CAPÍTULO 35: No hay manera de evadir la verdad.

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     Esperanza estaba explicando una tarea a Clarice, que estaba estudiando en la academia de Fénix junto a Carlos. Los tres estaban luchando contra un ejercicio de matemáticas, pero pronto la morena logró resolverlo, gritando feliz en la sala. La verdad es que hacía todo lo posible para no pensar que en ese día, JiMin y los chicos, iban a llegar finalmente a Corea. Su vuelo de vuelta se había visto retrasado por mal tiempo, por lo que llegaban algunos días después de lo acordado.
     Cabrera entonces, palmeó las manos avisando a ambos que debían ir a la escuela, por lo que tomó las llaves y sus cosas, guiando a ambos estudiantes hasta la camioneta en el garaje. Los tres fueron viajando hasta la academia, en donde la morena los despidió animada. Con una sonrisa se dirigió hasta su trabajo, donde saludó a los gritos a sus compañeros, que iniciaban la jornada temprano. Entre risas, la morena comenzó a trabajar, preparando las mesas.
    Por los altavoces, se oía música movida, lo que llevó a Esperanza a bailar en algunos momentos, recibiendo a la gente en la cafetería, trabajando en la barra. Por la puerta entró entonces Jae con cara de querer morirse ahí mismo. Aguantando la risa, su amiga la atendió preparando lo de siempre, que era batido de fresa.
-¿Qué le sucede a mi hermoso jazmín? - inquirió la morena divertida.
-Extraño al carcamán de YoonGi. - sollozó la coreana. - Ya no lo soporto, necesito que sea hoy a la noche ya mismo.
-Eres tan adorable. - Esperanza estaba lavando los trastes mientras su amiga bebía su batido llorosa. - Oh, vamos, Jae, no te pongas así, las horas pasan más rápido de lo que parece.
-No lo suficiente. - La joven recibió una caricia sobre su cabello por parte de la morena, que continuó con su trabajo tranquila.
      Un rato después de la jornada laboral, salió camino a la casa de su hermano, donde cuidaría de sus sobrinos con su mejor amiga. Ambas estaban haciendo que los niños duerman la siesta, cuando Astrid llegó de hacer sus trámites. La rubia las invitó a tomar mates con ella, y Kibō se encontró con que extrañaba de sobremanera el sabor de la infusión. Clarissa se hizo presente una hora más tarde, alegando que estaba negada a quedarse en Fénix, donde Dalmiro rondaba haciendo su trabajo.
     Juntas, disfrutaron de la merienda, de mimar a los mellizos, quienes no parecían molestos con ninguna de las molestas acciones por parte de su tía, que iban desde pellizcar suavemente sus mejillas, hacerles algunas cosquillas, hasta llenarlos de besos mientras reía. La verdad es que realmente eran sus primeros sobrinos de los que disfrutaba su infancia de aquella forma, puesto que todos sus sobrinos eran casi de su edad. Recibió entonces un mensaje de JiMin avisando que estaban por llegar a la casa del grupo y que se quedaría a cenar allí. La morena entonces comenzó a saltar por toda la casa de Astrid, mientras festejaba con Jae, la llegada de los chicos a Corea. Grabaron audios gritando a Esmeralda, que estaba igual que ellas.
    Jae entonces recibió una llamada de YoonGi, que la hizo salir afuera en busca de un poco de privacidad. Esperanza entonces se despidió y avisó que iría a su casa para darse una ducha y poder prepararse para irse a ver a su novio. Salió a las corridas y condujo con su motocicleta hasta su casa, donde entró en un revoleó de cosas que dejó por el camino mientras se encerraba en el baño.
     Se ducho cantando y bailando por lo contenta que estaba; luego salió a vestirse, encontrándose con que Clarice estaba buscando algo en su mochila, embutida en su pijama. su forma demoníaca estaba presente, como siempre que estaba en casa, por lo que su amiga no se sorprendió para nada. Se vistió contenta y bajó a la cocina a preparar un poco de ramen. Estaba tan emocionada, que casi se quema la boca al comer, pero le daba igual, porque dentro de unas horas, vería a la persona que más la hacía feliz.
    Estaba lavando sus palillos, cuando el timbre de la casa sonó. Extrañada, abrió la puerta, encontrándose con JungKook frente a ella. Gritó contenta saludando al chico, que la abrazó igual de feliz, riendo con ella. La morena vio que llevaba algo en su mano, por lo que supuso que podía ser un regalo para Emer.
-Vine a buscar a Emer, ¿ya llegó? - Kook pasó un momento y saludó a Clarice, quien volvió a su forma humana al escuchar la puerta. - Hola, un gusto, soy Jeon JungKook.
-Soy Clarice Luz, hermana de Rose. - la rubia saludó nerviosa y volvió a lo suyo.
-Emer dijo que iría directo para allá, tontito. - Kibō miró la sorpresa en los ojos del chico. - Seguro se olvidó de decírtelo o quería sorprenderte, ustedes son tal para cual. Tu regalo tendrá que esperar.
-¿qué regalo? - el chico parecía realmente confundido ante las palabras de la joven, que señaló el paquete mediano que llevaba entre las manos. - Oh, no, esto no es mío, el señor de seguridad me avisó que llegó éste paquete para ti y me ofrecí a traerlo. Lo siento, soy un tonto.
     Jeon le entregó el paquete a Esperanza, que reía mientras abría la envoltura. Su sonrisa comenzó a borrarse mientras veía el contenido, que resultaron ser fotos de JiMin, no solo entrando en el edificio con el resto de chicos, sino entrando a su habitación dejando sus bolsos, buscando aparentemente algo dentro de sus bolsos, incluso había fotos de él entrando al baño. Esperanza entonces comenzó a temblar sin entender qué pasaba, y revisó el paquete, encontrando una nota escrita con una prolija caligrafía.
     ‘’¿Me reconoces aquí también? Spy’’.
     Esperanza había comenzado a respirar con fuerza mientras temblaba con las fotos en sus manos. JungKook entonces la sostuvo, preocupado de que la chica fuese a caer al suelo.
      Era él, era Flint, era su letra, cada una de sus notas estaba grabada a fuego en su mente, y reconocía esa caligrafía tan perfecta y delicada. Histérica le gritó a Clarice que abra un portal a la casa de Bangtan, a lo que la rubia obedeció ante el confundido JungKook, que la vio transformarse a su forma demoníaca al momento de que una bruma celeste eléctrico se comenzaba a formar delante de él. Kibō le preguntó con una voz autoritaria y grave, dónde se encontraba JiMin exactamente antes de que él se vaya. El chico le dijo que estaba diciendo que iría a bañarse antes de comer, por lo que la chica caminó a través de la bruma, por la que Clarice lo hizo cruzar también.
      Esperanza entonces se materializó en la sala de estar de los chicos, que la miraron totalmente perplejos. Seok Jin dejó caer un vaso al suelo mientras ponía la mesa en el comedor, NamJoon estaba a medio camino de buscar algo en una alacena, Tae Hyung estaba bebiendo jugo mientras Ho Seok le mostraba algo en su celular. YoonGi estaba con los ojos abiertos como platos mientras abría la puerta para Esmeralda, que pasaba la mirada entre su confundido novio y su menor, que parecía histérica mientras le gritaba a Clarice que avise a Marco que movilice a los escuadrones. La joven demonio asintió cruzando la bruma, que desapareció unos momentos.
-¿Dónde está JiMin? - inquirió Esperanza con una voz tétrica mirando a YoonGi.
-Aquí. - El aludido estaba con la toalla entre las manos, el cabello mojado y el ceño totalmente fruncido.
-¿Qué sucedió? - Esmeralda se acercó a la morena junto con YoonGi, que recibió lo que la chica les entregaba con las manos temblorosas.
-Está vivo, ese hijo de perra sobrevivió. - Esperanza estaba teniendo un evidente ataque de ansiedad, mientras Emer intentaba que se tranquilice a toda costa. - Lo he estado viendo en mis alucinaciones, pero se que no lo eran, y ahora ésto, es su letra, la reconocería donde sea…
-Esperanza, por Dios, Fint está muerto.
     La morena entonces paseó sus ojos directo a la mirada de Esmeralda, que la soltó asustada.
-No. - musitó la joven, al momento que el portal volvía a abrirse. - Todos deben venir conmigo ahora, sé que tienen miedo y que no entienden qué sucede, les contaré todo, pero no es seguro quedarnos aquí.
-Hagan lo que dice. - YoonGi miró a sus compañeros, siendo SeokJin y NamJoon los primeros en acercarse para cruzar el portal.
     HoSeok y Tae también se acercaron, siendo el único lejos, JiMin, que miraba todo reacio a moverse. Esperanza le seguía pidiendo que cruce el portal de una vez, pero como no había respuesta, TaeHyung decidió tomar las riendas del asunto. Todos vieron desde donde estaban, como el chico estiraba de forma sobrenatural sus brazos hasta Park, a quien rodeó sin ningún problema, obligándolo a avanzar y cruzar el portal. Una vez del otro lado, los chicos de Bangtan vieron asombrados, como todo tipo de personas corrían de un lado a otro, incluso Chris y Mark, que los saludaron con un asentimiento de cabeza. El portal se cerró en cuanto todos cruzaron, por lo que una quejosa Clarice, quien usaba un traje distinto al que JungKook había visto, se acercó a gritarles.
    Sus compañeros soltaron un grito al ver a la chica aparecer de la nada junto a ellos, excepto por Tae, que estaba de brazos cruzados mirando al frente. Marco se acercó acompañado de Valentín, quien no ocultaba su verdadera piel rosada, y quien también tenía su uniforme puesto. Los chicos vieron como Rose movía sus manos con rapidez y Esperanza y Esmeralda tenían ropa distinta a la que estaban usando algunos momentos antes. JiMin miró sorprendido y dolido, como Esperanza era la guerrera samurai que lo había salvado aquella vez, y a quien había visto en las noticias y videos de internet. Era una heroína en la ciudad, aunque muchos la consideraban un fraude.
- Bienvenidos a Fénix, caballeros. - Marco tenía las manos sujetas en su espalda, aguardando a que su hermana se acerque con el mensaje y la razón de tal estado de alarma.
-Flint espió a los chicos y logró hacerme llegar un mensaje, está vivo. - Esperanza estaba con la voz totalmente tomada por un tono sombrío y grave.
-Es verdad, señor. - Clarice avanzó. - Vi el rostro que Esperanza asocia con Flint, yo lo vi, se presentó ante mí como Spy, aunque yo no sabía quién era ni lo reconocí en los recuerdos de ella al principio.
     El escuadrón sombra guardó un sepulcral silencio, al igual que la base entera, que se había congregado a su alrededor. Todos sabían lo que eso significaba.
-Entendido, haremos un barrido de la zona y en cuanto aseguremos todo, los llevaremos a casa otra vez. - El castaño hizo una reverencia ante los integrantes del grupo. - Lamento que se vean en ésta situación, por favor sigan a Valentín hasta la sala del escuadrón, allí estarán cómodos.

Kibō --> Park Jimin.(En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora