El sol estaba dando su último suspiro antes de morir para renacer. Derek conducía en silencio, con el sudor enfriándole la frente; La chica de los ojos negros veía por la ventana, palpando un bolsito negro que ella había tomado antes de salir y quemar la casa. Lo abrió, tomando de él un arma que dio un rayo plateado, iluminando el rostro del conductor —¿Qué es eso? — Preguntó él, nervioso, pero ella no le contestó, solo le quitó el seguro a la pistola y la devolvió a su escondite —Mi padre— Dijo Lucille, volviendo los ojos al frente —Él amaba la cacería, pero a mi madre le parecía desagradable. Ella creía en el cuento que todas las criaturas somos iguales, pero eso es estúpido. Stan, mi padre, me regaló esta pistola antes que ella muriera, por eso la protegí con un hechizo. Ambos teníamos una fascinación inmensa por las armas, por la destrucción...— Soltó un suspiro —Y creo que es por eso por lo que nos complementamos... fuimos hechos el uno para el otro, andando juntos y destruyendo todo a nuestro paso— Fulminó ella, recargándose en la ventana.
—Tú eres el único que ha sido fiel a mí, Derek. Y te lo agradezco— Lucille puso una mano en su pierna, de esas caricias que le das a la gente que solo quieres que te tenga confianza —Por eso, solo tú y Ándras quedarán vivos. Los demás son solo para llenar el lago rojo— Confesó, sin esperar reacción alguna de Derek, quien solo siguió manejando. Pero de algo estaba seguro; ya no quería seguir con ella.
Para cuando llegaron a la entrada del bosque, Lucille le ordenó a Derek que detuviera el coche en seco, casi costándole la defensa trasera al lindo coche negro de su hermano —Te dije que no iba a ser difícil de encontrar, papá — Murmuró, sonriendo mientras se bajaba del carro —Tú ve por el lado izquierdo y yo iré por el lado derecho. Sentiré si los encuentras e iré allá de inmediato— Ordeno, caminando en su dirección mientras Derek le obedecía.
Atravesaron la mitad del bosque, no estaba tan oscuro y podían ver la carretera a lo lejos —Veo tu coche— Dijo Daniel, mirando a Damon con una sonrisa —Sí, yo también lo veo— Mencionó, mirando dos veces porque no recordaba haber visto otro coche cuando llegaron —Camina rápido, debemos irnos de aquí— Mascullo el pelirrojo, con el corazón abrigado en el pecho al reconocer el auto, agarrando fuerte la mano de Daniel, que parecía confundido. Empezaron a caminar tan deprisa como las hojas tiradas en el suelo les permitían.
Pero pronto supo que no podía huir.
—Hermanito— Se quedó helado. Daniel le sostuvo la mano, asustado, escondiéndose detrás de él.
Damon vio a Lucille acercarse, sintiendo como las uñas del chico se aferraban a su piel debajo de su camiseta —Sueña lindo, flamas— Dijo ella, antes que Derek empujara a Daniel a un lado, tirándolo, para poder desmayar al pelirrojo de un golpe en la nuca, dejándolo en el suelo y arrastrándolo a su coche. El chiquillo de los ojos verdes estaba aterrado, en el suelo, temblando — Tú irás despierto— Proclamó venenosa mientras el de cabello negro sentía una soga en sus muñecas —¿Qué haces? — Preguntó —Te llevo al matadero, puerco— Jaló la cadena que mantenía prisioneras sus muñecas, casi arrastrándolo para llegar al coche —¡Suéltame! — Gritaba Daniel, con esperanzas huecas mientras la pelinegra solo se burlaba, mirando como Derek lo arrastraba entre la tierra junto con su hermano.
—Vámonos— Dijo ella, habiéndolo obligado a sentarse junto a Damon; chillando, con el cuerpo tembloroso y aferrado a su novio que estaba inconsciente. Derek solo asintió y arrancó el coche camino hacia el pico ceremonial donde todos los esperaban.
Ándras había ordenado el círculo alrededor del fuego y entre las cinco estatuas que tenían los frascos con los corazones en el suelo; todos estaban sentados en el terroso piso, cada uno con una persona en las piernas, dormida mientras ellos les sostenían un cuchillo en el cuello, esperando las señas para cortar. El lazarillo del sacerdote recorría el círculo, cantando un cántico —Donde la sangre se derrame, ahí está Él.
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|[Silencio Profundo]|
Mystery / Thriller×Boy's love ×Contenido adulto (violencia y escenas de sexualidad) ×abuso sexual ×paranormal Daniel tiene 17 años, un padre que lo odia y un hermano que lo cree culpable de la muerte accidental de su madre. Cuando Wilson Walters, su padre, decide qu...