Enamorada del chico malo.

Capítulo 48

No hicimos un funeral para Margaret. Estuve toda una semana sin ir a clase pero creo que ya basta.

La vida no para aunque nos pasen cosas malas.

He estado toda la semana sin hacer nada más que llorar, mi madre tampoco para de llorar y tengo que dejar de ser una carga para mis seres queridos.

El lunes me desperté a las siete para ir a clase. Fui al baño y me miré en el espejo, reflejaba perfectamente todo lo que había hecho. Tenía ojeras por la falta de sueño, mis ojos estaban rojos igual que mi nariz. Me lavé la cara, me puse corrector de ojeras y maquillaje para parecer una persona en vez de un zombie.

Desayuné con mi madre tranquilamente aunque se notaba la tristeza en el ambiente.

-Mamá- empecé mientras lavaba mi taza- Ahora que Margaret se ha ido, ya no tenemos ese gran gasto económico y había pensado en que sería bueno que te fueras un fin de semana a un hotel a relajarte.

-Lis...

-Escúchame-la corté- A veces lo mejor es alejarte un poco de tu entorno y tener tiempo para ti misma ¿vale? Te quiero muchísimo y simplemente espero lo mejor para ti.

Me dio un abrazo, de esos que duran más de un minuto.

-Te quiero tanto- dijo entre lágrimas- Y estoy tan orgullosa de ti.

-Yo también te quiero- me reí- Tenemos que parar de ser tan sentimentales que me he puesto maquillaje y se va a correr.

Mi madre se rió y me dio una caricia. Acabé de prepararme y me marché de mi casa. Fue raro volver a sentir la luz del sol en mi piel después de una semana entera encerrada en mi habitación. Cuando llegué al instituto Ella y Olivia se sorprendieron al verme. Me habían escrito toda la semana y me habían pasado todos los deberes y los apuntes. A eso me refería con que había estado la semana con mi cara dentro del culo. Me había convertido una mochila para mis amigas y para Álex. Cuando mi padre falleció estuve tres semanas sin poner un pie en la calle.

Me acerqué a ellas y me miraron sin saber muy bien que hacer.

-Olivia tienes que convertirte en mi salvación- pasé de saludarlas- ¿Por qué la señora Priori piensa que todos somos unos artistas como tú?

Los cuerpos de mis mejores amigas se relajaron notoriamente.

-Tan poco es tan difícil- alcé mis cejas- Yo además aunque me encante pintar y dibujar he decido que quiero entrar en la Brenau University y dedicarme a la danza.

-Yo siempre supe que te decantarías por el baile-afirmó Ellla.

Liv y yo alzamos a la vez, debería de intentar mentir mejor.

-Tenemos que quedar para hacer algo para la siguiente exposición del grupo feminista.- dije.

Y así nos sumergimos en una conversación mientras cada una se dirigía a su clase. No pude evitar en mucho que las quería que aunque el mundo había decidido llevarse una hermana mía me dejó otras dos. Y aunque esperaba que fuera para siempre aprovecharía el momento y las querría aunque eso me diese miedo. Pero tenía que ser valiente. Y había aprendido de la mejor ¿verdad, Margaret?

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