(COMPLETO) (EN EDICIÓN) Emery Jonson, una chica que se gana la vida a duras penas.
Grey William, un empresario magnate enamorado del control.
Dos polos completamente opuestos se unen formando así una chispa incontrolable, simple sexo sin compromiso...
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Grey está aquí.
Diablos, sí que está aquí y aquello no es el espejismo reflejado de mi deseo hacia el tipejo.
Pero al parecer yo no era la única descompuesta y dislocada ante tal presencia, él parecía incluso asustado de verme allí.
¿Y Clarissa? Su boca cayó treinta metros más allá del pavimento.
- ¿Y esto desde cuando? -balbucea Clarissa, acercándose hacia el grupo y tomando asiento a un lado de un chico que desconozco.
Estos se encontraban plenamente acomodados, alrededor de una mesa repleta de bebidas y aperitivos.
- Si -murmuró, desconcertada, mientras me encamino hacia la comodidad de los muebles para terminar por tomar asiento entre Scott y Carla -Desde cuando.
- ¡Chicas! Grey y Alex -vocifera Scott, con un tono divertido a través de la mesa -Y creo que de Grey, no tenemos que hablar mucho.
En cuanto todos tomamos asiento, rodeando aquella diminuta mesa, me veo quedando delante de Grey, el cual aún me observaba boquiabierto y no era para más.
Tan solo era examinarle con ojo clínico por simples segundos. Los tatuajes de sus muñecas ahora elevan visibles, puesto que su camisa negra estaba remangada hasta los hombros, su pelo negro alboroto y mojado, con su rostro afeitado recientemente y sus pantalones negros a juego con su atlética figura.
Al estas prendas estar apegadas de tal forma a su cuerpo, su figura se hacía bulbosa y prominente.
- Un placer, soy Carla -chilla esta de manera extrañada, pero alegre, para luego dirigirse hacia Scott -¿Y como lo conoces tú?
- ¡Un gusto Alex! -vociferó, con ánimos al chico que se encontraba recostado a un lado de Grey -Emery Jonson.
El Alex desvía su mirada de la pista que yacía a la izquierda de nosotros con buena distancia y la planta en mí, esbozando una carismática sonrisa.
- Alex Massuel, el placer es mío, Hermosa -vocifera este en un tono ronco -He escuchado bastante sobre ti.
Trago en seco y me recuesto del mueble, ansiosa.
Este mantenía sus profundos ojos negros clavados en los míos, una piel exótica y brillante ante la luz de la disco, haciéndole ver más blanco de lo que era ya.
- No quieras saberlo -murmuró, evitando esbozar una sonrisa agridulce.
Este amaga una sonrisa traviesa y me guiña un ojo reclinándose hacia atrás.
- Pues solamente vendría Alex, pero resulto que quería invitar a otro amigo y yo desconocía por completo el quien era -explica Scott, señalándoles -Me lleve la misma sorpresa que ustedes.
- Sin duda alguna -agrega Grey, llevándose la bebida a los labios.
-Créanme que esta será una de las mejores coincidencias -manifiesta Alex -Un gusto conocerles, bellas damas.
