Capítulo 31 - Hora de volver

19.3K 1.1K 30
                                    

Después del día de ayer no dejé mucho a la imaginación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después del día de ayer no dejé mucho a la imaginación.

Tan solo poner un pie en casa y caí de lo más decaída y entristecida.

Me tumbé en cama y Carla, se mantuvo a mi lado siempre, lo cual aprecié muchísimo.

Se mantuvo dándome ánimos y con lágrimas en los ojos, cerré los ojos, hasta el día de hoy. Estos aún siguen hinchados y no sé cómo diablos hacerle para quitar el desastre en vida en el cual estoy hecha.

Suelto un bufido y me doy una última repasada lista para salir a trabajar. Con unos lentes de sol bastará para no asustar a media población.

Y encontrarme nuevamente con Grey, que dicha mi vida.

No planeaba ignorarlo, tan poco luchar contra hecho, todos parecían seguir sus vidas de la mejor manera después de lo pasado e incluso siendo más que amigos ¿qué hago yo ejerciendo presión en tales cosas? Ni siquiera vale mi esfuerzo.

Él es solo sexo y tengo claro que me ve de la misma manera.

Me muerdo el labio inferior y frunzo el ceño recordando nuestra última conversación aquella noche...

- No puedes besarme después de besar a otra, imbécil -escupo -No tienes derecho de venir aquí, por tu maldito desquite y separarme de mis amigos.

- Pues te digo lo mismo, Emery -gruñe, agitado. Este se pasa las manos por el pelo y aprieta la mandíbula.

- Es más, ¿sabes que? -inquiero, alejándome completamente de él -al final no importa, nada de esto, esto es un estúpido contrato de puro placer. Te llamaré cuanto te necesite y tú harás lo mismo, fuera de ellos los dos podemos irnos al infierno.

Este alza la mirada y esboza una sonrisa fría y cínica.

- Entonces no deberías quejarte y mucho menos sentirte ofendida como para tirarte encima de cualquiera y besarlo -escupe de manera fría -Porque sabes perfectamente que te vi.

Sacudo la cabeza y agito las manos, agobiada.

Tengo que olvidarlo.

Me ajusto la cartera en el hombro y salgo. Carla tuvo que irse temprano debió a que tenía más de dos turnos los cuales cubrir hoy.

Tomo algo de dinero y salgo a mil del apartamento. En menos de seis minutos ya estaba saliendo de recepción y saludando con ánimos al chico de enfrente.

Subo a mi auto o bueno el auto de Carla, una vez abro las puertas y arranco.

Hoy tengo por seguro que será un día agitado e interesante, agregándole el hecho de que llego tarde.

¡Grandiosa forma de empezar el día!

⋘---- ∗ ⋅◈⋅ ∗ ---- ⋙

- ¡Bien! Estos archivos van al piso número trece -manifiesto, dándole una rápida revisada antes de pasárselos en orden a Clarissa.

Prohibido enamorarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora