Enamorada del chico malo.

Capítulo 26

-Lo sé, soy la próxima Marie Curie- dije con tono burlón y agradeciendo a Dios por haberle impedido a Álex escuchar la pregunta.

Me giré y me encontré que todos los chicos del fútbol americano se sentaban en nuestra mesa. No pude evitar tensarme, odiaba estar con tantas personas, me ponía muy nerviosa tener que socializar con tantas personas. Además eran hombres, para mi incomodidad simplemente empecé a rezar porque ninguno me tocase.

Ella, Oliv y Álex se dieron cuenta de mi nerviosismo.

-¿Estás bien?- me preguntó Álex al oído.

Yo asentí aunque no lo hice con mucha convicción.

-¿Lis?- me preguntó Ella cautelosamente.

-¿Qué?- pregunté forzando mi voz a sonar de manera natural.

-Martín te estaba preguntando algo- me informó.

Me giré hacia el muchacho rubio que vino al Mario's.

-¿Eres la novia de Prescott?-me preguntó intrigado.

No sabía contestar. Álex pasó su brazo por mi cadera para levantarme, aunque yo estaba preguntándome porque se dirigía a Álex por su nombre en vez de por su apellido. ¿Por qué la gente hace eso?

-Me llevo a Lis un momento- dijo mientras me levantaba de mi sitio.

Él me llevó hasta un manzano que había lejos de las mesas. Empezó a acariciarse la nuca.

-Yo...-comenzó.

-¿Qué?- pregunté en un susurro.

-Yo estoy enamorado de ti. Y sé que a lo mejor tus sentimientos no corresponden a los míos o que en realidad piensas que eres una chica de las de mi lista pero no ¿vale? Las otras chicas y yo somos segundos en mis vidas y yo soy segundos en las suyas porque no hay emoción. Pero yo de verdad te quiero.

-Repítelo, por favor- le supliqué.

-Te quiero, movería mar, cielo y tierra por ti. Y me suele dar miedo querer a las personas porque la gente se marcha pero tengo que declarar. No hay mejor sensación que amarte. Amo cuando te metes conmigo, amo te impones a lo que piensas que está mal con respeto, amo tu lealtad y te quiero aunque tu película favorita de Star Wars sea La Batalla de los Clones . Y sé que tengo muchos demonios pero...¿Quieres ser mi novia?- me preguntó.

Miles de emociones recorrieron mi cuerpo, era como ahogarse simplemente que no me importaba hundirme en ella.

Él me quería.

Tenía ganas de llorar.

Las reprimí. Y asentí con la cabeza porque no podía hablar.

-¿Sí?- preguntó Álex esperanzado.

Volví a asentir.

-Estoy enamorada de ti. Sé que tienes demonios pero los amo igual que tú amas mi oscuridad. Juntos tendremos un perfecto infierno ¿vale?- Álex me abrazó con fuerza elevándome del suelo.

Posé mis labios en los suyos.

-Me cuesta creer que digas que eres parte de mi infierno siendo que tú eres mi ángel.- me dijo.

- Así es como me llamaba mi padre- le dije.

-¿Te molesta?- preguntó mientras volvíamos a la mesa.

Lo pensé unos segundos.

-No, de hecho, creo que me gusta más que el resto de los apodos que me has puesto- comenté.

Nos sentamos en la mesa. Todos los de la mesa pararon sus conversaciones.

-¿Eres la novia de Prescott?- volvió a preguntar Martín.

-No me gusta que hables de mí como la algo de alguien pero contestando a tu pregunta, sí, estoy saliendo con Álex.

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