi familia- dijo tranquilo.

¡VOY A MORIR!

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