× b é s a m e m u c h o ×

1.2K 90 39
                                    

El concierto se acabó, pero para ellos era el inicio de la velada. Salieron del bar, mirando la noche estrellada. Eran eso de las doce y cacho; era tarde. Damon se recargó de en la pared en la entrada del bar, mirando a Daniel, que puso sus manos en sus bolsillos, mirándolo mientras encendía un cigarrillo -¿Te molesta si lo enciendo? - Le preguntó, mirándolo detenidamente -No, mientras me des la mitad- Dijo, juguetón y con ojos coquetos mientras él encendía el cigarro y aspiraba, quemando la puntita -Ven- Pidió el pelirrojo, sin soltar el humo que mantenía preso en sus labios, dejando que Daniel se pusiera con la cara de frente a él, que le sopló el humo del tabaco para que lo mantuviera en sus bonitos labios. Daniel exhaló el humo, mirando como Damon sonreía, poniendo esos hoyuelos en sus bonitas mejillas afiladas de varón -¿Me besas de nuevo? - Pidió, viendo como los ojos de Damon parpadeaban coquetamente; con mirada que lo embriagaba.
- Déjame poner tus manos en mi suéter- Dijo el pelirrojo mientras el chico de cabello negro sacaba sus manos, para ponerlas adentro de su chaqueta de cuero, que estaba calentita. Damon se inclinó hacia adelante, besándolo suavemente. Abrazándolo mientras el cigarrillo se consumía lentamente en su mano -¿Dormirás conmigo esta noche? - Preguntó Damon, manteniendo su nariz pegada a la de él, que solo asintió mientras sus labios seguían necesitados de los suyos.

El de cabello rojo lo volvió a besar, pero unas gotitas empezaron a caer sobre sus coronillas, dejando su gélido abrazo por sus cabezas -Creo que debemos irnos a casa- Mencionó Daniel con una sonrisa en los labios mientras se encogía de hombros, sintiendo aún el aliento de Damon en su rostro -Cuando dices "a casa" suena a que vivimos juntos- Rió el mayor mientras le daba un mimo en el cabello -Vivimos juntos... tú vives en mi corazón y yo vivo en el tuyo- Dijo, sin quitar los ojos de sus faroles que parecían tinas de miel. Un beso en la frente y se regresaron al coche, encendiéndolo entre la lluvia y manejándolo hasta la mansión de Damon.

Cantando y sintiendo esa paz en el pecho cuando estaban juntos.

Daniel pareció ausente por unos segundos, mirándolo -¿Pasa algo? - Preguntó Damon, sin intenciones de ser invasivo -Es solo que... Derek..- Pudo sentir a Damon tensarse en ese momento. Odiaba ese nombre y a ese hombre -Derek me dijo que si trataba de salir del culto- Suspiró - Iban a matar a mi padre y a mi hermano... y también a él- Los ojos de Daniel reflejaban duda y temor. Como quien está al pendiente de lo incierto. Damon apretó los labios. Sabía que era cierto -Haré lo necesario para que estés bien. Y tu familia igual- Dijo, mirándolo apelativo -Quemaré y destruiré lo necesario para que estemos juntos y a salvo- Prometió, besando el dorso de su mano mientras paraba el coche en un crucero.

-Escapémonos- Pidió Damon en un semáforo rojo.

-Escapemos- Selló con una sonrisa, con un juramento de meñique.

Ambos estaban decididos, iban a salir de ese lugar, aunque les costara la vida. Porque la vida de ambos estaba en el otro.

El pasillo permanecía oscuro, con algo en el suelo que se movía muy a penas. Derek se levantó del piso, caminando a la cocina con un pie cojo y tratando de procesar lo que había pasado. El secuestro de Angel, la intervención de Damon a su casa, la desaparición de Lucille y la golpiza que su sumiso le había dado. Todo le daba vueltas. Hasta que su celular vibró con un mensaje sencillo.

"Tengo los cinco corazones. Te necesito en la Catedral del Silencio lo más pronto posible" Con solo leer eso, sabía que esa noche iba a ser muy larga.

Llegaron a la casona del de cabellos de fuego, que estaba a oscuras -Tenemos que llegar en silencio ¿Está bien? No quiero que Margo y la señora ama de llaves te vean entrar a mi cuarto-

-¿Por qué no? -

-Van a hacer preguntas incómodas- Dijo, encogiéndose de hombros y torciendo los labios, arrancándole una sonrisa a Daniel que se bajó del coche -Si no llegas antes que yo, voy a gritar- Rió mientras corría hacia la casa -¡Espera, Daniel! ¡No! - Gritó mientras salía disparado detrás de él.

|[Silencio Profundo]|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora